Debajo del Roble ~ Libro 07 [Temporada dos]

Capítulo 15 ~ Muchas cosas han cambiado

Maxi miró pensativamente por la ventana. Anatol estaba rodeada de montañas ricas en piedra y árboles. De no ser por los monstruos, habrían podido procurarse todo el material que quisieran para la construcción.

— Tantas cosas han cambiado. Inicialmente pensé que habíamos atracado en el lugar equivocado.

— A nosotros también nos cuesta creerlo, mi señora — respondió Ursuline, una sonrisa orgullosa iluminando su rostro —. Multitudes de comerciantes del sur acudieron a la ciudad en cuanto se abrió el puerto, en un número mucho mayor del que esperábamos. Compradores de todo el continente occidental también inundaron la ciudad, abriendo tiendas y construyendo casas. Toda la construcción atrajo a la ciudad a maestros albañiles en busca de trabajo. Carpinteros, albañiles y obreros contratados por ellos se instalaron también en Anatol. El mercado floreció, y eso a su vez atrajo a más comerciantes. Era como ver una bola de nieve creciendo a gran velocidad —. Entonces, un frío cinismo iluminó el rostro del caballero. — Esto provocó frecuentes fricciones con los nobles del este, ya que sufrieron pérdidas considerables cuando los campesinos de sus tierras empezaron a abandonar sus granjas en busca de mejores oportunidades aquí al sur.

Maxi se puso rígida, apartando la mirada de las oscuras montañas.

— ¿Otra vez... mi padre... ha causado problemas?

— Como usted bien sabe, no es de los que olvidan el rencor — dijo Ursuline encogiéndose de hombros —. Empleó todos los medios sucios que se le ocurrieron, incluyendo solicitar al rey que impusiera sanciones a Anatol y tomar medidas drásticas contra los comerciantes que comerciaban con nosotros. Sin embargo, sus esfuerzos fueron en vano. Al contrario, sus acciones se volvieron en su contra, y su tiranía no hizo sino incitar a más campesinos a abandonar sus tierras. Tardíamente, intentó un enfoque más conciliador rebajando la renta y prometiendo autonomía a los comerciantes, pero para entonces muchos de los gremios mercantiles más importantes ya habían trasladado sus negocios al sur. Si algo es seguro, es que sus arcas han tenido que pagar por sus errores.

— M-Mi padre... nunca soportaría semejante injuria — comentó Maxi con ansiedad —. Estoy segura... de que volverá a recurrir a las intrigas. Es un hombre tenaz y vengativo. Me estremezco al pensar lo que hará a continuación...

— Mi señora, ese hombre ya no tiene ese tipo de poder — dijo Ursuline, negando firmemente con la cabeza —. La influencia del duque proviene de la riqueza generada por las fértiles tierras del ducado, y todos los esfuerzos de Sir Riftan se han dirigido a mermarla. Ha arruinado económicamente a los vasallos del duque robándoles sus campesinos y artesanos y ha reducido su influencia reforzando la alianza entre los nobles del sur. El floreciente comercio de Anatol también ha desempeñado su parte, pues los señoríos ya no tienen que depender del este para alimentarse. El alcance del duque ya no es lo que era. — Mirando a Maxi, Ursuline continuó en tono sombrío — No hay necesidad de preocuparse, mi señora. El duque ya no está en posición de desafiar a Sir Riftan. Todos sus esfuerzos hasta ahora han fracasado, mientras que la influencia del comandante crece cada día.

— Me he enterado... de que Riftan pronto será nombrado conde.

— Hacía tiempo que se esperaba, — murmuró Ursuline amargamente —. Sólo fue posible porque los nobles conservadores ya no tenían poder para oponerse a la decisión del rey. Una vez que regrese de la campaña, la posición de Sir Riftan sin duda se consolidará aún más. El duque no es rival para él.

Un hormigueo recorrió su espina dorsal. Aunque ya no temía a su padre tanto como antes, era consciente de la inmensa influencia que ejercía. Y sin embargo, Riftan, un simple caballero vasallo, había logrado dominar al Señor del Este.

— ¿Qué hay de... mi hermana, Rosetta? — preguntó Maxi, con la voz temblorosa — Desde que cumplió once años, el deseo de mi padre ha sido que se case con la familia real.