___ Vaya , esto es inoportuno.____ sonrío coqueta al verlo parado en su puerta___ sabía que algun dia vendrias a mi___ carcajeo __Pero, claro..
Cómo no ibas a hacerlo si no conoces a nadies._____ N-No te necesito.___ respiro con fuerza ___ PUEDO SALIR SOLO DE ESTO!___ se arrodilló en medio de la puerta, tocándose el pecho tratando de respirar.
___ Sabes que no puedes hacerlo cariño. Además..___ empezó a sacarse poco a poco el vestido frente a él, pero sin bajarlo por completo ni bajar su sonrisa ___Entraste a mí habitación sin mí permiso__
El equidna se sintió molesto y asustado con sus palabras mientras el ardor se extendía por su cuerpo.
Había salido de viaje para escapar del estrés y la rutina diaria, pero nunca imaginó que su aventura terminaría de esta manera. Se había sentido bien hasta ese momento, disfrutando del paisaje y la tranquilidad del camino.
Pero de repente, sin previo aviso, el ardor comenzó a consumirlo. Era como si su cuerpo estuviera en llamas, y no sabía cómo apagar el fuego. Se detuvo en el camino, mirando a su alrededor en busca de ayuda, pero no había nadie cerca. Entonces entendio lo que significaba.
Ya era su momento.
Se sintió débil y mareado. Se apoyó en un árbol para no caer. El ardor era cada vez más intenso. Comenzó a sentir que se estaba perdiendo el control. No sabía qué hacer. Solo sabía que debía encontrar una forma de detener el ardor antes de que fuera demasiado tarde.
Intentando recuperar el aliento y calmarse. Sabía que debía encontrar la albina lo antes posible, ella era la única persona que podía ayudarlo en ese momento. No conocía a nadie más en ese pueblo. Queria estar encerrado en un cuarto sin cer a nadie.
Se esforzó por recordar dónde habían dicho que vivía, y comenzó a caminar en dirección a su casa. El ardor seguía consumiéndolo, y cada paso que daba era un esfuerzo, pero sabía que no podía detenerse hasta llegar. Sin embargo. Ese pensamiento estaba por ser descartado al sentir como lo estaba humillando y aprovechandose de su debilidad.
___ Detente! ¡No hagas eso!___ grito con fuerza tapándose la nariz ___ Sal de aqui o no podré detenerme!___ dijo apretando los dientes y tapándose la nariz.
No podia creer hasta donde tenía que bajar para poder pedir ayuda. Incluso por un momento, se sintió avergonzado al recordar la forma en que había conocido. Había entrado en la cantina, buscando un lugar para descansar y relajarse después de un largo día de viaje.
Con algunos amigos de allí, pidió una bebida sin prestar mucha atención a su presencia pues ella era camarera. Pero al verla insinuarse a ellos mismos, tuvo la intención de provocarla y molestar para divertirse, e incluso había soltado algunos insultos frente a todos.
Ella se había molestado mucho con sus comentarios y en un gesto de indignación, le había echado la bebida en la cara.
Ahora se encontraba en su casa, necesitando su ayuda desesperadamente. Se sentía un poco incómodo, recordando la forma en que se había tratado, pero no tenia opción.
Necesitaba su ayuda.
___ Lo siento cariño, pero esta es mí habitación y no puedes decirme qué hacer.___ se colocó ropa de dormir viendo a cada momento, el sufrir del equidna que trataba de ponerse de pie,___Como tú lo dijiste..__ cruzo de brazos alzando una ceja ___ Cada uno con su problema. Ahora vete de aquí o empezaré a gritar___
señaló la puerta con rabia en su interior.
___ Sabes perfectamente que no puedo. Podría dañar a alguien en este estado ___ apreto los ojos con fuerza, pero luego los abrió mirando a todos lados en busca de otra salida.