LS (DB) 5

Capítulo 53 parte 1 (50%)

Los juguetes que Roman trajo no eran muy grandes, pero se trataba de un juego estándar de tiro al blanco, que tenía una figura de un ratón con la boca abierta. Había una pistola de plástico para disparar dentro de la boca del ratón, la cual podía cargarse con bolitas de espuma redondas, ni muy pequeñas ni muy grandes. Cuando las bolitas de espuma caían en la barriga de la figura del ratón, se activaban luces y sonidos similares a un entrenamiento de tiro.

N: Quede 🤡, yo jurando qué no eran pistolas 🤣

—Day, es solo un juguete —respondió Roman.

Para ser honesto, Day no estaba molesto porque Roman hubiera comprado ese tipo de juguete, ya que sabía que él quería enseñarle a Nong Aob las bases de muchas cosas.

—No tienes que preocuparte, Day. Nunca he tenido la intención de obligar a Aob a hacer lo que yo quiero. Solo quiero que crezca de acuerdo con su edad. Si hay algo que no quiere hacer, respetaré su decisión —dijo Roman seriamente.

—Lo sé. Para ser sincero, yo también he pensado que, cuando Aob crezca, me gustaría enseñarle defensa personal y supervivencia, pero no esperaba que el señor Roman lo hiciera antes que yo —dijo Day con franqueza.

Roman sonrió en respuesta. Mientras tanto, Nong Aob jugaba con los juguetes que Roman le había comprado, con el estímulo de Keith, quien lo ayudaba a aprender a jugar solo. Keith incluso le daba la oportunidad de intentarlo por sí mismo. Ya había acertado en el blanco. Cuando lo logró, la música comenzó a sonar y las luces parpadearon, haciendo que Nong Aob sonriera de inmediato.

—¡Ah! —El niño intentó disparar como Keith le había enseñado, pero la bala de espuma no dio en el blanco. Sin embargo, Nong Aob no se rindió. Disparó cinco veces sin éxito, pero en el sexto intento, acertó.

—¡Yay! —exclamó felizmente.

Day sonrió en respuesta. No tenía la intención de enseñar a su hijo a ser una persona violenta, como él lo había sido en el pasado. Pero sí quería enseñarle lo básico para protegerse y para defender solo a las personas que ama. Day confiaba en que su hijo era inteligente y que, cuando creciera, sabría qué hacer.

—El muñeco puede moverse —dijo Roman, explicando que era un blanco en movimiento.

—Será mejor que nos calmemos por ahora. Si dejas que el muñeco se mueva, espero que no me dispares a mí. Seguro que las balas de espuma acabarán por toda la casa —dijo Nan riendo.

Todos rieron, y de repente, Nong Aob se acostó boca abajo en el suelo. Luego comenzó a disparar lentamente los proyectiles de espuma, algunos de los cuales fallaban y otros acertaban en el blanco. Esto hizo que el pequeño Aob se divirtiera mucho.

—Has estado jugando por mucho tiempo y aún no le has dado las gracias a papá por comprarte el juguete —dijo Day.

Nong Aob, quien seguía acostado boca abajo, se levantó rápidamente y corrió hacia Roman, abrazándolo con fuerza.

—Muchas gracias —dijo antes de volver corriendo a seguir jugando.

—Casi se arrodilla, Aob —comentó Nan con una sonrisa.

Mientras tanto, Nong Aob seguía disparando y comenzó a mejorar su puntería.

—Oh, ¿con qué estás jugando, pequeño Aob? —preguntó Itt, sosteniendo al pequeño Andá, quien ya había tomado un baño y cambiado de ropa.

—¡Papi, mira! Vamos a disparar, disparar, disparar —dijo Nong Aob mientras disparaba para que Itt lo viera. Logró dar en el blanco y la música sonó más fuerte, lo que hizo que Nong Andá mirara con interés.