Ambos miramos hacia abajo mientras lentamente se deslizó fuera de la punta de su bota y por el lado, llegó tranquilamente a las fibras de la alfombra color hueso de su sótano. Sí, yo era una chica femenina muy agraciada. Suspiré.
—¿Lo quieres de vuelta? —Liam preguntó.
Me reí. —No, puedes quedártelo.—Excelente. Tenía la esperanza de agregar un poco de pelusa de alfombra a mi pizza —él se agachó y recogió el pedazo, lo inspeccionó por un minuto, luego se lo metió en la boca.
—¡Eso es tan asqueroso! —Me eché a reír mientras él procedió a masticarlo, arrugando la nariz como si hubiera mordido algo horrible—. ¡Realmente no vas a comerte eso!
Él tragó, con los ojos chispeantes de diversión. —Por supuesto que me lo comí. Es sólo pelusa de alfombra.
Me reí. —Eres repugnante. —Entonces suspiré mientras soplaba hacia mi pizza antes de tomar otro bocado. Así que él no estaba haciendo su movida conmigo. Ningún chico trataba de impresionar a una chica comiendo pizza con pelusa de alfombra. Era demasiado asqueroso. Como el que me gustara que me besara cuando acabara de comer porquerías...
Oh, no. ¡Acabó de poner "Liam" y "me besara" en la misma frase!
¡Yo era una idiot*!
¿Cómo podía ser tan estúpida como para que me gustara? No me gustaba, ¿pero me gustaba? Quiero decir, él salía conmigo porque yo no estaba en las cosas de chicos. ¡Sería una total violación a nuestro código de amistad si empezaba a gustarme!
No me gustaba. ¿Lo hacía? Tenía que saber.
Sutilmente lo miré a hurtadillas. Estaba inclinado hacia adelante, viendo la televisión, con su pelo todo puntiagudo y sus antebrazos apoyados en los muslos.
Me miró, me guiñó un ojo, y mi vientre saltó en respuesta a pesar de que él se volvió completamente de nuevo a la televisión.
Ningún chico me había hecho saltar el vientre nunca antes. No de esta manera.
No había forma de negarlo.
Me gustaba Liam.
Él dejó escapar un grito y golpeó sus manos sobre sus muslos. —¿Has visto esa jugada? ¡Tenemos que practicar eso! —se volvió hacia mí, y su sonrisa desapareció. De pronto, había una mirada realmente cautelosa en su rostro, casi como si tuviera miedo de mí. Era la misma mirada que había visto en su cara cuando él había visto a Ashley viniendo tras de él en el partido de fútbol. ¡Me había convertido en otra Ashley!
—¿______? —Su voz era cautelosa y un poco tensa—. ¿Por qué me miras así?
Oh, Dios. Él lo sabía. ¿Cómo no podría hacerlo? Había estado mirándolo durante, como, cinco minutos, pensando en él besándome. ¡Piensa en una razón, _____! Pero todo lo que podía pensar era en cuán lindo se veía con el ceño fruncido. —Um...
Se aclaró la garganta y se levantó. —Voy al baño. Vuelvo en un minuto. —Y entonces saltó por encima del respaldo del sofá y subió corriendo las escaleras, tres a la vez.
Fue lo más rápido que jamás lo había visto moverse.
Debido a que estaba huyendo de mí.
¡Argh! ¡Esto fue horrible!
Saqué mi teléfono celular y le marqué a Beth. Ella contestó al primer timbrazo.
—¿Cómo va la cita?
—¡Horrible! —Le conté lo sucedido, susurrando tan rápido como pude, mirando la escalera y prestando oído al regreso de Liam—. ¿Qué debo hacer? Él va a cancelar las prácticas de fútbol, ¡lo sé!
—Espera. —Las escuché a ella y Sara hablando, pero sus voces estaban amortiguadas, como si ella hubiera cubierto el teléfono.
Tamborileé con mi pie y di un respingo con cada crujido de la casa. —Date prisa —susurré.
Finalmente, Beth habló de nuevo. —Tienes que entrar en Modo de Recuperación de Emergencia."
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The Boyfriend game
FanfictionApoyé la pelota en mi cadera y me dirigí hacia el cobertizo. En la oscuridad. Sola. Con un chico. Yo estaría completamente enloquecida por las pruebas de fútbol para entrar al equipo universitario, si no fuera por el nuevo estudiante, Liam, quién...