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capitulo 23

Eres mía y de nadie mas

04 de febrero 2024

—¿Cómo es que cada vez que te llamo llegas en menos de quince minutos?

Matteo levantó la vista de su cereal a su novia, quien lo miraba intrigada con la cara apoyada en su mano.

—¿Quieres ver?— una sonrisa socarrona surco el rostro de matt.

Mayte alzó una ceja cuando matt se levantó para agarrarla de la mano y encaminarla fuera de su casa.

Caminaron hacia un lado de su casa a unas cuantas casas de distancia había una cabaña que mayte había visto pero no le había prestado atención.
Aunque la cabaña se veía muy linda a simple vista.

Matteo se detuvo en el porche de la cabaña.

— por esto.— sacó unas llaves de su bolsillo y abrió la puerta de la cabaña.

— espera, ¿Qué?

Espeto mayte, estando dentro y admirando los muebles bien ordenados, la cocina que parecía muy lujosa y un pasillo con varias puertas.

Valla, la cabaña era grande.

Se dió cuenta de que matt tenía una sonrisa en la cara al ver su reacción.

Termino con su escaneo y se volteó hacia matt para mirarlo a los ojos, ceñuda.

—¿Es tuya?—  le preguntó confundida.

— es la casa que me regalaron Andrea y Piero.

Mayte pestañeo, analizando toda la información.

—¿Por qué no me habías dicho ? Más bien, porqué no me había dado cuenta.

Matt soltó una risita ante la reacción de su novia.

— quería que te dieras cuenta.

Mayte se dió cuenta de que había una cajita y un peluche en uno de los muebles.

—¿Y eso?— sonrió acercándose.

— creo que es para ti.— matt la siguió.

Mayte abrió la cajita y se encontró con una flor de loto de Cristal.

Y literalmente, una flor.
Se sorprendió al notar los detalles en cada pétalo de cristal.

Sonrió de oreja a oreja y tomó la pequeña muñeca y notó que era...

—¿Soy yo?

Matt no paraba de sonreír.

— así es. La mandé a tejer para tí.

Mayte se levantó del mueble y caminó hacia matt.

— ¿Cómo sabías que la flor de loto es mi favorita?— preguntó volviendo a admirar la pequeña flor de cristal.

— tengo mis métodos — matt puso sus manos en la cintura de su novia — ¿Cuantos puntos me das?

Mayte apartó su vista de la flor para centrarse en su novio.

—eres el mejor— lo abrazó para darle un pequeño beso en la mejilla.

— ya son dos meses— matt murmuró sin romper el abrazo, queriendo permanecer cerca de ella.

— sí. Y yo también te tengo un regalo.

°•°•°•

—¿Ya?—  matt preguntó por tercera vez, impaciente por abrir los ojos.

—¡Que no, joder!— se dió algunos retoques al maquillaje, aunque lo fuera a estropear en muy poco tiempo.

Mayte volvió a peinar su cabello, sonriéndole a su reflejo, satisfecha.

Se giro hacia la puerta del baño para salir, y se encontró con su novio recostado en el marco de la puerta con los brazos cruzados y una sonrisita que le hizo temblar las piernas.

Instantáneamente y sin poder evitarlo, la imagen de Francesco parado en la puerta de su baño en la misma posición llegó a su mente, causando que hiciera una mueca de miedo y se echara hacia atrás con la respiración entrecortada.

Se apoyó en la puerta corrediza de la ducha con el pecho subiendo y bajando, agitada.

Matt le frunció el ceño, y luego su rostro se hizo en preocupación.

—perdon , no quería asustarte — matt pronunció con culpa, acercándose un poco a su novia que seguía observándolo con los ojos bien abiertos.

Mayte se irguió y suspiró, recordando que era matt, su novio, y que lo quería y no le haría daño.

— no solo... Es que...— mayte miró hacia abajo jugando con sus dedos— por un momento volví a ese día...

Matt apretó los labios.
No le gustaba ver a mayte así.

Era una chica hermosa, llena de vida y que se veía perfecta e ese encaje que le quedaba como anillo al dedo.
Era una chica que no se merecía vivir recordando algo tan horrible.

Se acercó un paso a ella, quedando justo frente a frente.

Puso una mano en la barbilla de ella, obligándola a mirarlo.

— ¿Cómo se te ocurrió este regalo? Porque me encanta verte en ese encaje.

Ella parpadeó ante el cambio de tema.

—¿Que?— espeto confundida.

— que te ves hermosa

Mayte resopló divertida sacándole Una sonrisa a matt cuado vió el sonrojo en sus mejillas.

— le pregunté a Cris qué podía regalarle a un hombre, y pues me dijo que...

Mayte no siguió cuando escuchó el gruñido de matt y parpadeó confundida.

—¿Que...?

—¿Por qué?— se calló ante la pregunta de matt.

—¿Por qué qué?— se cruzó de brazos.

Matt se pasó una mano por el cabello.

—¿Por qué le preguntaste a él?

Mayte sonrió de soslayo al darse cuenta de lo que estaba pasando en ese baño.

—¿Acaso estás...?

— sí estoy celoso. ¿Y que?

Mayte volvió a parpadear.

Wow.

—¿ Que nesecidad de hablar con él de eso? — matt dió un paso hacia ella—¿No entiendes que eres mía? Y no en plan posesivo, pero eres mía — hizo incapié en esa palabra.— si nesecitas algo, dímelo a mí. Pídeme a mí.— dió otros pasos hacia ella, quedando uno frente al otro.

Puso una mano en el cuello de mayte y la otra en su cintura.

— eres mía y de nadie más —susurro con la voz ronca.

Luego, junto sus labios con los de ella, para tomar lo que le pertenecía.