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|¡Yo te ayudaré!|

Yamazaki Anika se encontraba leyendo un libro en el avión, quería evitar dormirse para poder descansar cuando llegara al apartamento. Miró por la ventana y el paisaje era hermoso, sintió inmediatamente el frío así que fue ponerse un abrigo antes de aterrizar. Habían sido muchas horas de vuelo y, tuvo que hacer escala en España.
Había pasado un poco más de una hora y ya el avión estaba en labor de aterrizaje, fue muy movido y emocionante para la chica, definitivamente viajar era una de las mejores experiencias. Una vez que todos los pasajeros bajaron del avión e hicieron el papeleo para buscar su equipaje, la muchacha se dirigió a una cafetería para desayunar ya que eran las 7:30 A.M.

Cuando terminó, tomó sus maletas y pidió un taxi para llegar a la estación del tren. Compró un boleto para dirigirse a Leipzig, justamente faltaban cinco minutos para que el tren llegara, así que se sentó a esperar en un banco de madera que estaba al aire libre. El panorama era hermoso, aire fresco, verdes campos.

Definitivamente, sería un buen desintoxicante este nuevo cambio de lugar. Acababa de llegar y ya sentía una tranquilidad enorme, junto con muchas ganas de autosuperación. En ese pequeño lapso de tiempo que estuvo disfrutando de la naturaleza, el tren había llegado.

Puso su equipaje en su lugar, se colocó sus audífonos y encendió el MP3 con sus canciones favoritas. El viaje sólo duró una hora con cuarenta minutos, cosa que se le hizo muy corta. Al llegar a la estación de Leipzig, tomó otro taxi y le extendió al chófer el papel que el rubio le había dado con la dirección. La llevó directamente hasta allí, se desmontó con sus maletas y agradeció al mayor con amabilidad.

Estaba exhausta, pudo fácilmente teletransportarse. Pero no quería arriesgarse tan rápido, además, iba a esforzarse un poco más de ahora en adelante. Sobre todo porque no iba a vivir sola, tenía que observar como fluirían las cosas con su nuevo compañero.

La tarjeta indicaba que el departamento se encontraba en el primer piso, en el 115 específicamente.
Siguió al pie de la letra las instrucciones, cuando ya se encontraba frente a la puerta 115 tocó tres veces. Un minuto después, abrió la puerta un chico de 1.85 de altura, ojos verdes y brillantes, pelo oscuro, y muy arreglado.

¿En qué puedo ayudarle? –respondió cortésmente.

Buenos días, de casualidad ¿se apellida Yamagawa y conoce a Saiki Kusuke?

¡Oh, por Dios! Confundí las fechas y pensé que venías mañana. Tú eres Yamazaki Anika, la amiga de Kusuke, ¿cierto?

–Sí, así es. No te preocupes, sólo quería saber si puedo-

Por supuesto, pasa. –Abrió más la puerta para que la joven pudiera pasar– déjame ayudarte con esas maletas –se las quitó de las manos y se adentró a la casa.

La chica pasó tímidamente y lo primero que vio fue un pequeño estante para colocar sus zapatos y un baño de invitados.

Yamagawa –lo llamó.

–¿Sí?

–¿Puedo usar alguno de los-

–Por supuesto, mira –sacó unas pantuflas medianas de color rosa del estante de los zapatos– estas son para ti, si no te sirven hay dos más en este estante de abajo. Puedes colocar tus zapatos en esta parte –señaló uno de los gabinetes más grandes.

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⏰ Última actualización: Aug 29 ⏰

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No Eres El Único. {Saiki K Ψ}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora