Boda parte 1

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¿Es necesario que vayas?- suspiro haciendo que sus rubios mechones se elevaran por un instante- El doctor dijo que él bebe podría nacer en cualquier momento, además tu hermano ni siquiera te invito.

No esperaba respuesta, así era su marido, serio y hasta cierto punto obsesivo, cuando una idea se plasmaba en su mente no había manera de borrarla hasta ser ejecutada- Deidara, volveré pronto, serán solo dos días, haz que ese bebe no nazca hasta que vuelva por favor. – le beso la parte superior de los cabellos rubios y se despidió de su bebe besando el abultado vientre.

El omega tenía un mal presentimiento, su cuerpo se estremecía de solo pensar que su amado esposo debía encontrarse con la bola de ancianos estirados del corporativo del que alguna vez fue parte. El mejor que nadie sabia que esos tipos jugaban sucio y no se andaban con juegos cuando se trataba de eliminar inconvenientes.

Suspiro hasta que vio el auto azul marino de su esposo dejar el garaje y no le quedo de otra que ir a su cama para poder oler el aroma del alfa que aun quedaba tenuemente en ella. Su bebé se removió fuerte dentro de él. Se toco el vientre desganado ante la incomodidad de los movimientos, no eran dolorosos, pero si muy extraños, tanto que se sentía exhausto cuando su bebé hacia sesiones de gimnasia.

Ya no podía dormir boca arriba, el aire le faltaba y se mareaba. Pero cuando lo hacía de lado, sentía como su piel se estiraba y le provocaba incomodidad, terminaba metiendo almohadas entre su vientre y la cama. Quiso llorar, el embarazo le volvía tan vulnerable, sumiso y molesto. Sus emociones salían sin poder controlarlas- No pude decirle que lo amaba- se limpió las lágrimas y después de un rato se quedó dormido.

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Perdió la cuenta de los tragos que llevaba, hacia tanto que no bebía de esta manera. ¿Era una herida de amor? sacudió su cabeza para quitarse esos pensamientos estúpidos y sirvió otro trago. En otros momentos su compañera de tragos le hubiera reprendido, ella era la parte cuerda en la amistad, la que ponía los limites y le hacia volver a casa con bien. Pero en esta ocasión ella parecía estar igual que el.

La vio de reojo, jugaba con su trago mientras su vista no se despegaban de la chiquilla de ojos perla que jugaba en la orilla de la piscina con el rubio. Sasuke bebió e hizo lo mismo, perderse en la imagen del rubio sonriente que lanzaba agua a diestra y siniestra.

Dejo su trago aun lado cuando el rubio se acercó a ellos sonriente – Sasuke, ¿Vamos a la playa? - modulo su voz para que no fuera evidente que el alcohol le había afectado, pero cuando iba a contestar el rubio añadió- Quiero mostrarle a Hinata los corales que hay cerca de aquí y ...

Vayan ustedes – respondió frio, tanto que el rubio lo noto y se encogió, el pelinegro se percató, pero no pudo componerlo o solo no quiso hacerlo.

Bueno... Entonces iremos- Se mostro dudoso, pero mientras se iba el rubio seguía viendo hacia atrás como si esperara que el Uchiha se levantara de ultimo momento y le acompañara como últimamente hacia a todos lados.

Cuando los omegas ya no estaban al alcance de su vista se permitió suspirar. Reviso su teléfono personal y tenia miles de mensajes sobre la organización de la boda. De nuevo bebió y termino el trago, seria el ultimo ya que estaba empezando a perder la cordura.

Boda, de repente esas cuatro letras le parecían tan duras, ¿Se estaba arrepintiendo de casarse?, él tenía por seguro que amaba al rubio. Pero ¿Quién era Naruto?, ¿Se enamoro del rubio en realidad? O ¿se enamoró de la persona que el rubio fingía ser para salvar a su amiga?.

Si recapitulaba, él había sido una persona horrible con el omega, no había nada en el que pudiera hacer que el rubio se hubiera enamorado genuinamente de él. Entonces ¿De donde le surgió el amor?, la respuesta le quedo clara con todo lo que acababa de pasar.

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