MYLA
Despertó horas después, aun sintiendo las réplicas de lo sucedido, se removió haciendo una mueca cuando su pierna rozo la humedad fría en las sábanas. Entonces, ¿No lo soñó? ¿Will realmente la había tocado? Fantaseo un momento con la idea, en la oscuridad de su habitación, como miles de veces lo hizo en su juventud, pero algo era distinto, ahora podía ir y colarse en su cama sin temor a nada. Entonces ¿Porque estaba aquí y no con él? Claro, ellos y su reciente moralidad.
Se rio de sí misma, se acordaron tarde de tener ética, se quitó las sábanas de encima y estaba a punto de salir de la cama cuando una fuerte respiración la detuvo. Estaba allí, del otro lado de la pared "¿Lo recuerdas? Myla" como cuando eras chica" Le sonrió a la penumbra de su cuarto y volvió a recostarse, ya no tenía por qué quedarse aquí y fantasear con ello, sabía cómo se sentía, como era ser aplastada por el asfixiante calor del cuerpo de Will, como era tenerlo encima y dentro... Ahogó un gemido en su brazo y apretó los muslos.
"No tienes que quedarte aquí. Ve" Una tentadora voz dijo en su cabeza, años deseándolo hasta tenerlo y una vez que lo hizo tuvo que marchar. Y ahora que estaba de vuelta ¿Estaba conteniéndose? ¿Para qué? Salió de la cama arrastrándose por el pasillo, a oscuras, como miles de veces lo hizo. Ya no era una adolescente. Tenía capacidad de saber que esto estaba mal, en ese tiempo también lo sabía y nada la detuvo ¿Por qué lo haría ahora?
La puerta estaba entre abierta ¿Él la dejo así? ¿Estaba invitándola? Camino en silenció hasta adentrarse. Pudo distinguirlo aun en la penumbra; acostado en la cama, cabello oscuro despeinado sobre su almohada, pecho descubierto, su cuerpo apenas cubierto por la sábana a media pierna. Se acercó, subiéndose a la cama, manos silenciosas sobre el acolchado, intentando no hacer ruido.
—Princesa... —Susurró Will, en advertencia cuando se recostó a su lado —Estoy intentando ser un buen hombre — Se rio de él y de ella misma ¿Qué pretendían a esta altura de la historia?
—Nunca me has gustado por ser un buen hombre —Murmuró de igual manera, buscando su mano para entrelazando sus dedos, la misma mano que horas antes la toco —Tocarte pensando en mí tampoco te hace un buen hombre — Llevo el dorso de su mano a su boca, besándolo.
—Entonces deje de serlo hace mucho — Sonrió suavemente, descansando sobre su hombro, dejando un casto beso en la piel de su cuello, sus labios hormigueando por la tentación de ir más allá, se contuvo. Quería ir con calma. —Te extrañe demasiado princesa — La confesión flotando en el aire como un secreto a voces.
—También lo he hecho, como no te imaginas — Paso una mano por su pectoral izquierdo, allí donde yacía la marca que hace años dejo —No sé cómo pude soportarlo tanto — Admitió, más para sí misma que para Will.
—Fueron veranos difíciles — Hablo él en tono conversacional
Asintió de acuerdo, jugando con sus dedos unidos, acariciando el dorso de su mano y cualquier parte de él que pudiera tocar. Entrelazo su pierna con la suya, pero seguían sin ir más allá como si el simple acto de estar enredados les bastara.
—Es irónico, siempre creí que si alguna vez volviese estaríamos pegados todo el día — Se rio de lo ilusa que sonaba —Y miramos ahora, intentando tener una moral que nunca tuvimos —
—¿Y si cometimos todos esos crímenes solo para intentar eximirnos de nuestro verdadero pecado? — El tono reflexivo de Will igualando la voz en su cabeza.
—Es tan ridículo — Frunció el ceño —¿Qué sentido tiene? Si nos iremos al infierno de igual modo, no importa cuantas vueltas le demos o cuanto intentemos justificarlo. — La risa de Will la tranquilizo —He gemido tu nombre más veces de las que puedo contar — Confesó, como si esto fuera una purga de pecados.
—Princesa... — Will advirtió entre dientes. Arrastró su mano por su pecho bajando hasta sus abdominales y tomo un poco de su esencia entre sus dedos.
Gimió alrededor de su dedo, mirándolo a los ojos —Te he deseado la mayor parte de mi vida, ya estoy condenada, Will — Su mirada oscura y penetrante brillando en la oscuridad.
—Yo me condené cuando decidí tomarte bajo mi guía, solo quería lo mejor para ti — Palabras no dichas detrás de esa frase, pero lo dejo pasar, no quería pensar. Se inclino capturando sus labios en un beso lento y no pudo evitar gemir en su boca. Lo había extrañado demasiado.
—Reanudaremos el contrato, si eso te quita cargo de consciencia — No le importaba, a estas alturas no creía poder ser más suya, en todo el sentido de la palabra.
—Lo hablaremos mañana si quieres —Dijo Will contra sus labios entes de perderse en su boca.
Lo abrazo, atrayéndolo más cerca; cayeron sobre la gran cama, sus cuerpos moviéndose como uno solo mientras se perdían entre jadeos y gemidos temblorosos, las paredes y la oscuridad siendo testigos de su reencuentro y lo tomo sin culpa, sin redenciones porque al fin estaban juntos; al fin estaba en casa.
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Consumidos
RomansaSINOPSIS Mia: una habida lectora que toda su vida ha soñado vivir un romance como los de sus libros, enamorada del mismo hombre desde pequeña, un amor tan imposible y prohibido que temía mencionarlo. Intento olvidarlo, pero cuando descubre un secret...