Capítulo 27 parte 1 (50%)

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Itt permitió que Saimai se quedara cerca de Nong Aob por un tiempo, hasta que llegó el momento de que Nong Aob tomara leche. Entonces, Day le trajo un biberón a Itt, quien alimentó a Nong Aob mientras Saimai se acurrucaba cerca de él.

Parecía que Saimai se preguntaba quién era la pequeña criatura en los brazos de Itt. Incluso colocó su barbilla y nariz sobre las piernas de Nong, abrazándolo de vez en cuando. Day estaba sentado a su lado, acariciando la espalda de Saimai.

—Al principio estaba preocupado por si Saimai sería inquieto o no. Al ver esto, me siento aliviado —dijo el padre de Itt.

—¿Entonces puedo dejar a Saimai en casa? —preguntó Itt.

—Deja que el pequeño crezca alrededor de un mes primero. Pero seguiré trayéndolo para que lo veas —el padre insistió en sus palabras anteriores.

Itt asintió, sin contradecir nada.

Cuando el bebé fue alimentado con leche, la madre se ofreció para cargarlo y acostarlo. Luego, Itt se separó para lavar la ropa y, después, fue a lavar el biberón de su hijo mientras Saimai lo acompañaba. En cuanto a Day, él se sentó y conversó con el padre sobre la tienda.

—¿Está todo bien? —preguntó la madre mientras estaba sentada en el corralito con Nong Aob, quien se volvió a dormir.

—¿Sobre el niño? —preguntó Day, y la madre asintió con la cabeza. —Está todo bien. Al principio puede ser un poco difícil, pero nos estamos acostumbrando a ello —respondió Day.

—Al escuchar eso, la madre se sintió aliviada. Cuando Pim regrese a Estados Unidos, si necesitas ayuda con algo, solo llámame, ya sabes —repitió la madre. Day aceptó.

—En cuanto a la cuestión de raspar el cabello del bebé, eso depende de ustedes. Si no quieren rasparlo, está bien. La abuela ya dijo que es decisión de ustedes dos —dijo el padre.

—Gracias —respondió Day.

Nadie se opuso a la idea. Day se quedó conversando con el padre por un tiempo, luego pidió permiso para ver a Itt en la parte trasera de la casa.

—¿Necesitas ayuda? —preguntó Day al ver que Itt estaba doblando pañales y ropa infantil, porque usaban una secadora, así que no necesitaban perder tiempo secando la ropa al aire.

—Está todo bien. Solo hay que doblar la ropa aquí y listo.

—Itt, no pensé que vería una imagen como esta —bromeó Day.

—Todos tenemos que evolucionar, ¿no? Tenemos un hijo —respondió Itt con una sonrisa antes de mirar a Saimai. —Siempre está conmigo. Donde sea que vaya, él me sigue como una sombra —dijo Itt, pero se sentía bien de que Saimai todavía lo siguiera y no lo hubiera olvidado.

—Por favor, ten paciencia, Saimai. Solo un mes más —dijo Day a Saimai.

Saimai ladró en respuesta.

Cuando Itt terminó de doblar la ropa, Day fue quien la guardó en el armario de Nong Aob. Luego, Itt fue a sentarse y conversar con sus propios padres. Y así se quedaron a almorzar juntos. Cuando la madre lo vio así, parecía que Itt podría tomarse un descanso porque su madre se ocupaba de todo por él. Entonces jugó con Saimai hasta que fue hora de irse.

Itt sostuvo el rostro de Saimai. Luego se agachó y besó su cabeza por un momento.

—Nos vemos, Saimai. No seas terco —dijo Itt antes de que sus padres llevaran a Saimai al auto y se fueran a casa.

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Pasó otra semana y Nong Aob casi cumple 1 mes. Mañana es el día de llevar a Nong Aob al hospital para la segunda dosis de la vacuna contra la hepatitis B.

LS (DB) 5Donde viven las historias. Descúbrelo ahora