Ava Delacroix a sus 21 años es una talentosa bailarina deseosa de conocer mundo y acabar dedicándose a lo que más ama; el baile. En su último año en la prestigiosa Academia de Música y Danza de Londres, deberá hacer una obra teatral junto con sus co...
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«Era una gran oportunidad para demostrar lo que era capaz en el baile, pero no dejaba de preocuparme por lo que pasaría en el día de la función»
Ava Delacroix.
Una pareja se encontraba bailando una escena de la obra, tratando de encontrar esa química que la profesora buscaba mientras que todos los demás observaban a dicha extraña pareja en mitad de aquel aula de danza.
La coreografía estaba casi aprendida de esa escena, aunque faltaban muchas más coreografías por aprender y mucho más rápido de lo que los alumnos pensaban que debían aprenderlo.
Ryder Shaw se acercó a Ava Delacroix, la tomó de las caderas y la levantó del suelo, demostrando la fuerza que poseía aquel joven. Ava reaccionó, agarrando el rostro del joven, mientras este último la volvía a dejar en el suelo y así acercar sus rostros como una pareja de enamorados, y demostrarles a todos que estudiar actuación en el baile era una de las cosas más importantes.
Pero la señora Bonnet no le gustaba demasiado todavía la poca química que poseían.
Era normal, eran nuevos para aquello y era la profesora. Debía enseñarles como conseguir aquella química para conseguir el mejor de los aplausos y conseguir nuevos y futuros proyectos, bailando y actuando a la vez.
A pesar de que todos aplaudieron al ver que habían bailado muy bien, la señora Bonnet negó, rascándose la barbilla mientras caminaba frente a ellos.
Nadie había dicho que aquello sería una tarea sencilla. Más si debías conseguir que una pareja de alumnos totalmente distintos, que jamás habían hablado, ni bailado juntos, debían conseguir aquella química en 5 meses. Todavía había tiempo, pero lo conseguirían si trabajaban juntos.
—Bien, muy bien el baile... Pero no veo esa química de Bella y Bestia —contestó para sorpresa de la coreógrafa, quien había jurado que lo habían hecho bien.
Pero llevaban una semana ensayando, tan rápido no lo iban a conseguir.
Ryder y Ava, observándose por unos segundos, miraron a la profesora Chloe Bonnet mientras que esta colocaba sus manos sobre sus caderas.
—Quiero esa mirada, como si la persona que estuviese frente a ustedes fue la única en vuestra vida —susurró. —Si queremos hacer una buena actuación, hay que conseguir esa química.
—¡Ava y yo también necesitamos practicar esa química, señora Bonnet! —gritó Drake con cierta mirada de chulesco que hizo que la joven Grayson lo mandase a callar.
—¿Que química vas a buscar tu, idiota? —Escupió Grayson.
Bonnet, cabreada por lo que estaba escuchando, se acercó a los alumnos que estaban cuchicheando en voz baja mientras peleaban Drake y Grayson y los mandó a callar todos. Todo lo contrario a los jóvenes que estaban de pie, tanto Ava como Ryder, quien este último se acercó a ella y le susurró;