"Nunca te presté atención, no es nada personal soy así con todos. Quería estar en paz y tranquilidad; en el fondo sabía que eras un misterio y por eso no me quería implicar. Ay, santo cielo".
Ya había pasado un mes desde que los jóvenes empezaron su último año de bachiller en la escuela, estaban en ese proceso donde dejan las primeras tareas y aún tienen algo de tiempo.
La ojimorena vio que los nuevos compañeros rápidamente habían simpatizado con Saiki, le daba mucha gracia que todo el tiempo estuviera tan desinteresado pero al final siempre cedía para estar con ellos.
Por aquellos días había una extrema competencia entre Imu Rifuta y Teruhashi Kokomi, la de ojos azules pretendía no mostrar sus verdaderas intenciones y hacerse como la que no estaba enterada del tema. Al final, Rifuta se dio cuenta que en la escuela no le serviría de nada competir contra ese "ángel". Después de todo, aprendió algo bueno de aquello; la diferencia entre su belleza y la de su rival era que la de ella causaba conflictos y la de su competencia unía a las personas.
A raíz de eso empezó su admiración por la de aura resplandeciente a tal punto que creía gustarle, así que ideó un nuevo plan, acercarse a Saiki Kusuo y darle a Teruhashi donde más le dolía; su ego.
Habían dos personas que estaban enteradas del plan de Rifuta, Saiki Kusuo y Yamazaki Anika. El de cabello fucsia vio en ese plan la oportunidad perfecta para deshacerse de Kokomi, y la ojimorena bueno... Estaba en otros asuntos.
Después de que pasó su hora de recreo venía una de las clases de agricultura y cosecha, definitivamente no era una de las preferidas de Kusuo. Cada uno debía de buscar su pareja para sacar lo que habían cultivado a principio de las clases.
Cómo Anika sabía que Kokomi iba a jugar una de las suyas para estar con Kusuo, ni se molestó. Su día iba demasiado tranquilo como para pertubarse por eso.
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–Oye Rata, ¿por qué no haces equipo con Kusuo? –comentó Aiura.
–¿Ves eso de allá? –señaló de manera muy discreta– es nada más y nada menos que Teruhashi Kokomi intentando lo mismo que me acabas de proponer.
–¿Y por qué no vas y le demuestras que no sólo ella puede hacer equipo con Kusuo?
–Porque me parece ridículo competir con otra chica por un chico, además, seguro que Saiki-shi al ver esa situación termine emparejándose con cualquiera que no sea ninguna de las dos.
–En eso tienes razón, he coincidido algunas veces con él y le gusta siempre andar bajo perfil. Por lo que veo Rifuta también está en el combo, últimamente Kusuo está muy solicitado.
–Miko, vamos a ponerle un nombre clave. Recuerda que aún estamos en la escuela –mencionó muy nerviosa.
–Bueno, ¿y qué propones? ¿Taciturno como lo llama Saiko? –rió.
