Capítulo 33

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Naruto

Llevé la bandeja a la cocina y dejé a Tsunade y a Hina charlando. Jiraiya me siguió con la caja en las manos, pero estaba dispuesto a esperar a que nos trasladásemos al despacho para seguir hablando. Miró los papeles que había en la encimera y cogió el que detallaba el trabajo en Ōtsutsuki.

—Naruto, ¿en serio? —Esbozó una sonrisa torcida—. Te habrías muerto del aburrimiento allí.

—No podía llevarme a Hina a Suna. Habría sido muy infeliz.

Me observó un momento con una sonrisa en la cara.—Sí que has cambiado.

—Te refieres a que he madurado, ¿verdad?

Asintió con la cabeza y me puso una mano sobre el hombro. —Me alegro de verlo.

Eché un vistazo por encima del hombro y vi que Hina se había puesto de pie y abrazaba a tsunade.

—Es una sensación estupenda —reconocí—. No creí que fuera a experimentarla en la vida.

—La persona adecuada puede abrirte los ojos en muchos sentidos, Narutl.

Tenía razón. Me ofreció el nuevo contrato.

—Vamos a firmar estos documentos.

—¿Por qué has traído mis cosas si la idea era contratarme de nuevo?

Jiraiya puso una cara rara antes de abrir la caja.—La caja está vacía, Naruto. 

Lo miré boquiabierto.—¿Qué? ¿Y por qué la has traído?

—Por el mismo motivo que hemos venido sin avisar. Quería ver cómo reaccionabas al creer que se había terminado. Quería ver tu reacción visceral. No la que hubieras preparado de antemano.

—¿Y…?

—Parecías destrozado.

—Y lo estaba. Quería seguir trabajando para ti. Cuando he visto la caja, he comprendido que había metido la pata hasta el fondo. No
me ha sorprendido, pero en ese momento me he dado cuenta de lo mucho que deseaba seguir trabajando para ti. Claro que también he sabido que no podía hacer nada para arreglarlo. Al fin y al cabo, la culpa es solo mía.

—Tu reacción me ha dicho todo lo que necesitaba saber. Estabas alterado, pero lo primero que has hecho ha sido consolar a Hina. En ese momento, he sabido que habías
cambiado de verdad. —Sonrió

—.Siento mucho la artimaña.

Le tendí la mano, que él aceptó para estrechármela con fuerza. —Lo entiendo. Volvió a cerrar la caja. —Úsala para llevar más cosas a tu despacho. Hazlo tuyo, Naruto.

—¿Lo sabe alguien más?

—Nadie fuera de la familia. El resto del personal cree que has estado de vacaciones con Hina. Ve a trabajar el lunes, empezaremos de cero. Nadie se enterará nunca.

—Gracias. No volveré a decepcionarte.

—Lo sé —dijo y asintió con la cabeza para enfatizar sus palabras

—. Lo sé muy bien.
.
.

Al cabo de poco rato, Graham me estrechó la mano para despedirse.—Nos vemos el lunes.

Tsunade abrazó a Hina por última vez antes de volverse hacia mí.—Esperamos mucho de ti, Naruto.

—No os decepcionaré.

Me dio unas palmaditas en la mejilla.
—Sé que no lo harás.

—Tengo mucho que compensar y me esforzaré al máximo.

Todo por amor  (naruhina)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora