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El aire en la casa de Alastor estaba cargado, no con el humo habitual de sus cigarros, sino con algo más denso, algo más oscuro.
_____ lo había sentido desde hacía semanas, pero lo había ignorado.
El corazón puede ser traicionero, pensaba, repitiéndose que quizá estaba exagerando.
Sin embargo, cada vez que Alastor se iba de casa por las noches, su duda crecía, como un veneno lento y silencioso que envenenaba la paz que habían construido.
Los paseos de medianoche, los susurros entre llamadas, las puertas cerradas en su presencia... todo indicaba que Alastor estaba ocultando algo, pero ella se había obligado a no preguntar.
Quizá por miedo a descubrir algo que no podría soportar, o quizá porque todavía no quería admitir que su relación no era lo que había imaginado.
Él le había prometido amor, o al menos algo cercano a eso, y ella, perdida entre los recuerdos de sus caricias y la intensidad de su mirada, lo había aceptado.
Pero esa noche, mientras la lluvia caía furiosa sobre las calles de Nueva Orleans, _____ no pudo resistir más.
Alastor no estaba en casa, otra vez.
El reloj marcaba la medianoche y su ausencia comenzaba a pesarle más de lo que quería admitir.
Ya no podía seguir ignorando las señales, ya no podía pretender que no había secretos entre ellos.
Con un temblor en las manos y una punzada de culpa en el pecho, se adentró en la oscuridad de la casa.
Sabía que algo no andaba bien, pero lo que encontró en el sótano era mucho peor de lo que jamás había imaginado.
Cajas apiladas y documentos esparcidos por el suelo, junto con otras cosas que _____ apenas podía procesar.
Recortes de periódicos, todos ellos con titulares que ahora parecían siniestros: asesinatos, desapariciones, personas muertas bajo circunstancias extrañas.
Había fotografías, de personas, de lugares que no podía identificar pero que de alguna manera estaban conectados a Alastor.
Su estómago dio un vuelco al encontrar una lista con nombres... nombres que no conocía, pero que estaban claramente tachados, como si de un macabro juego se tratase.
El ruido de la puerta principal abriéndose y cerrándose la sacó de su estupor.
Alastor había vuelto.
Con el corazón latiéndole en la garganta, _____ reaccionó rápido.
Volvió a la sala de estar, sentándose en el sofá como si nada hubiera pasado, como si apenas hubiera llegado a buscarlo.
El miedo corría por sus venas, pero se obligó a mantenerse serena cuando escuchó sus pasos acercándose.
"_____, ¿qué haces aquí tan tarde?"
Dijo Alastor, con una mirada que parecía medir cada uno de sus movimientos.
Ella le sonrió, o al menos lo intentó.
"No podía dormir, pensé en venir a verte"
Respondió con una calma que no sentía, su voz apenas un susurro mientras su corazón retumbaba en sus oídos.
Alastor la observó por un largo segundo, su mirada tan penetrante como siempre. Sabía que algo estaba mal, pero no lo mencionó.
En lugar de eso, se acercó a ella, inclinándose para besarla, como si todo estuviera bien.
_____ sintió su cuerpo tensarse, pero correspondió el beso, forzándose a mantener la fachada de ignorancia.
Mientras lo hacía, su mente era un caos de pensamientos.
¿Cuánto tiempo más podría fingir?
¿Cuánto tiempo más hasta que todo explotara?
Alastor era peligroso, eso ahora lo sabía. Y mientras su boca se fundía con la de él, sus manos frías sobre su piel, _____ se daba cuenta de que debía tomar una decisión pronto.
¿Confrontarlo o huir?
Al romper el beso, Alastor la miró con esa intensidad que siempre la había desarmado, pero esta vez había algo diferente en él. Era como si la sospecha ya se hubiera instalado en su mente.
"¿Seguro que no hay nada más?"
Preguntó, casi con una sonrisa, pero _____ notó la dureza en su voz.
"Nada más, solo quería verte"
Mintió ella, su voz tan baja que casi no se reconoció.
Alastor la estudió por un momento más, luego se levantó lentamente.
"Bien, entonces quédate"
Murmuró, pero en su mirada había algo más profundo,se inclinó para volver a unir sus labios sintiendo su cuerpo tensarse por un momento antes de ceder.
Sabía que ella estaba mintiendo, y ahora su juego tomaría una dirección diferente.
Esa noche, mientras _____ yacía en la cama de Alastor, su mente no paraba. No podía seguir así. Si no hacía algo pronto, se perdería por completo en su mundo.
Él era peligroso, y si sabía que había estado en el sótano, no dudaría en hacerla desaparecer. Ella lo había visto. Lo había sentido en la forma en que la había mirado, como un depredador que estudia a su presa.
Sintió que el acaricio su cabello con tanta delicadeza que casi le hacía olvidar lo que había visto en el sótano.
_____ sabía que su tiempo con Alastor estaba llegando a su fin. Tenía que escapar antes de que fuera demasiado tarde. Pero, al mismo tiempo, había algo dentro de ella que no podía simplemente dejarlo.
Algo la mantenía atada a él, una atracción oscura y peligrosa que no podía entender del todo.
Y entonces, entre las sombras de la habitación, Alastor estaba despierto, observándola.
Sabía que _____ había visto más de lo que debía. Su próximo movimiento tendría que ser decisivo.
Si ella se atrevía a cruzar esa línea, si intentaba escapar o descubrir más de sus secretos, no le quedaría más remedio que hacerla desaparecer.
Era una lástima, pensó mientras acariciaba su cabello con delicadeza y la miraba dormir o al menos era lo que ella quería hacerle creer.
Había comenzado a encariñarse con ella, pero en su mundo, no había lugar para las debilidades.
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Del segundo acto son como 15 capitulos y apenas llevo cinco.
Pipipi.
Solicito un asistente,estoy desesperada 😭
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𝖇𝖑𝖊𝖊𝖉𝖎𝖓𝖌 𝖍𝖊𝖆𝖗𝖙𝖘 (𝙰𝚕𝚊𝚜𝚝𝚘𝚛 𝚡 𝙻𝚎𝚌𝚝𝚘𝚛𝚊) [1]
Romance_____ está atrapada entre un compromiso obligado con un prometido generoso y una vida de aparente perfección. Su mundo cambia cuando conoce a Alastor, un locutor de radio famoso con un oscuro secreto. Aunque su relación comienza como una amistad...