9
NarutoSalvo por las titubeantes instrucciones de Hinata, hicimos el trayecto en silencio. Cuanto más nos alejábamos de mi vecindario, más empeoraba mi malhumor. Me volví hacia ella cuando aparcamos delante de una casa ruinosa.
-¿Vives aquí?
Ella negó con la cabeza.
-No, en un apartamento alquilado del edificio.Puse el coche en punto muerto con brusquedad mientras me quitaba el cinturón de seguridad.
-Enséñamelo.La seguí por el accidentado camino tras comprobar dos veces que había cerrado el coche. Ojalá encontrara las ruedas aún puestas cuando regresara. De hecho, ojalá encontrara el coche.
Ni siquiera intenté disimular el disgusto que sentí mientras inspeccionaba lo que suponía que se consideraba un «estudio», que no un «apartamento». Yo lo consideraba un cuchitril. Un futón, un sillón viejo y un escritorio que hacía las veces de mesa eran los únicos muebles de la estancia. Una encimera diminuta con un hornillo portátil y un pequeño frigorífico conformaban la cocina. Junto a una pared se apilaban seis cajas. Los trajes y las blusas pasadas de moda que se ponía Hinata colgaban de un perchero.
Me acerqué a la única puerta que había en la estancia y la abrí. Un cuarto de baño minúsculo con una ducha tan diminuta que yo jamás podría usarla. Cerré la puerta y me volví hacia ella. Me miraba con nerviosismo. Nada de aquello tenía sentido.
Me coloqué frente a ella, intimidándola con mi altura.
-¿Tienes algún problema del que yo deba estar al tanto?-¿Cómo dices?
-¿Tienes un problema de drogas? ¿O algún otro tipo de adicción?
-¿Cómo? -preguntó de nuevo, llevándose una mano al pecho.
Extendí un brazo.
-¿Por qué vives así, como si fueras una muerta de hambre? Sé lo que ganas. Puedes permitirte un sitio decente. ¿En qué te estás gastando el dinero?Entrecerró los ojos y me miró, furiosa.
-No tengo problemas con las drogas. Tengo otras prioridades en las que gastarme el dinero. El lugar donde duerma es secundario.Le devolví la mirada furioso.
-Para mí no. No vas a quedarte aquí más tiempo. Recoge tus chismes. Ahora.Puso los brazos en jarras.
-No.Di un paso hacia ella. El estudio era tan pequeño que cuando retrocedió, acabó pegada a la pared. La intimidé con mi altura mientras la miraba atentamente. Sus ojos, aunque me miraban con furia, tenían una expresión clara. Le sostuve la mirada mientras le aferraba una mano y le levantaba la manga. Estuvo a punto de gruñirme al tiempo que forcejeaba para liberar el brazo, que mantuvo en alto para que yo lo examinara, tras lo cual hizo lo mismo con el otro.
-No hay señales de pinchazos, Naruto -me soltó-. No consumo drogas. No las fumo, no las ingiero y no me las inyecto. ¿Satisfecho?
¿O quieres más comprobaciones? ¿Quieres que orine en un bote?-No. Supongo que debo confiar en ti. Si descubro que mientes, adiós al trato.
-No estoy mintiendo.
Me alejé de ella.
-De acuerdo. No pienso discutir esto, pero te vas de aquí esta misma noche. No quiero arriesgarme a que Jiraiya descubra que vives en un estercolero como este.-¿Y si no te ofrecen el trabajo? ¿Qué hago entonces? Dudo mucho que me permitas seguir viviendo contigo.
Solté una carcajada. Tenía razón.
-Con lo que te estoy pagando, podrás conseguir un sitio decente. -Recorrí de nuevo el lugar con la mirada-. No vas a llevarte estos muebles.
ESTÁS LEYENDO
Todo por amor (naruhina)
Romance¿Qué harías si la persona que más odias se convierte en la única persona con la que puedes vivir?. Si quieren saber más ¡¡entren!!