| 𝖆𝖈𝖙𝖔 𝙸𝙸𝙸 |
La luz tenue del bar del hotel proyectaba sombras en las paredes mientras un pequeño grupo de personas se sentaba alrededor de la barra, intercambiando risas y comentarios con copas en la mano.
La música suave de fondo creaba una atmósfera relajada, pero la conversación que se desarrollaba en el centro de la barra era cualquier cosa menos superficial.
"¿Me estás diciendo que Alastor tuvo una pareja antes de estar con mi..."
Comenzó a decir una rubia de mejillas rojas, con una expresión de incredulidad en su rostro.
Antes de que pudiera terminar la frase, una pelirroja extrovertida, claramente emocionada, la interrumpió con una carcajada.
"¡Con la chica mala suprema!"
Exclamó, riendo como si la idea fuera absurda, pero fascinante.
El grupo se unió a la risa, aunque algunos parecían más incómodos que otros.
Husk, el barman, con una expresión grave, interrumpió las risas con un leve gruñido mientras limpiaba un vaso.
"¿Me van a dejar hablar o no podré terminar antes de que él regrese?"
Dijo con un tono de advertencia.
"Y créanme, a Alastor no le gusta que hablemos de ella."
El grupo asintió en silencio, de repente mucho más atento.
Husk continuó, bajando un poco la voz para asegurarse de que no lo escucharan más allá de la barra.
"En qué estaba... Ah, sí."
Mientras Husk retomaba su relato, las sombras en el bar parecían alargarse, y la sensación de que algo más profundo y peligroso se ocultaba bajo las risas despreocupadas se hacía palpable.
La voz de Alastor resonaba por la casa, suave pero segura, mientras _____, sentada en el borde de la cama, lo escuchaba con una sonrisa.
La transmisión de radio de Alastor era uno de sus momentos favoritos del día, una conexión especial entre ellos que la hacía sentir que, incluso cuando no estaban juntos, su voz siempre estaba cerca.
Con el sonido de la radio llenando el ambiente, _____ se levantó y comenzó a prepararse para salir.
Tenía una cita en una pequeña tienda local, con Eleanor, la mejor sastre de Nueva Orleans y una amiga que había hecho a lo largo de los últimos meses.
Había algo reconfortante en la tienda de Eleanor, con su aire acogedor y la calidez que la rodeaba, y hoy iba a llevar uno de los abrigos de Alastor para que lo arreglara.
No tenía intención de mencionar el motivo del desgarro en la tela, claro.
Al llegar, la campanilla sobre la puerta sonó, y Eleanor, con su característico cabello castaño rojizo y ojos verdes, levantó la vista desde su máquina de coser.
"¡_____!"
La saludó con una sonrisa, mostrando sus pecas que le daban un aire juvenil.
"Justo a tiempo."
"¡Hola, Eleanor!"
_____ le devolvió la sonrisa mientras colgaba el abrigo en el mostrador.
"Tengo este abrigo que necesita un poco de cariño."
Eleanor inspeccionó la prenda, notando el desgarro pero sin hacer preguntas.
La confianza que se había formado entre ambas no requería de detalles innecesarios.
"Puedo arreglarlo en un par de días"
Dijo Eleanor, mientras comenzaba a preparar el hilo.
"Es una pieza hermosa."
"¿Cómo va todo con Alastor?"
_____ suspiró, pero su sonrisa no desapareció.
"Está todo bien. Mejor de lo que imaginé. Nos complementamos bien. Aunque su trabajo..."
Dejó la frase inconclusa, sabiendo que Eleanor entendería.
Eleanor asintió, pensando en su propia vida.
Su expresión cambió un poco, más seria, mientras ajustaba los hilos en la máquina.
"¿Sabes? Siempre he admirado cómo manejas tu matrimonio. Yo... bueno, dejé a Noah mi ex por una infidelidad. Fue una situación horrible. Y, para ser honesta, a veces siento que aún me sigue, como si no pudiera dejarme en paz."
_____ la miró con empatía, comprendiendo el peso de sus palabras.
"Debe ser difícil. Pero eres fuerte, Eleanor. Lo superarás."
Su conversación fue interrumpida por el sonido de la campanilla nuevamente.
_____ giró la cabeza para ver a Alastor entrando a la tienda.
Su imponente figura y su mirada intensa hacían que siempre atrajera la atención de todos, incluso en lugares pequeños como aquel.
Eleanor lo miró durante un segundo más de lo habitual, una extraña sensación de familiaridad recorriéndole el cuerpo, aunque no podía ubicarlo.
Alastor también la observó por un breve instante, como si estuviera intentando recordar de dónde la conocía, pero rápidamente lo desechó de su mente.
"Alastor, ella es Eleanor, la mejor sastre de Nueva Orleans"
Dijo _____, con una sonrisa cálida mientras los presentaba.
"Un placer, Eleanor"
Dijo Alastor, estrechando la mano de la joven sastre, quien respondió con un saludo educado, aunque un poco incómodo.
La tensión en el aire era palpable, aunque ninguno de los tres podía precisar por qué.
Tras un breve intercambio de palabras, Alastor se volvió hacia _____.
"Es hora de irnos."
Su voz, como siempre, era tranquila pero firme.
_____ asintió y se despidió de Eleanor, agradeciéndole por su trabajo.
Cuando se marcharon, Eleanor los miró salir por la puerta, una extraña sensación en su pecho.
No sabía exactamente qué era, pero la inquietud la invadía, como si algo en Alastor la desconcertara de una manera que no podía explicar.
Antes de cerrar la tienda por la noche, Eleanor sintió un escalofrío recorrer su espalda, como si estuviera siendo observada.
Se apresuró a recoger sus cosas y, con una última mirada hacia la oscuridad exterior, salió, tratando de ignorar la sensación de que alguien la seguía en las sombras.
Mi pobre niña 😿.
Alguien sabe quien es Eleanor.
Quien adivine se lleva unos chetos y un Alastor de tamaño real 😼
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𝖇𝖑𝖊𝖊𝖉𝖎𝖓𝖌 𝖍𝖊𝖆𝖗𝖙𝖘 (𝙰𝚕𝚊𝚜𝚝𝚘𝚛 𝚡 𝙻𝚎𝚌𝚝𝚘𝚛𝚊) [1]
Romance_____ está atrapada entre un compromiso obligado con un prometido generoso y una vida de aparente perfección. Su mundo cambia cuando conoce a Alastor, un locutor de radio famoso con un oscuro secreto. Aunque su relación comienza como una amistad...