El anillo

Capitulo 6

"El destino no siempre toca a la puerta; a veces,

 llega en un pequeño paquete sellado con cera roja."

Gulf permanecía en la habitación, intentando procesar lo que acababa de ocurrir. Todo el caos que lo rodeaba tenía un solo origen: el anillo. Aún recordaba claramente el instante en que lo recibió, sin imaginar que ese pequeño paquete sellado con cera roja ocultaba un destino que cambiaría su vida para siempre.

Todo comenzó en Onseker, un pueblo pobre y apartado, lejos de las oportunidades y políticas del reino de Haewn. Kao, su jefe y único mentor, era un beta rudo y audaz, pero nunca preguntaba mucho sobre el contenido de los paquetes que le pedían transportar. Para Kao, un trabajo era un trabajo, y para Gulf, era una oportunidad de ganar algo de dinero sin levantar sospechas sobre su verdadera naturaleza como omega.

—Lleva esto al punto de encuentro —había dicho Kao ese día, entregándole el paquete envuelto en cuero—. No preguntes nada, solo asegúrate de que llegue a su destino.

Gulf aceptó la tarea sin pensarlo dos veces. Había hecho entregas similares en el pasado, llevando paquetes de un lugar a otro sin causar problemas. Pero esta vez, había algo diferente en la forma en que Kao le entregó el paquete, una ligera tensión en su voz, algo inusual para alguien tan acostumbrado a los tratos oscuros.

No fue hasta que se encontraba en el bosque, atravesando los senderos solitarios hacia el lugar acordado, cuando comenzó a sospechar que algo no estaba bien. Los árboles altos y las sombras alargadas le daban una sensación de inquietud que no podía sacudirse. Justo cuando estaba a punto de llegar, escuchó el galopar de caballos acercándose a gran velocidad.

Gulf se detuvo en seco, su instinto le decía que algo estaba mal. Se escondió detrás de un árbol, observando cómo un grupo de guardias de Haewn, vestidos con armaduras brillantes y el emblema del reino, irrumpían en el bosque, claramente buscando algo, o alguien.

El corazón de Gulf latía con fuerza en su pecho mientras trataba de mantenerse oculto. Entonces lo vio: uno de los guardias levantó un pergamino que llevaba una descripción clara, y lo que parecía ser un boceto de... él. No había duda, lo estaban buscando, y no por algo trivial. Algo en ese paquete había atraído la atención del reino.

En un arranque de pánico, Gulf se echó a correr rápidamente.Lo que siguió fue un torbellino de eventos que escapaban a su control. Ya no había escapatoria. Gulf estaba atrapado en una trama mucho más grande de lo que jamás hubiera imaginado. Y ahora, mientras estaba encerrado en esa habitación lujosa del castillo, no podía evitar preguntarse qué vendría después. Las palabras del consejero resonaban en su mente: "El futuro de Haewn ahora está entrelazado con el tuyo".

Mientras pensaba en la traición de Kao, y en cómo todo esto había comenzado como un simple encargo, se dio cuenta de que su vida tal como la conocía había terminado.