𝐖𝐢𝐬𝐞 𝐚𝐬 𝐚𝐧 𝐎𝐥𝐝 𝐐𝐫𝐨𝐰 (𝐓𝐫𝐚𝐝𝐮𝐜𝐢𝐝𝐨)

XLV

Aquí vamos.

Arte de portada: Aristeo Storm

Capítulo 45

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—Así que este es nuestro dormitorio. ¡Una morada magnífica!

Peter habló en voz alta, como siempre, y siguió llenando el silencio que habían dejado los otros tres miembros del equipo. Qrow estaba más que feliz de dejarlo hablar, temiendo que si las palabras salían de su boca, estarían llenas de improperios y empeorarían la situación.

Lo había arruinado.

Equipo STRQ...

¡Maldito sea todo!

La frustración era aplastante. Qrow dejó escapar un suspiro rápido y arrojó su mochila al suelo junto a una de las camas, reclamó la mochila en silencio y se quitó los zapatos. No confiaba en sí mismo para mirar a los demás, a sus propios compañeros de equipo. Tenía demasiado miedo de que vieran la decepción en su rostro y pensaran que era culpa suya.

Peter, Peach y Gretchen caminaban de puntillas a su alrededor y él odiaba eso. Qrow nunca había pensado que sería la causa de conflictos en un equipo, ya que se consideraba un tipo tranquilo. También era lo suficientemente maduro como para reconocer que él era el problema. Debería haber sido lo suficientemente maduro como para superarlo también.

Pero el Equipo STRQ había sido lo único que había estado esperando con más ansias que cualquier otra cosa. Su antiguo equipo, su equipo muerto, vivo y coleando una vez más. Todo ese tiempo dedicado a tratar de encontrar una solución para Mountain Glenn, para Colmillo Blanco, para Cinder y Salem, y él había ido y jodido la única cosa que daba por sentado. Peor aún, ni siquiera podía culpar a su Semblanza por ello.

—Supongo que reclamaremos las camas que queramos —continuó Pete, acercándose nerviosamente para tomar la que estaba más lejos de Qrow y atrapar a Peach y Gretchen en el medio. Peach se apresuró a tomar la que estaba al lado de Peter y dejó a Gretchen colgando—. Oh, pero también deberíamos establecer algunas reglas de equipo, ¿no? Un equipo mixto. Ejem. No estaría bien que nos entrometiéramos mientras las bellas damas se cambiaban.

Nadie dijo nada. Qrow continuó desempacando, usando el acto para mantener su temperamento controlado, y Gretchen mantuvo la mirada baja y se movió hacia la cama, deslizando su bolso debajo de ella lo más silenciosamente que pudo. Peter miró a Peach, rogándole en silencio que hablara.

—Cierto —tartamudeó—. Supongo que es tan fácil como aceptar cambiarse en el baño.

—¡Buena idea! ¡Y tendremos que aceptar cerrar la puerta con llave cuando usemos la ducha!

—Estoy segura de que todo irá bien. Tú y Qrow parecen caballeros.

—Por supuesto, soy un caballero astuto en todo momento, pero sigo siendo un hombre y, por lo tanto, propenso a los accidentes —Peter tosió en su puño y su voz se volvió mucho más tranquila—. Así que será mejor que cierres la puerta y me ahorres la oportunidad de ganarme tu justa indignación.

—Claro...

El silencio reinó de nuevo. En la habitación contigua a la suya, se oían risas mientras un equipo se conocía. El contraste con el silencio miserable de su propio dormitorio parecía demasiado marcado. El scroll de Qrow vibró, haciendo que Gretchen se estremeciera, y él lo contestó sin pensar. Era Raven, con un mensaje de texto sobre dónde estaba su habitación y preguntándole cuál era la suya.

Sus habitaciones ni siquiera estaban una frente a la otra. Estaban prácticamente en extremos opuestos de los pasillos. No había una gran distancia. Había que caminar unos cuarenta segundos desde su puerta hasta el dormitorio del Equipo SWRT, una línea recta por el pasillo sin caminos que se bifurcaran. Sin embargo, parecía una distancia enorme cuando se suponía que él debía estar con ellos.