V E I N T I C U A T R O | A M A R G O 🌂

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«Odiaba tener que verle cada mañana en la academia después de lo que vivimos, después de lo que me hizo y las ganas que tenía de terminar mis estudios era en parte por él y porque no dejaba de inmiscuirse en mi vida privada»

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«Odiaba tener que verle cada mañana en la academia después de lo que vivimos, después de lo que me hizo y las ganas que tenía de terminar mis estudios era en parte por él y porque no dejaba de inmiscuirse en mi vida privada»

Ava Delacroix.

El cielo londinense se desplegaba como un lienzo gris sobre la ciudad, sus nubes bajas prometiendo una llovizna típica de la temporada, ya acostumbrando a los ciudadanos de esa ciudad. Ava observaba absorta el paisaje urbano a través de la ventanilla del lujoso coche, su mente vagando lejos de las calles concurridas y los edificios imponentes. Sus pensamientos, como mariposas inquietas, revoloteaban una y otra vez hacia los recuerdos del fin de semana pasado, hacia esa noche que había cambiado todo.

Desde pensar que no podría hacerlo nunca con Tiger por la baja autoestima, a terminar haciéndolo durante toda la noche con ese apuesto magnate que tenía a su lado.

La primera vez con Tiger había sido como un baile perfectamente coordinado, una sinfonía de sensaciones que aún reverberaba en cada fibra de su ser. Una sonrisa involuntaria se dibujó en sus labios, un gesto tan sutil como revelador.

A su lado, Tiger la observaba con una mezcla de fascinación y ternura. Sus ojos, habitualmente agudos y calculadores en el mundo de los negocios, se suavizaban al posarse sobre el perfil de Ava. La sonrisa que adornaba el rostro de la joven bailarina era como un faro en la penumbra de la mañana londinense, iluminando el interior del vehículo con una calidez que contrastaba con el frío exterior.

El chófer, un hombre discreto y eficiente, conducía el coche con destreza por las calles de la ciudad, ajeno al silencio cargado de significado que reinaba en el asiento trasero. Y vaya asiento trasero. Para él, era solo otro día llevando al señor Davenport, aunque era la primera vez que ese hombre de negocios iba acompañado de una mujer. Para Ava y Tiger, era un momento suspendido en el tiempo, un interludio entre la realidad de su acuerdo público y la creciente complejidad de sus sentimientos privados.

Cuando Ava finalmente apartó la mirada de la ventana y se encontró con los ojos de Tiger, un rubor suave tiñó sus mejillas, como si el mero acto de mirarlo pudiera traer de vuelta las sensaciones de aquella noche. Tiger, cautivado por ese gesto tan inocente y a la vez tan íntimo, sintió que su corazón daba un vuelco.

Y las ganas que tenía de repetir una y otra vez las imágenes de lo vivido el fin de semana en la casa del bosque de Tiger, era lo que ambos deseaban.

—¿Por qué no me dijiste que tu cumpleaños era esta semana? —preguntó Tiger con una voz suave pero cargada de curiosidad.

Ava parpadeó, sorprendida.

—¿Cómo lo sabes?

—Lo vi en la ficha de alumnos que la profesora Bonnet me había enviado —respondió él, con una sonrisa que revelaba tanto orgullo por su descubrimiento como un ligero reproche por el secreto.

La Musa Del Magnate [+18] ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora