Capitulo Treinta Y Nueve.

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Giuseppe Mildford.

El único sentimiento que ahora estaba guardando bajo mi expresión era el de la rabia pura, no podía creer que aquel hombre fuera tan maldito respecto a la seguridad de una manada tomándolo como juego para saber si dependía de su ayuda algo que claramente no necesito.

El silencio sepulcral en mi despacho era tenso, podía sentir como cada uno de los que estaban presentes esperaban a que yo dijera algo, no había hecho más que sentarme en el escritorio y pensar en como solucionare esto, pero las ideas ya habían revoloteado hace unos buenos minutos por lo que la respuesta a él problema ya lo tenía concretado.

Liam asegúrate de que al toque de queda no haya nadie en las calles o fuera de sus casas.- Digo aun sin alzar la vista pues tenía mi rostro escondido en mis manos mientras me apoyaba en el escritorio.

Me aseguraré de ello Alpha.- Dijo tan serio como miedoso y quiero pensar que es por mi tono de voz.

Juulian quiero guardias más intensas, si necesitan abarcar áreas con el doble de personas hazlo.- Dije pensando en como deberían quedar cada grupo, si ahora eran 40 en una área ahora serían 80.

Entendido Alpha, comenzaré ahora mismo.- Dijo el mientras escuchaba la puerta de mi despacho abrirse para cerrarse de la misma manera tan rapida.

Finick quiero que hagas los ajustes necesarios para la seguridad de la zona de resguardo en caso de algún ataque de fuera.- Ordene nuevamente mientras sentía mis uñas tocarse entre si, mis manos estaban tensas y podía apostar a que me habían crecido un poco por la rabia.

Lo haré lo antes posible Alpha.- Dijo para empezar a escribir en su libreta, lo sabía por el sonido de la pluma pasar por la hoja.

Forest y Harrys a ustedes les encargo la vigilancia dentro del pueblo de la manada, no quiero que ningún rincón o espalda de una casa este sin ser monitoreada, hagan eso ahora no pierdan tiempo.- Dije a lo que solo escuche el "Si Alpha" antes de que la puerta se abriera y cerrará de nuevo.

Daemon en tres dias me presentaré como Alpha de esta manada así que prepara todo para el ritual de aceptación.- Digo sintiendo como los que quedaban en la habitación tenían un olor a nervios, claro todos menos Daemon el olía a diversion pura.

Pero si usted se proclama Alpha de esta manada en sangre y alma perderá el liderazgo en Red Moon.- Dijo Liam por lo que saque mi cabeza de entre mis manos y alce mi vista.

No perderé nada porque Red Moon jamas fue mi manada, haré de esta manada la mejor aun si debo sangrar por todo el cuerpo para conseguirlo.- Digo levantándome de mi asiento quedando frente a ellos de pie.- Espinas de sangre esa es esta manada, mi manada.

Dije con total seriedad y frialdad en mis palabras, era un hecho, sería la Alpha de esta manada pero no temporalmente, sería la definitiva, los haría crecer y levantarse de cada caída aun si no pueden más, haré que cada lobo en esta manada sea formidable, los haría llenarse de poder y orgullo por pertenecer a ella.

Esta manada sería escuchada en todas las demás como símbolo de poder, no me rendiré hasta verles ver que no necesito a nadie para crear y formar mi propio imperio, porque era, soy y seré la única que someta a todas las demás manadas hasta que bajen la maldita cabeza con solo verme pasar.

Para esto nací.

Para esto fui creada.

Para ser la Reyna del tablero.

( Tres días después )

Los entrenamientos eran intensos y demasiado disciplinados pero aún así podía ver el cambio en cada actitud de los jóvenes novatos, para los guerreros de las tropas también estaba siendo pesado pues les pedía el triple que a los novatos, debian llegar al nivel de mis Delta, mis Deltas llegar al nivel de mis Beta y mis Beta llegar a mi nivel, pero yo yo estaba sobrepasando mis propios límites, aunque ¿para eso están no? Todos llegamos a este mundo para sobrepasar lo que la mente nos dice "hasta aquí" , somos capaces de más y más, eso le hacia ver a cada uno de mi manada.

Atada en un destino de espinas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora