Capitulo 7 Mia's Pov

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La vida es curiosa; un dia estas en casa viviendo el romance de tu vida y al otro estas a quilometros ahogando tus penas en relaciones superficiales. Pensó terminando de pasar sus aountes de la clase de "filo".

Art: Nos vemos hoy ¿Cierto? Era tan lindo, casi demasiado tierno, sino fuese porque la ponia como burra sodomizarlo, lo dejaria todo.

ignoro su mensaje para guardar sus cosas y salir del salón, ya casi no habia nadie

―Mia ¿Quieres?― Ella debió notar el estres en su ceño fruncido y sus labios cansados, asintió y fueron al baño de chicas, encerrandose en uno de los cubiculos.

Florence saco una bolsita con polvo, nego y tiro el resto por el escusado con el sonido del desague llevandoselo todo. Flor la miro mal, ella ya tenia la nariz sucia; las luces ultravioleta impedian la consumisión pero Flor era experta en eso ¿Cuando ella se convirtió en Rue? Cuando intercambiaron roles, siempre creyo ser ella misma Rue, Jules le quedaria excelente a Flor pero ¿Quien termino siendo amenazada por Nate el primer dia en una fiesta? Al menos no le grito en la calle, hizo una mueca de asco y Flor rio atrayendola a un languido beso. No sabia cuando empezo todo pero ahora no podia parar

Art: ¿Vienes? Ignoro el texto en su teléfono cuando este vibro y continuo besandola.

Se volvió adicta a sus tiernos labios y las suaves manos de la chica recorriendola, se dejo caer en el suelo y Flor le dio una mirada lujuriosa; ojos brillantes y juguetones levantando su falda, invitandola a pecar.

Era una adicta al pecado, a desafiar a Dios con actos tan salvajes que se incendiaria si pasara por enfrente de una iglesia

El timbre sono cuando Flor tenia las piernas temblorosas y jadeaba por más, tuvieron que dejarlo para más tarde, su celular volvió a vibrar. Dios debia cortar con Art

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―¿Cansada?― Preguntó Flor cuando entró al cuarto y dejó su mochila en la cama; era su palabra clave. Dios, ¿desde cuándo tenían una clave para esto? "Desde que te volviste adicta y casi se lo pides en medio de una clase de filosofía", recordó, ignorando una vez más su consciencia. Prácticamente se arrojó a los brazos de Florence, quien la sostuvo contra su pecho, murmurando palabras tranquilizadoras. Pero pronto, el latido de su corazón y el calor de su piel contra su oreja no fueron suficientes, así que bajó su escote.

Flor las arrastró a la cama y permitió que Mia bebiera de ella. "Nada saldrá", pensó Mia, pero no le importaba, solo quería imaginar que lo haría, que si chupaba lo suficiente, tal vez lo lograría. Ojalá existieran esos juguetes eyaculadores como en sus libros de ficción erótica. Si los inventaran, entre eso y la IA, los humanos dejarían de reproducirse. Sería ideal. Mia soñaba despierta, gimiendo alrededor del sensible pezón que tenía en su boca.

―Shhhh... cariño― gimió Florence, más agudo, cuando Mia rascó su cabello. "Cariño", así la llamaba él.

Mia estaba por pedirle que usaran a 'James', pero Flor tenía otros planes hoy.

―Recuéstate en la cama, vas a comerme― exigió Florence con una voz femenina y autoritaria que fue directo al centro palpitante de Mia. Obedeció sumisamente. Lo bueno de ser versátil era esto; someterse a Florence y ser la dominante con Art cuando estaba con él. Esa dualidad la mantenía tan distraída como podía estar del verdadero motivo detrás de todo esto.

Se arrastró sobre las frías sábanas y jadeó de placer al sentir la tela contra su piel caliente. Observó a Florence levantar su falda, y en segundos, el húmedo centro de Flor estaba contra su cara. Lamió, gimiendo contra su carne sensible, chupando expertamente su hinchado clítoris, orgullosa cuando los jugos ácidos de la chica goteaban alrededor de sus labios. Florence era única; su sabor, su textura. Flor montó su cara, o más bien le dio el privilegio de alimentarse de ella, hasta que llegó en un susurro de jadeos y respiraciones irregulares.

―Me encantas― exhaló Florence, complacida, el sabor de su intimidad aún presente en su boca.

―Sí, como sea, ¿quieres...?― ofreció Mia mientras se acomodaba la ropa.

―No, no te preocupes, veré a Art luego― respondió Florence.

―Bien, solo escríbeme si necesitas "mom's love"― añadió.

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Se encontro con Art en el gimnacio de la universidad, lo vió intercambiar una mirada complice con Patric, su mejor amigo y luego este desaparecio ―Oye no quiero se una rompe hogares― Art rió ante su comentario y la guió al baño.

―¿Podrias tomarlo hoy?― Rodo los ojos, ella siempre lo hacia por él. Pero como sodomizadora oficial de Art era su trabajo no hacerlo muy "heteronormativo" sabia las preferencias de Art, lo empujo contra una pared cercana produrando la seguridad del chico con miradas y gestos lentos que reafirmen su autoridad y seguridad sobre pel, no firmarian un contrato, esto era solo un experimento pero aun así, había reglas que seguir

―¿Palabra d seguridad?―

―Patrick― Jadeo el chico mientras ella lo sostenia de cara a la pared, élno la vió rodar los ojos, era tan predecible. Ellos nunca lo admitirian, Art por estar en el closet y su amigo por hetero.

El chico ya tenia sus pantalones bajos cuando sucumbio a su afisión favorita; hundir su cara en bonitos traseros masculinos. Lo hizo con su Dom en el pasado y hubiera llegado a más pero la estupida de la mujer del hombre los jodio. Los gemidos de Art llenaron el cubiculo y agradecio no estar obsesionada con el tenis o nunca haría esto, demasiado concentrada en el juego y preocupada por mi rodilla para estar en el suelo de un baño universitario.

Empujo dos dedos dentro ccuando él estuvo listo y los movio hasta que él llego minutos después. Le mintió a Florence, no queria la boca de este chico en ella, Art tampoco querria; solo queria a Florence, ella, su cuidado casi maternal y su suavidad. Dios

Salio del baño antes que Art y volvió a su habitación

―¿Quieres?― Flor ofreció de las uvas que comia pero ella no respondió subendose a la cama y enterrando su cara contra la suavidad de su sueter ―¿Que pasa? Bebe― Rió ella acariciando su cabello.

―Quiero comerte entera― Su propia voz amortiguada por la ropa de la chica

―Te estas convirtiendo en alguien pegajosa, no me malinterpretes me gusta pero no puedes venir a mi vagina cada vez que sucede algo malo― Pese a su aparente restricción Flor dejo que levantara su falda y gimió como zprra cuando la deboro, no traía bragas y eso facilito el juego terminando con la cara empapada y preguntandose ¿Que mierda estaba haciendo de su vida?

ConsumidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora