Los días transcurrían y Maritza e Isabel se volvían cada vez más cercanas pero eso le disgustaba a la pelinegra y siempre que tenía la oportunidad de tratar mal a la castaña lo hacía.
El día de su cumpleaños había llegado y sus amigos, compañeros y profesores la saludaban, pero fue más grande su sorpresa cuando Isabel le pidió ir a un lugar llevándola donde precisamente encontró abrazada a su amiga con la persona que estaba frente a ella
—Isabel ¿Es en serio? —la pelinegra se dió la vuelta para irse pero Maritza rápidamente la tomó del brazo
—Peque, nos dejas a solas ¿Porfa? — Nicole se sorprendió por lo que acababa de decir la castaña, ¿desde cuándo se hablaban con tanta confianza?, además se sentía traicionada por su amiga que se fue rápido ante el pedido de la otra chica
—¿Qué quieres? —preguntó secamente, apartando su mano algo brusca pero Maritza no pensaba caer ante los malos tratos de la pelinegra.
—Tranquila, solo quiero desearte un Feliz cumpleaños —le decía eso mientras le entregaba una pequeña cajita de regalo —sé que me odias y tal vez tengas tus razones pero eso no quita que quiera saludarte
—Pensé que no te importaba. —Nicole no sabía cómo reaccionar —no era necesario pero... —apartó su mirada de la castaña —gracias Rossi —esta le sonrió
—Ya te he dicho antes que no asumas —Maritza se puso algo tímida y suspiró—hmm Nicole...puedo..¿Puedo darte un abrazo?
—¿Dónde está "la Rossi no quiero abrazos"? ¿o es que aquí traes a tus amigas para abrazarlas? —preguntó con algo de fastidio recordando lo que había visto hace una semana atrás
—Tienes razón, olvídalo —la castaña tuvo la intención de irse pero se detuvo cuando recordó algo y giró mirando a la pelinegra, sacó de su bolsillo un papel y se lo entregó —si quieres lo guardas o lo botas —sin decir más se fue rápido
Vió el papel y este tenía un dibujo de una chica que al parecer era ella con una mariposa.
Nicole entró en conflicto consigo misma, porque con esto confirmaba sus sospechas y le quedaba claro que Maritza le gustaba pero las palabras de su madre le rondaban la cabeza cuando veían a una pareja homosexual "que asco" "deberían quedarse en su casa si quieren besarse" "Dios me lire de tener hijas así" "se olvidan de que tienen mamá" "Nicole, tienes que estudiar y encontrar un buen hombre".
Al regresar al salón vió como su amiga y la castaña jugaban con sus manos donde tenían que entrelazar cuatro dedos y atrapar el dedo que quedaba libre que era el pulgar "ojalá se queden sin manos" pensó enojada.
Cuando fue a su lugar ignorando a las dos chicas de atrás, Liliana le preguntó si podía ayudarla con un ejercicio de matemáticas y aunque no quería asintió queriendo despejar su mente pero las risas de Isabel y Maritza la tenían al borde del colapso. "A mala hora el profesor tiene esa reunión" "cómo no hay un terremoto".
De pronto escucharon un sonido fuerte asustando a todos en el aula y Nicole pensó si de verdad tenía poderes mentales "¿Habré sido yo?". Cuando de pronto sintió unos brazos rodearle por el cuello pero no prestaba atención y seguía perdida en sus pensamientos, "deja de pensar en tonterías Nicole", se reprendió "si tendrías poderes Maritza estaría bajo tierra y lamentablemente tu amiga la estaría acompañando".
—Nicki, ¿estás bien? —Liliana le preguntó aferrándose más a ella haciéndole reaccionar.
—¿Eh?, si.. si ¿Qué pasó? —preguntó pero está vez observando a su alrededor y se encontró con esos ojos claros que la miraban sin expresión alguna.
—Rompieron la ventana —Nicole regresó su mirada a su compañera y asintió entendiendo lo que había pasado y reafirmando que efectivamente, no tenía poderes.
—Mari no te olvides de llevar tu dibujo a la tutora para que lo ponga en el periódico mural —dijo Isabel
—Cierto, mejor aprovecho ahora que no hay nada que hacer ¿Me acompañas? —la pequeña asintió
Se levantaron y cuando caminaban Maritza elevó sus brazos para abrazar por los hombros a Isabel, sorprendiendo a la pequeña, a Luz que las miraba sin comprender y obviamente a Nicole. Si supuestamente no le gustan los abrazos pero ahí va ella abrazando a su amiga y en ese momento anheló tener poderes para desintegrar a la castaña porque hace un rato le había pedido un abrazo a ella pero ahora se lo daba a otra.
Al terminar las clases Nicole le pidió a su amiga que la espere con Kelly en la puerta principal y cuando la castaña ya se iba a ir la detuvo.
—Rossi espera ¿Podemos hablar un momento? —Maritza asintió y se paró en el umbral de la puerta.
La castaña la esperó pensando que hablarían mientras van hacia la salida pero se sorprendió cuando Nicole la jaló hacia adentro cerrando la puerta del aula y la abrazó sin decir nada.
—Me gustó la pulsera pero mucho más el dibujo, gracias Maritza —susurró en medio del abrazo.
—D..de..nada —respondió cómo pudo —¿Ya no me odias?.
—Todavía lo hago —ambas chicas rieron pero seguían en el abrazo —pero menos.
—Algo es algo ¿No? —se separó levemente para mirarla —Feliz cumpleaños otra vez bonita.
—No hagas eso —la pelinegra no pudo evitar su sonrojo y volvió a abrazarla escondiendo su cara en el cuello de la castaña y ésta solo sonreía porque no todos los días era así con ella.
—jaja pero no hago nada —sintió un pequeño golpe en su hombro —tú no hagas eso, no me gusta —Nicole la miró sin saber si bromeaba o lo decía en serio y al parecer era lo segundo.
—Ok disculpa —dijo apenada y se separaron —de verdad gracias por todo Rossi —se volteó para abrir la puerta pero la castaña la sorprendió acercándose para darle un beso en la mejilla.
—Deja de agradecer Nicole, que tengas un bonito día —Maritza salió y para su sorpresa no grata se encontró con el profesor de historia parado a un lado dandole una sonrisa maliciosa.
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Después de Amarte (GL)
Teen FictionMaritza es una adolescente que empieza a relacionarse más con dos compañeras de la escuela. Con el pasar del tiempo empieza a desarrollar sentimientos que no entendía y que, por primera vez los experimentaba. La confesión de una de ellas, logra hace...