Me maquillo un poco para cubrir mis ojeras ya que no pude dormir mas de 2 horas anoche, se que el asado es con piscina asi que no vale la pena gastar tanto, porque conozco al loco de Oliver y se que voy a terminar sea como sea en la piscina, me coloco el hermoso vestido rojo con flores blancas pequeñas, un vestido de baño de dos piezas debajo y en mi bolso llevo todo mi kit de aseo, toalla, ropa de cambio y zapatos extras, me peino el cabello dejandolo suelto, me aplico labial rojo y me coloco las gafas de sol, salgo del apartamento y voy revisando en mi tablet los correos que tengo y la agenda de la semana.
-Hola preciosura- Dice Vero quien esta manejando su auto y sonrio mientras me subo en el puesto de copiloto.
-Pero que bella estas, mira como te luce el color verde- Digo a mi amiga que esta con un hermoso vestido de tiras verde con rayas blancas delgadas.
-No hablemos de las flores- Dice y reimos, colocamos musica y paramos en la tienda de postres de siempre, llevamos los postres del asado y salimos para la gran casa de Oliver, llegamos y saludamos al dueño y dejamos los postres en la nevera le ayudamos con el asado mientras hablamos de algunos chismes, mi estomago suena y Vero rie.
-Parece que alguien aqui tiene hambre- Dice caminando hasta la cocina ya que debe ir por los chorizos, siento la mirada de Oliver.
-Sigues haciendo ese maldito ayuno, no comes en las mañanas cierto- Dice pegandome una palmada en el hombro y yo abro la boca sorprendida, el golpe fue suave pero hago show obviamente.
-Oye idiota, lo hago con mi nutricionista, tengo controles mensuales y esta regulado, porque me pegas- Digo ofendida pegandole palmadas en los brazos, el frunce el ceño y comienza a jalarme suavemente el cabello en juego, los dos seguimos en lo mismo por varios segundos hasta que escuchamos una risa grupal detras nuestro.
-Sigo sin acostumbrarme a sus comportamientos de niños de 10 años, son menos inmaduros los niños del jardín- Dice Vero negando mientras nos pasa los chorizos.
-Ya estamos acostumbrados, creo que es la única forma de ver a Oliver salir de su faceta de dom- Dice Karol mientras nos saluda, a su lado viene Eduard, detrás viene Chris y Mauris, por ultimo vienen Lucia, Cesar y Nathaniel hablando.
-Asi que hoy eres una ratona floripondia- Dice Eduard y rio, recibo el vaso de agua que me entrega Vero y le agradezco.
-Alice te juro que te voy a pegar un puño, sino comes algo de carne en este momento- Dice Oliver o bueno mas bien me ordena, yo le hago un puchero en broma, me acerco a donde está la comida preparada y como un poco bajo la atenta mirada de todos los presenten.
-Ignoren al dramático- Digo para despues comer un poco de carne, veo a las chicas negar ya que estoy comiendo con la mano, mas que nadie se como es el manejo de todos los utensilios protocolarios para comer, pero cuando puedo evitarlo me encanta, es como mi forma de decir a la mierda toda su elegancia.
-Esta muy rico Oliver, eres mi nuevo cocinero de asado favorito- Digo a Oliver con la boca un poco llena, el niega mientras sigue asando la carne.
-Le dijiste lo mismo al argentino cuando nos preparo el asado de tu cumpleaños- Dice ofendido y lo miro pensando en lo que dice, el asado argentino es delicioso, es la cosa mas rica que he probado en este mundo.
-Tienes la razón, eres el segundo mejor, tu mismo lo probaste Ol, ese hombre cocina asado como los dioses- Digo y escucho la risa de los presentes y un sonido dramático de Oliver.
-Escupe todo lo que te has comido- Dice quitándome la carne que tengo en la mano, se la come él rápidamente y me pega suavemente en la espalda.
-Espera loco maniático, como diablos voy a escupir lo que ya está haciendo digestión en mi hermoso estómago- Digo, parece reaccionar ante lo que digo y vuelve al asador, a veces me pregunto si le debo recomendar mi terapeuta a este hombre.
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PLACENTERAMENTE SUYA
General FictionAlice es una reconocida abogada que, hace algunos meses, se adentró en el mundo de la sumisión. Su estresante vida la llevó a buscar una forma de escape, encontrando en el club Redemption un refugio y un segundo hogar. Nathaniel y César han regresad...