𝐖𝐢𝐬𝐞 𝐚𝐬 𝐚𝐧 𝐎𝐥𝐝 𝐐𝐫𝐨𝐰 (𝐓𝐫𝐚𝐝𝐮𝐜𝐢𝐝𝐨)

LIV

Aquí vamos.

Arte de portada: Aristeo Storm

Capítulo 54

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Resultó que no podían visitar a Ghira en la comisaría. Técnicamente no había sido acusado, y eso significaba que no tenía derecho a visitas, como sucede con los delincuentes. Era una especie de acuerdo nebuloso a medio camino, que se suponía que le permitiría a un posible delincuente tener tiempo para contratar un abogado, pero que se utilizaba con demasiada frecuencia como excusa para mantener a la gente más tiempo del que normalmente le permite la ley.

Así lo resumió Qrow, pero los demás, con toda la conciencia mundana de los adolescentes, lo vieron de una manera mucho más simple.

—¡Esto es una tontería! —Raven señaló al policía—. ¡Eres una tontería!

—Soy un agente de la ley —dijo el hombre detrás del mostrador, que claramente no quería tener que lidiar con adolescentes enojados—. No hago las leyes, sólo las hago cumplir. Hablando de eso, si alguno de ustedes causa un alboroto aquí, será arrestado.

Raven se cruzó de brazos.

—Pruébalo, gordo.

—¿Disculpe...?

—¡Quiere decir lo siento, gordo! —interrumpió Summer, apartando a Raven mientras se reía torpemente, y no se dio cuenta de que repetía el insulto de manera casual. El oficial gruñó y puso los ojos en blanco, decidiendo que no valía la pena el esfuerzo de lidiar con ellos—. Ven, Raven. Antes de que el simpático señor gordo te arreste.

—Tendría que levantarse para intentarlo.

Qrow ayudó a sacar a su hermana mientras Willow se disculpaba pasivo-agresivamente con los oficiales que lo observaban. Taiyang solo parecía frustrado, pero fue lo suficientemente inteligente como para no causar problemas. Lo suficientemente inteligente como para no intentar arrastrar a Raven tampoco, ya que ella le habría dado una patada en las pelotas.

—¡Malditos canallas! —maldijo Raven una y otra vez—. Todo por la ley, excepto cuando se trata de detener a los imbéciles que atacaron las protestas anteriores.

—Es lo que es —respondió Qrow—. Veamos qué tiene que decir Kali.

No tardaron mucho en encontrar a Kali. Por supuesto que no fue así. La mujer estaba encabezando una protesta justo en frente de la comisaría, en protesta por la detención ilegal de Ghira Belladonna y otros miembros destacados del grupo. Cerca de ellos había una contraprotesta, aunque decir que estaban «protestando» por algo sería un nombre inapropiado.

—¡Vuelvan a Menagerie!

—¡Dejen de causar problemas!

—¡Arréstenlos! ¡Vengan y arréstenlos a todos!

Kali se puso de pie sobre un cajón de jabón, extendió las manos, extendió sus dedos medios y rugió:

—¡QUE SE JODAN TODOS!

—Buena chica —dijo Raven, sonriendo con cariño.

—¡Humanos! —advirtió un faunus mientras se acercaban.

—No, son buenos —dijo Kali, bajando de un salto de su caja.

Algunos de los faunos no parecían convencidos, y Qrow estaba seguro de haber oído a uno de ellos murmurar «no es así» en voz baja. Parecía que el lado violento del Colmillo Blanco ya estaba extendiendo sus raíces. Uno o dos de los faunos susurraban a espaldas de Kali, aunque sacudían la cabeza y señalaban a los contramanifestantes.