Atada en un destino de espinas.

Capitulo Treinta y Siete.

Giuseppe Mildford.

Estaba sentada frente a la entrada al bosque mirándolo con total admiración pero nostalgia a la vez , el simple hecho de saber que en mis manos ya existían vidas arrebatadas por mi me hacían sentir sucia.

De alguna u otra manera toda esa gente que eh asesinado dejo una cicatriz en mi piel , no sé si deje a familias llorando por la perdida de sus seres o progenitores aún cuando sus actos eran horribles y yo los castigue por ellos.

Había veces en las que culpaba a mi razón por matar a gente que alguna vez se desvio del buen camino , no intente entender sus motivos solo actúe referente a sus crimenes y eso aveces me mataba por dentro , el pensar que me era tan indiferente arrebatar sueños o venganzas de alguien acabando con su vida me tenía enterrandome contra la punta de una espada.

Las últimas expresiones que me daban las recordaba frecuentemente , era simplemente asqueroso recordar mis manos llenas de sangre o el sabor metálico en mi boca.

No se porque me consideran tan buena si eh cometido asesinatos tan sádicos , no se cómo es que me guardan cariño por matar a "monstruos" cuando el único monstruo soy yo , uno que mata incluso aveces por placer y no le carcome la conciencia escuchar como gritan que pare , que deje de dañarlos más , que les tenga piedad...

Mato a personas que han hecho cosas horribles , pero al final la que se siente pero que ellos soy yo.

Me abruma aveces sentir mi corazón tan oprimido por una placa de hielo y mi alma escondida entre lo más recóndito de la oscuridad en mi interior.

¿Seré tan buena como dicen o solo soy un arma con sed de derramar sangre de aquellos que rompen las reglas?

No lo sé.

No tengo respuesta a ellos y tampoco quiero pensar más.

No te culpes por salvar a gente de los monstruos.- Escuché a mis espaldas por lo que solo suspiré pesadamente.

Asesinarlos me está convirtiendo en uno Mirek.- Dije apretando mi pierna con fuerza por el hecho de aceptarlo.

Tu nunca serás uno Giu , no importa lo que hagas tu nunca serás como ellos.- Respondió a mis palabras mientras tomaba mis manos en las suyas.

No lo sabes Mirek , no sabes si me convertiré en algo mucho peor o si terminaré como...- El solo recordar aquello me hizo respirar de manera rápida.

No lo harás , estoy seguro.- Dijo mirándome mientras estaba inclinado frente a mi aún tomando mis manos.

Es a lo único que le tengo miedo Mirek.- Digo con el nudo en la garganta que ahora parecía incluso doloroso el querer formular las palabras.

Eres la mujer más fuerte que eh conocido Giuseppe , pero si le sigues temiendo terminara pasando.- Dijo el dando leves caricias en mis nudillos , el solo mirar sus ojos me hacía sentir calma , como si de alguna manera pudiera ver qué no soy la única con ese miedo...

Gracias por siempre animarme Mirek.- Agradezco haciendo que me sonría.

Me hubiera gustado cumplir mi promesa Giu.- Dijo agachando la mirada , podía oler como su alegría se transformaba en tristeza...

¿De que hablas? ¿Que pasa Mirek?.- Pregunté tomando su rostro en mis manos para mirar como sus ojos se veían llenos de tristeza y dolor.

Te dije que serías mia pero nunca tuve oportunidad de tenerte Giu.- Dijo con una voz tan delicada pero a la vez era como si arrastrará cada palabra.