—La línea primavera-verano se llama “Romance” y si la pareja en cuestión no funciona… —dijo uno de los gerentes de “Mares” en el almuerzo— Carlos tiene la misma propuesta, solo que un poco mejor que eso que tienen ustedes.
— Lo sabemos, Raúl, por eso es que vamos a hacer un cambio sustancial…
— Carlos tiene una propuesta mejor —intervino el otro-- no sabemos quién robó la idea de quién, y no nos interesa, pero si él es el de las ideas…
Carlos Marín se quería quedar con estos clientes, eso era claro, por eso dejó hecha esta presentación y, como uno de los mejores publicistas, lo dejó con un error tan sutil, que era difícil detectarlo.
— Creo que nos quedaremos con Carlos —sentenció Raúl.
— Mañana es la reunión con los publicistas —intervine sin pensar—, seguramente, tendrán algo más que esto, en este momento están trabajando en ello. Ustedes han sido clientes de Benjamín muchos años y nunca los ha defraudado, y no lo va a hacer ahora. 24 horas. Es todo lo que pedimos.
Raúl me miró con cara de pocos amigos y David, el otro gerente, me miró sorprendido, tal vez pensó que yo solo era un adorno.
— 24 horas. Mañana a las dos discutiremos el spot, si no hay nada mejor que esto, nos vamos con Carlos —dijo Raúl, levantándose, el otro lo imitó.
Hicieron una venia con la cabeza y se fueron.
— Yo sabía que debía traerte —me dijo Benjamín tomándome la mano.
— Tendrán que trabajar mucho para sacar esto adelante.
— Tenemos 24 horas, lo haremos —me aseguró.
— Eso gracias a mí —sonreí
— Así es —admitió de buena gana.
— Entonces ahora me tendrá que invitar a almorzar —me miró sorprendido— una tira de zanahoria y dos hojas de lechuga no es almuerzo —reclamé.
Él sonrió meneando la cabeza.
— Pienso lo mismo, te llevaré a un lugar donde sirven la mejor comida, te lo mereces.
Por la tarde no se apareció por la oficina, yo me dediqué a organizar las próximas campañas que venían y los clientes que podrían querer irse con Carlos Marín, para anticiparnos a sus movimientos. Saqué los archivos de los Kardex y los puse en la mesita de centro. Había algunos clientes olvidados, que no se habían vuelto a llamar, otros con solo una campaña, otros que estaban listos para una próxima campaña. Los ordené por orden cronológico e importancia, saqué los datos para hacer las llamadas pertinentes y coordinar reuniones. Se habían perdido varias cuentas en el camino que era importante recuperar.
— ¿¡Qué haces?! —Benjamín entró a la oficina, se veía muy molesto, casi furioso, yo me asusté.
— Nada. Yo… sólo…
Se agachó frente a mí, al otro lado de la mesita y miró las carpetas.
— ¿Qué significa esto?
— Pensé que se debería recuperar algunos clientes… y evitar que se vayan otros.
— ¿A esta hora?
Yo lo miré sin comprender. Miré mi reloj. ¡Las 9:40 de la noche!
— No me di cuenta, lo siento —dije avergonzada.
— Deja eso, agradece que le caes bien al guardia, él me avisó que aún no salías de la oficina, estoy seguro que si él se hubiera podido mover de su lugar, él mismo hubiese venido a ver si estabas bien.
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Extraño Destino
Storie d'amoreUna historia de amor, que ha sobrevivido al tiempo y a la muerte. Una novela de fantasía, de dioses antiguos y faraones, que nos muestra cómo la historia puede cambiar de un momento a otro. Esta es la primera parte de tres. Pronto viene "Extraño am...