𝐖𝐢𝐬𝐞 𝐚𝐬 𝐚𝐧 𝐎𝐥𝐝 𝐐𝐫𝐨𝐰 (𝐓𝐫𝐚𝐝𝐮𝐜𝐢𝐝𝐨)

LVI

Aquí vamos.

Arte de portada: Aristeo Storm

Capítulo 56

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Qrow mentiría si dijera que pensó bien sus acciones.

Había sido cazador profesional durante veinte años. Veinte años confiando en sus instintos y en los frutos de años de duro trabajo y entrenamiento. Para un cazador, aquellos que ignoraban sus instintos morían.

Resultó que no se podía decir lo mismo de un viajero en el tiempo.

Se dio cuenta de la diferencia entre las capacidades de su nuevo cuerpo y las de su antiguo cuerpo cuando el fauno lo sintió y se giró en un punto donde Qrow solo había cubierto la mitad de la distancia. Si fuera su yo anterior, ya estaría sobre ella, tomándola por sorpresa, pero ella tuvo tiempo de burlarse y saltar hacia atrás para poder mantenerlo a él y a la otra cazadora a la vista.

—¡¿Qué es esto?! —espetó—. ¿Un niño ayudando? ¡Tanto para la famosa parca!

«Esto es vergonzoso —pensó Qrow. Un profesional sabía que no debía hablar en una pelea, pero esto no era un error de su parte. Era una señal evidente de que no lo consideraba una amenaza lo suficientemente grande como para tomarlo en serio—. ¡Lo peor es que no estoy seguro de que esté equivocada!»

Era demasiado tarde para echarse atrás. Qrow atacó con su espada y atrapó a una de las suyas, asegurándose de seguir a la otra con el rabillo del ojo. Su respuesta fue rápida, aunque poco inspirada, un tajo repentino a la altura del cuello. Rápido, lo suficientemente rápido como para abrumar a la mayoría de las personas de su edad, pero no exactamente inteligente. La mujer estaba actuando como si él fuera paja para ser despachado con un solo golpe.

Qrow entrelazó su espada con la de ella, desplazó la daga y atrapó la segunda espada, sorprendiéndola por medio segundo antes de sentir que sus pies dejaban el suelo. Su golpe fue demasiado fuerte y él demasiado pequeño. Qrow se dejó llevar por él, concentrándose en mantener sus espadas alejadas mientras disparaba su espada sin ninguna esperanza de golpearla, sino solo de disparar una ronda de polvo justo en frente de su cara.

Al igual que él, ella tenía instintos inculcados, y el suyo era retroceder y retirarse, a pesar de que estaba ganando. El fauno saltó hacia atrás incluso cuando Qrow fue lanzado hacia el otro lado. Aterrizó dando una voltereta y se puso de pie. Un pase, un intercambio, y ya estaba claro que estaba superado.

«¡Odio este cuerpo! ¡Yo era el cazador más fuerte de Vale y ahora mírame!»

—Corre... —gritó la cazadora a la que había venido a salvar. La mujer se puso de pie tambaleándose y dio un paso entre Qrow y la faunus—. Sal de aquí.

—No puedo —dijo Qrow, con lógica razonable pero con una calma irracional—. Estamos en medio de la nada. Si corro, ella te matará y luego me perseguirá. Nuestra mejor opción es luchar juntos.

—¡Eres un niño!

—La muerte no discrimina.

—¡Ja, ja, ja! —gritó la faunus, con una mano sobre su muslo—. Oh, wow, me agradas, niño. Esa es buena. Pero estoy un poco atrasada, así que tendré que aclarar esto —la mujer se agachó para recoger un reloj que llevaba en la cintura y apretó la tapa—. Sesenta segundos es todo lo que tardará.

Qrow se preparó, pero perdió el equilibrio cuando su propioaaliada lo empujó a un lado y lo apartó del camino. ¡La faunus ni siquiera había ido a por él! Su aliado lo empujó hacia abajo y corrió para lidiar con la pelea por su cuenta, dejando a Qrow luchando por recuperarse del movimiento inesperado. ¡Ser subestimado era una mierda, especialmente cuando era mayor que esta maldita cazadora! Qrow reprimió su ira y se obligó a respirar. Reprendería al idiota más tarde. Por ahora, tenía que ayudar sin convertirse en una carga porque, le gustara o no, su cuerpo aún no estaba en su mejor momento.