The Boyfriend game

Capitulo 5

Liam estaba sentado en la siguiente sección, unas pocas filas delante de nosotros. Parecía como si un grupo de chicos y chicas estuviera con él, pero estaba sentado una fila tras ellos, solo. Estaba tendido, con los pies en el banco frente a él entre dos chicas, y se inclinaba hacia atrás, apoyado con los codos en el banco de atrás.
Parecía estar ignorando a todos a su alrededor, concentrado intensamente en el juego.
Sus jeans eran claros, sus zapatos deportivos estaban lavados, y llevaba una gorra de los Medias Rojas hacia atrás y una sudadera roja. Era la primera vez que lo veía con otra cosa que no fuera shorts y zapatos de fútbol.
Mientras lo veía, volteó su cabeza y me vio.
Estaba tan sorprendida que olvidé voltearme y pretender que no lo había estado viendo.
Luego sonrió y me dio un saludo.
El alivio corrió a través de mí y lo saludé de vuelta.

—¿Quién es ese? —Preguntó Beth, sentándose bien para mirar a Liam—. ¿A quién estás saludando?
Harry se volteó para ver a quién había saludado. —El chico es de segundo año.
¿Cómo lo conoces?
Sara me disparó una mirada rara. —¿Nos lo habías estado escondiendo?
Retiré la mirada de Liam y la fijé en las costuras de mis pantalones. —Su nombre es Liam. Practiqué con él. No es nada.
—¿Nada? —Los ojos de Sara se abrieron con sorpresa—. Es sexy.
—Muy sexy —Beth estuvo de acuerdo—. ¿En serio practicaste con él? ¿Sola? Es
hermoso.
¿Hermoso? Miré de nuevo a Liam, quien estaba viendo el juego de nuevo. ¿En serio? —Suda mucho —admití—. Eso es genial, supongo.
—¿Suda? ¿Es todo lo que puedes decir? —Sara silbó—. ¿Eres ciega o qué? ¡Es un bombón! —Luego ella vio a Harry viéndonos ceñudo e inmediatamente se sonrojó.
—Aunque, no es que sea mi tipo. Quiero decir, el cabello liso no es lo mío. Me gustan rulos.
No hay necesidad de señalar que Harry tiene rulos. Incluso él no podía ser lo suficientemente estúpido para perderse esa. Pero él la ignoró, brindándome una larga mirada, con su cara seria.

—¿Estás saliendo con él, ___?
—¡No! Relájense, chicos. Él juega fútbol. Yo también. Eso es todo lo que es. Es posible sólo ser amigos con un chico, ¿saben?

Sara levantó sus cejas, y Beth resopló su incredulidad, pero Harry rió y se relajó. Luego Sara se encaramó sobre mí y se lanzó al lado deHarry. Corrió su dedo a lo largo del cierre de su chaqueta de cuero. —Este cuero es muy suave. ¿Dónde conseguiste la chaqueta? Me encanta.

—¿Vas a Pop's luego del juego?— habló Harry.

—No. Me toca ir a casa mi padre. —Bueno, se suponía que iba a pasar la noche del viernes en casa de mi padre, pero no había sabido nada de él en toda la semana, incluso después de haberle dejado un mensaje sobre el equipo universitario. Tenía la sensación de que me iba a volver a plantar. Había estado ocupado últimamente. Muy, muy ocupado. Quizás debería ir a Pop's. Puede que fuera más divertido que estar sentada en casa y que me volvieran a dejar tirada‖o‖que‖mamá‖hiciera‖sus‖galletas‖con‖trocitos‖de‖chocolate...‖otra‖vez.‖

Harry descansó sus codos sobre mis rodillas: —Entonces, ¿qué me dices de mañana? ¿Te apetece ver una película?

Sara masculló un ruido de aflicción y me sentí fatal. Sabía cómo se sentía porque era cómo me yo me sentía respecto a ella y al fútbol: las dos teníamos lo que la otra quería. Quizás si yo le ayudaba con Harry, ella me daría una oportunidad con el entrenamiento. Así que me incliné hacia abajo y miré a Harry directamente.

—No me estoy haciendo la dura, Harry. Simplemente no me interesa salir contigo.

Sara se quedó congelada, Beth volvió la cabeza con la boca abierta de par en par ante mí e incluso Niall parecía interesado. Harry me miró fijamente durante un minuto larguísimo y yo no pestañeé. Me dolían los ojos, pero me negué a rendirme. Entonces, una lenta sonrisa se dibujó en su rosto.

—Buen intento, ___ , pero no va a funcionar.

Argh!

Sara frunció el ceño, cruzó los brazos sobre el pecho, y se volvió hacia el juego.
—¡Lo digo en serio! –Dije yo.

Él solo me dedicó una mirada maliciosa como si me tuviera en el bote; acto seguido, se dio la vuelta para ver el partido y empujó su hombro contra el de Sara al tiempo que le susurraba algo al oído. Ella giró la cabeza hacia él inmediatamente y sentí un arrebato de compasión. Nunca le llegaría a gustar Sara, ¿verdad? Ella tenía que olvidarse de él.

Harry se inclinó hacia atrás y se apoyó sobre mis rodillas como si se tratara del
respaldo de una silla. Yo tiré de las piernas hacia atrás y él casi se cae encima.
Alzó las cejas mirándome y yo le saqué la lengua.

—Apóyate encima de Niall.

A sus labios afloró una sonrisita de suficiencia y después, se dio la vuelta y extendió el brazo sobre los hombros de Sara, acercándose a su cabeza de manera que pudieran hacerse confidencias. Ella soltó una risita tonta, él se rió y Beth suspiró.

Buf.

Iba a ser una noche muy larga. Le eché un vistazo a Liam y nos estaba mirando. Señalé la nuca de Harry e hice una mueca, y Liam me sonrió. Le devolví la sonrisa y entonces, me di cuenta de Beth me estaba mirando.

—¿Qué pasa? —Pregunté—. Es un amigo. Eso es todo.
—Ningún chico tan lindo puede ser sólo un amigo.
—No es tan lindo. ¡Es sólo un chico! —

Cuando ella puso los ojos en blanco, decidí echarle otro vistazo a Liam para ver si era capaz de entender por qué Beth estaba volviéndose loca. Pero cuando le miré, Liam estaba de pie, hablando con Ashley Welles, una de las chicas más lindas de segundo curso.

Tenía el cabello rubio y largo,‖un‖cuerpo‖perfecto,‖grandes‖ojos‖azules...‖y‖de‖esa manera, por supuesto, todos los chicos la adoraban. También era una de esas chicas que siempre llevan el maquillaje perfecto y cuya ropa está sacada de una página de la‖revista‖"Cosmo"‖o‖algo‖así.‖

¿Qué hacía Liam hablando con ella? Creí que él no estaba saliendo con chicas.

Según vi, ella se dio la vuelta y empezó a alejarse y él la siguió. Justo al otro lado de la banda hacia la entrada.

Ni. Hablar.

¿Cómo podía estar interesado en ella? Ella era todo lo femenina que se podía ser.

—Así que esa debe de ser su novia —Harry se sentó a mi lado produciendo un ruido sordo y yo les di la espalda a Liam y a Ashley. Él presionó su hombro contra el mío—. Creo que voy a sentarme aquí un rato. No te importa ¿no?