Ava Delacroix a sus 21 años es una talentosa bailarina deseosa de conocer mundo y acabar dedicándose a lo que más ama; el baile. En su último año en la prestigiosa Academia de Música y Danza de Londres, deberá hacer una obra teatral junto con sus co...
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«Sentí verdadero miedo cuando recibí aquella llamada y creí que le había ocurrido algo»
Tiger Davenport.
El teatro, normalmente lleno de vida y energía, se sumía en un silencio inquietante. Las sombras se alargaban sobre el escenario vacío, como si presagiaran la oscuridad que estaba a punto de desplegarse.
Ava, sintió el frío metal del arma contra su garganta. El miedo la paralizó, su corazón latiendo con tanta fuerza que temía que Drake pudiera escucharlo.
—No te muevas —siseó Drake con su aliento cálido y amenazante contra su oído.
El tiempo pareció detenerse, cada segundo extendiéndose como una eternidad.
—Drake —comenzó Bonnet con una voz firme pero cautelosa, como quien intenta calmar a un animal herido—. Piensa en lo que estás haciendo.
Drake apretó más el cuchillo contra la garganta de Ava, provocando que ella dejara escapar un pequeño gemido de dolor. Al escuchar las demás aquellos, Grayson empezó a llorar, mientras que la profesora Bonnet parecía una roca, aunque por dentro estaba muerta de miedo.
—¡No se acerquen! —gritó Drake quebrándose por la emoción—. ¡Ustedes no entienden nada!
Bonnet, con años de experiencia manejando situaciones difíciles, aunque nunca una tan extrema como esta, dio un paso adelante con las manos levantadas en señal de paz. Sus ojos se encontraron con los de Ava, y sin palabras, solo con un movimiento sutil de sus labios, le transmitió un mensaje silencioso.
"Todo saldrá bien".
Volviéndose hacia Drake, Bonnet habló con una calma que contrastaba con la tensión palpable en el aire.
—Drake, si la dejas ir, todo será mejor para todos. Hazlo por ti mismo, por tu futuro.
Pero Drake parecía estar más allá de la razón.
—Ya no me importa nada —dijo con una mezcla de rabia y desesperación—. Ava es mi novia, siempre lo será.
Bonnet no iba a aceptar aquello, pero conocía ese tema y debía seguirle el juego, aunque le mintiese a él y sabía que iba a acabar en el calabozo.
—Drake —interrumpió Bonnet, su voz suave pero firme—. Ava ya no es tu novia. Eso terminó hace tiempo. Tienes que aceptarlo y seguir adelante.
Estas palabras parecieron golpear a Drake como un puño físico. Su mano tembló, y en un momento de pánico, presionó el arma puntiaguda con más fuerza contra la garganta de Ava. Un fino hilo de sangre comenzó a deslizarse por su cuello, brillante y aterrador bajo las luces del escenario.
Ava, con lágrimas silenciosas rodando por sus mejillas, sintió el cálido líquido deslizándose por su piel. El miedo la invadía, pero en ese momento, más que por sí misma, temía por lo que Drake pudiera hacer.