POV NATHANIEL
-Pequeña- Digo a Alice quien esta dormida en los brazos de Cesar, sabíamos que no durmió bien, pero no nos imaginamos que a este nivel, acaricio suavemente su mejilla, pero esta no reacciona a ningún movimiento, Cesar la alza y yo cargo todas nuestras cosas, veo a Oliver acercarse a nosotros, mira a la pequeña malcriada y nos observa detenidamente a los dos.
-La vamos a llevar a casa, intentamos despertarla, pero nos fue imposible- Digo y este asiente observandonos, sale con nosotros y Cesar se sienta atras con la pequeña en sus brazos, conduzco hasta su apartamento y entramos, Cesar busca en su baño una crema para las zonas enrojecidas y lastimadas, la veo moverse en su cama buscando una posición donde no le moleste las heridas.
-No encontre nada, parece que nunca se ha aplicado nada- Dice Cesar y me niego a pensar en todo lo que tuvo que pasar Alice por ser una caprichosa y nunca querer nada de vínculo con sus doms, rápidamente voy y compro una, vuelvo y veo a Al dormida pero bañada, Cesar toma la crema y entre los dos la aplicamos en las zonas donde la golpeamos, debo ser honesto y decir que me encanta ver las marcas en su cuerpo, siento posesión al saber que son por nuestra razón y que mañana cuando se despierte va a recordarlo.
-No puedo creer que tenga un sueño tan pesado, nisiquiera cuando la refresque se desperto- Dice Cesar mientras la cubre, nos dejamos en calzoncillos y cada uno se acuesta a una lado de la pequeña, siento su cabeza recostarse contra mi pecho y su brazo rodea a mi hermano.
...
-Ouch- Dice una voz que reconozco perfectamente, paso mi brazo por su cintura y la pego a mi pecho, la siento moverse un poco y quejarse.
-Tengo ganas de ir al baño- Dice y la suelto, la veo salir de la cama y reviso mi reloj, son las 6 de la mañana y le alegra que la pequeña malcriada haya podido dormir bien, la veo caminar de nuevo a la cama y se acurruca en mis brazos, Cesar se encuentra durmiendo dandonos la espalda.
-Como te sientes- Pregunto acariciando su cabello y espalda, ella suelta un suave quejido y yo niego, le gusta el dolor, mas de lo que es capaz de aceptarlo todavia, la castigamos fuerte para alguien a la que le gusta poco el dolor y siempre estuvimos pendientes de su reacción y lo estaba disfrutando mucho.
-No creo que pueda usar un pantalon en unos dias- Dice a mi pecho y yo rio, la crema que compre le va a ayudar a cicatrizar mejor, que nos guste castigarla no quiere decir que sea algo que debe durar dias o semanas, por eso el after-care son tan importantes, aunque ella en su terquedad lo negara.
-Lo habías hecho antes- Pregunto y ella asiente contra mi pecho, si no tenia un dom realmente pendiente debió ser una mierda los siguientes días.
-Buscamos en todo tu baño y no tenias una sola crema de cicatrización o especial para las laceraciones- Digo y ella me observa algo interesada en lo que digo, no tenia ni la menor idea que eso existe y realmente me preocupe que hayan sumisas en el club que no esten informadas sobre todos estos temas, si no tienen dom permanentes, deberían por lo menos saber todo lo necesario para que ella se cuiden.
-No sabia, solo lo hice una vez y los siguientes dias fueron horribles, asi que por eso lo coloque como un limite- Dice y yo le doy un pico en la frente, por mas que sea madura y sepa muchas cosas, le faltan cosas por aprender y mas que felices le explicaremos todo.
-Descansa pequeña, te prometo que no te sentiras como la anterior ocasión- Digo acariciando su cabello, paso mis brazos por su cuerpo y los dos quedamos dormidos.
Me despierto por el sol que da en mi cara, siento el cabello corto de Alice acariciar mi pecho descubierto, la acomodo sin despertarla y me pongo de pie entro al baño, me lavo la boca, hago mis necesidades y salgo de la habitación, veo la cama vacia por lo cual me imagino que los dos estan en la cocina, tomo la crema que esta encima de la mesa de noche y voy a donde estan, veo las piernas desnudas de Alice, tiene algunas zonas rojas, la veo moverse sin que se rocen.
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PLACENTERAMENTE SUYA
General FictionAlice es una reconocida abogada que, hace algunos meses, se adentró en el mundo de la sumisión. Su estresante vida la llevó a buscar una forma de escape, encontrando en el club Redemption un refugio y un segundo hogar. Nathaniel y César han regresad...