Capitulo 30 Myla's Pov

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Florence: Necesito que mates a mi padre

El mensaje llego un tranquilo martes por la mañana, Will estaba masticando trabquilamente su tostada de pan integral y sus ojos se perdian en las migajas de su barba, sonrió distraidamente cuando el proximo mensaje llego

Florence: Lo siento, en la uni se corrieron algunos rumores ya sabes...

Myla: No te preocupes. Envió

El rumor no le molestaba, la halagaba, era mejor que piensen que era una asesina a que se acostaba con

—¿Que pasa?— La risa de Will la saco de sus pensamientos

—¿Te molestaria ir a deshacernos de un hombre?— Él se encogió de hombros como si le hubiesen encargado sacar la basura. y no pudo evitar que una sonrisa boba se dibujara en su rostroio cuando hablo

—Claro, no tenemos nada que hacer hoy— Se lanzaria a besarlo si pudiera y de hecho, podia. Se levanto de su lugar en la mesa y se sento sobre sus piernas —Entonces..¿Quien es el tipo?— Preguntó pasando una mano por su muslo acomodandola mejor sobre él

—El padre de una compañera de universidad, un idiota que abandono a ella y a su madre por irse con una perra que lo alejo de toda su familia— La ira subia por su garganta recordando a Florence repetir la historia una y otra vez cuando estaban demasiado ebrias para tener filtro en lo que decian.

—Suena como un imbecíl, definiticamente merece morir ¿Como un hombre puede poner a una mujer por encima de su hija?— Su corazón se acelero al oirlo y paso sus manos por el peco de Will jugando con los vellos de su pecho

—No lo sé— Escondió la cabeza en su cuello y se perdió en sus pensamientos. No queria ni imaginar lo si ella hubiese estado en su situación.

—Entonces, el imbecíl este ¿Donde vive?— Ya podia notar la ira en la ira en su voz y no deberia estar tan excitada ante la idea pero lo hizo.

Tomo su celular mostrandole la dirección antes de que sus pensamientos pudieran irse muy lejos, ya tendrian tiempo para lo demas.

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La casa del hombre estaba ubicada en los suburbios y la fachada de la casa era la típica fantasia de familia tradicional americana con el frente blanco y un par de flores que rodeaban la puerta. Entraron por la parte trasera, según Florence a esta hora su padre quedaba solo en casa ¿El imbecíl no trabajaba? Que desperdició, no lo seria por mucho mas.

Miro a Will a su lado quien cargaba con los "suministros" en una mochila

—Te sigo cariño, siempre te cubrire las espaldas — Le robo un beso y entraron.

No les costo encontrar al hombre, canoso y mal oliente bebiendo una cerveza en el sofa. Dios odiaba a los hombre que fumaban

—¿Quienes son ustedes?— Exclamo el hombre asustado cuando Will lo ato, era tan jodidamente facil que hasta era aburrido. Arrastraron al hombre en su silla hasta el escapació que dividia el comedor principal de la cocina.

—Eso no te importa— Dijo Will amenazadoramente, Dios se veía tan bien con sus fuertes brazos restringiendo la movilidad del hombre, se alejo una vez se aseguro que no escaparia y se sento en un sofa apartado.

—Pero si te interesa— Se acerco al hombre haciendo girar unas tijeras en sus dedos, un regalo de Will luego de contarle su fascinación por la historia de un aspirante a modelo y su novio diseñador de moda y psicopata asesino. —No han mandado a saldar algunas cuentas— Sonrió maliciosamente cuando los ojos del hombre vieron las tijeras y empezo a sudar como cerdo intentando librarse de las cuerdas.

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