Una almohada.
Una almohada suave y caliente que acuna su cabeza delicadamente sobre ella, sintiendo la delicada caricia en su mejilla como si estuviera recostada entre los pelos de una delicada pluma, finos y delicados. El calor que levemente emana hace que se extienda por todo su rostro y parte de cuello que rejasa su respiración, soltando sus hombros. Opacando la extraña posición en la que se encontraba junto a las dudas de su mente al hacer un leve movimiento sobre la misma y desvaneciendo por completo sus reservas y borrando cualquier pensamiento que podía a llegar a tener en su cabeza al sentir la caricia, incluso la necesidad de abrir los ojos.
Estaba sumergida en una sensación de calma y serenidad, que empezó a moverse ligeramente sobre ella con una leve curva de felicidad en sus labios por la textura. Era como un pequeño peluche bajo su rostro, abrazándola con suavidad y envolviendo su cuerpo por completo que se acurrucó en su sitió. Soltó una respiración tranquila, más pausada y profunda, dejando que el aire de sus pulmones salga a través de sus labios entreabiertos en una leve brisa antes de abandonarse a la relajación que parecía penetrar su interior de forma lenta y disolver cualquier dolor acumulado a parte de la incómoda sensación que sentía sobre la parte baja de su espalda y en un solo instante, se limitó a existir.
Era reconfortante. Tan cómodo y caliente a tal punto de querer hundirse hacia ella. Soltó un suspiro en voz alta, subiendo sus manos lentamente a la altura de su rostro, acercándose a esa zona hasta percibir los delicados pelos metidos entre sus dedos, bailando con su respiración. Cerró en un puño al sentir el leve frío subiendo desde unos de sus muslos que la hizo temblar levemente y trató de juntar sus piernas hasta atraerlos a ella, pero no pudo moverlos. En lugar de eso, giró el rostro adentro, escondiéndose entre la suavidad de la pelusa como si fuera un pequeño refugio, inhalando con profundidad un leve olor a tierra y algo de humedad. No le importó. Está absorbida en la sensación, volviendo a palpar la suavidad.
Cálida.
Esa era la palabra perfecta para describirlo. Cálida, la expresión de su rostro delataba el placer de volver a dormir sobre ella. Soltó una respiración profunda tratando de interpretarlo. Quería olvidar el roce congelado en su piel y centrarse en lo que estaba sintiendo al menos un poco más antes de despertar y alejarse de la comodidad pues sabía que era de día, la leve luz rojiza sobre sus párpados lo confirmaba. Sin embargo, algo detuvo su relajación. Algo que no había tomado en cuenta desde el momento en que despertó con los ojos cerrados.
Algo no cuadraba bien.
Su cuerpo se movía de una manera extraña que no podía comprender. Subía arriba y bajaba lentamente hacia abajo de forma constante, casi imitando el aire que salía de sus pulmones de forma calmada. Era pausada y débil, sin embargo parecía profunda que por unos momentos pensó que la colcha debajo de su cuerpo estaba...¿Respirando?. Su ceño se frunció de inmediato al pensar algo tan absurdo. Pero la desató a la primera, ya que al sentir ese leve movimiento debajo de su mejilla, volvió a suceder. Esta vez, era más fuerte que la anterior y más larga. Eso la desconcertó de inmediato que sin pensarlo deslizó una de sus manos que se ubicaba cerca de su rostro y las alejó de donde se encontraba, bajó lentamente hasta que el sedoso tacto desapareció de las yemas de sus dedos, encontrando una textura diferente.
Era firme, podría sentirla dura y algo gruesa, pero al mismo tiempo se notaba algo blanda, sintiendo los pequeños pelos a su alrededor de esa extraña pared, como cabellos algo ásperos. Incluso sus dedos podían hundirse al presionarlo un poco, pero al hacerlo, volvió a sentir de nuevo esa pared gruesa, seguido de un movimiento repentino que separó su muñeca de inmediato. Pero eso no fue lo único que llamó su atención, ya que en unos breves segundos, el latido de su corazón se detuvo al sentir un inusual pero débil soplo cálido, descendiendo desde la altura de su frente hasta llegar a la punta de su nariz, congelando su respiración.
