Yo arrugué la nariz. —¿Para qué? Ella arruinó mi vida haciendo que me gustara Liam.
Mi madre arqueó una ceja. —Creo que hiciste todo eso por ti misma, _____. Y sólo tú lo puedes arreglar.
—Dime cómo y lo haré. —Cualquier cosa que impidiera que me gustara y echara a perder la única cosa buena en mi vida.—Encuentra a alguien más que te guste.
—¡Mamá! —Me lamenté—. ¡Pero no quiero que me gusten los chicos!
Sonrió y acaricio mi pelo. —Oh, chica, creo que es demasiado tarde para eso. La pelota está en juego ahora. Todo depende de que tú tomes el control.
Levanté la colcha sobre mi cara. —No puedo.
La tiró hacia abajo. —Por lo menos, puedes llevar tu trasero a Pop's y ayudar a Sara. Es tu amiga, y nunca debes dejar que un chico se interponga entre tú y tus amigas. Las chicas tienen que permanecer juntas. Es la única manera de sobrevivir a los chicos.
—¿Qué pasa si Liam está ahí? Podría estar ahí un viernes por la noche. ¿Qué debo hacer entonces?
Sonrió y nos destapo, luego se levantó. —Hablarás de fútbol y dejaras el resto. Se tú misma. Las cosas saldrán bien.
Fruncí el ceño. —¿Las cosas se arreglaran? ¿Ese es todo el consejo que tienes?
—Es un gran consejo —se echó a reír—. Levántate y busquemos algo para que uses que haga que a Liam se le salgan los calcetines si es que está ahí.
—¡Pero no quiero que se le salgan los calcetines! Y esa es una expresión totalmente lamentable, por cierto. —Pero a una pequeña parte de mí le gustó la idea. Quiero decir, ¿sería tan malo que él pensara que soy linda?
—Razón de más para hacerlo —me agarró la mano y me levanto—. Hay una razón por la que siempre me veo bien cuando voy a trabajar.
Me quedé con una mueca en la cara mientras me empujaba escaleras arriba.
—¿Por qué te despedirían si te vieras como un vago?
—Porque, mi pequeña cascarrabias, me hace sentir mejor interiormente si me gusta cómo me veo en el exterior —suavemente me empujó hacia el baño—. Entra ahí, lávate el pelo, voy a recoger alguna ropa. Vamos a hacerte parecer como la chica que eres, debajo de todo ese sudor y suciedad.
—Me gusta la suciedad. —Protesté, mientras tiraba mi camiseta por encima de mi cabeza.
—Por supuesto que sí. Y eres bienvenida a rodar en el patio después de que terminemos de limpiarte —mi madre cerró la puerta.
—¿Lo prometes? —Abrí la ducha y me saqué el resto de la ropa—. Porque lo voy a hacer, lo sabes.
—Oh, lo sé —dijo desde la dirección de mi dormitorio, donde podía escucharla tirando de los cajones para abrirlos, buscando mi atuendo para la noche.
Sonreí. Mi madre siempre se veía impresionante, si se ocupaba de mi caso esta noche... bueno... casi esperaba que Liam estuviera allí.
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The Boyfriend game
FanfictionApoyé la pelota en mi cadera y me dirigí hacia el cobertizo. En la oscuridad. Sola. Con un chico. Yo estaría completamente enloquecida por las pruebas de fútbol para entrar al equipo universitario, si no fuera por el nuevo estudiante, Liam, quién...