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El cielo amaneció cubierto de nubes negras.

El bosque estaba inmerso en un silencio expectante, como si los árboles mismos estuvieran conteniendo la respiración en anticipación de la tormenta que se avecinaba. Las hojas susurraban suavemente en el viento ligero, mientras que las ramas se balanceaban, como si estuvieran bailando al ritmo de la lluvia que se aproxima.

Los árboles mismos parecían estar preparándose. Las hojas se cerraron, como si estuvieran cerrando los ojos, mientras que las ramas se estiran hacia abajo, como si estuvieran extendiendo sus brazos para recibir la lluvia. Una gran gota cayó del cielo, golpeando la hoja de un árbol con un suave golpe. Luego, otra gota, y otra, hasta que la lluvia comenzó a caer en grandes cantidades, cubriendo el bosque en una manta de agua.

El bosque se estremeció, mientras que los animales se refugiaban en sus lugares, asustados, esperando impacientes a que pasara la tormenta.

pero ellos no.

___ah, Espera..____

____ No___

El bosque estaba envuelto en una atmósfera de tensión. La tormenta se intensificó. Los truenos retumbaban en el cielo, como si los dioses mismos estuvieran golpeando el tambor de la naturaleza. El sonido era tan fuerte que parecía sacudir los árboles, haciendo que sus raíces se estiraran hacia abajo en busca de estabilidad.

La lluvia caía en grandes cantidades, formando un correntón que fluía por el suelo del bosque. El agua corría por las pendientes, creando pequeñas cascadas que se unían a los arroyos, formando un pequeño río que fluía hacia abajo.

En medio de este caos, un grito jadeante se escuchó en el bosque.

Un jadeo. Un gemido. Era el sonido de una mujer, que parecía estar herida. Cortos y agobiantes en medio de todo el caos, pero también, se asemejaba a un gemido, como si estuviera tratando de ocultar su placer.

___ shad....ah___

___ Aguanta ___

Los truenos retumbaban de nuevo, haciendo que los gemidos parecieran aún con más desesperacion. Caía con tanta fuerza que parecía cubrir todo, incluyendo el sonido. Pero ella seguía gritando, su voz se escuchaba a través de la tormenta, una y otra vez.

Agarrándola fuertemente, la jalo de la pierna subiendo la altura de su rostro. La rama que la sostenía empezaba a moverse de un lado a otro por la fuerza ejercida. Pero no le importaba.

Un erizo Negro con vetas rojas, actitud un tanto fría para la mayoría de las personas. Sus ojos rojos como la sangre que hierve en su interior,  eran fríos y oscuros, como dos huecos vacíos que parecían absorber la luz a su alrededor a pesar de la tormenta, alimenta el tono de su color. Su boca era una línea recta y dura. Era un erizo que parecía haberse acostumbrado a contenerse, a mantener su furia y sus emociones bajo control. Pero a pesar de su esfuerzo por parecer indiferente. Podía verse ira en sus ojos , y en la situación en la que se encontraba, parecía estar a punto de estallar en cualquier momento.

___ Relajate___

___ Ya no aguanto. ¡Me duele!___

El dolor aumentaba a cada momento , poniéndola insegura del toque de sus manos, intuyendo la ignorancia del azabache sobre su herida.

La tenía sentada en el tronco de un árbol seco, sosteniendo con firmeza sin motivo de soltarla. No podía esperar un minuto más o sería una tortura. Una eriza rosa con el cuerpo mojado por la lluvia que bajaba desde su cabeza, su ropa empapando cada parte de su cuerpo, incluso en esos lugares sensibles donde creía estar protegida. Su cabello rosa estaba despeinado y mojado, cayendo sobre su frente en mechones pegajosos. Sus ojos jade estaban cerrados, pero en su rostro tensado, se notaba una mueca de dolor.

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