Capitulo 15

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"Soy igual que la nieve,

 como aquel polvo minúsculo que flota en el aire"

Gulf se encontraba rodeado de sirvientas que corrían de un lado a otro con un aire de urgencia

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Gulf se encontraba rodeado de sirvientas que corrían de un lado a otro con un aire de urgencia. El aire estaba impregnado de fragancias de flores y aceites, pero a él solo le resultaba asfixiante. Se miró en el espejo, sintiendo que el reflejo que le devolvía la mirada no era más que una mentira.

Era un hombre de contextura delgada, pero no tan frágil como un Omega típico. Su altura de 1.70 metros lo hacía más alto que la mayoría de los Omegas, una característica que había sido su salvación en muchos aspectos, permitiéndole pasar como Beta durante todos esos años. Sus ojos negros eran profundos, penetrantes, y estaban cargados de una determinación que contradecía su apariencia. La piel suave y blanca, que había sido acariciada por el sol en su trabajo al aire libre, ahora tenía un ligero bronceado que contrastaba con la delicadeza que intentaban forzar sobre él. 

Su cabello, que caía en suaves ondas, le llegaba justo por encima de los hombros. Las sirvientas, atareadas, lo peinaban con esmero, adornándolo con cintas de seda que caían delicadamente, dándole un toque de elegancia a su apariencia.

Comenzaron a aplicarle un maquillaje ligero, tratando de resaltar su "belleza". Gulf se sentía como un objeto, algo para ser exhibido en lugar de un ser humano con pensamientos y sentimientos. El encaje y la seda que elegían para vestirlo eran un recordatorio constante de lo que se esperaba de él como Omega: fragilidad, delicadeza, una feminidad que él aborrecía.

Mientras lo vestían, su torso se ceñía con un corset de seda que moldeaba su figura, acentuando su cintura estrecha de manera casi dolorosa. La tela suave se ajustaba a su pecho, dándole un aire de delicadeza que le resultaba insoportable. Sobre el corset, le colocaron una blusa de encaje con patrones muy elaborados, de mangas largas que caían graciosamente sobre sus brazos. El encaje era ligero y transparente, dejando entrever su piel, y cada movimiento provocaba un roce sutil que le recordaba la fragilidad de la tela y lo que se esperaba de él.

La parte inferior del atuendo consistía en un pantalón de tela suave y fluida, que se ceñía a sus piernas con un corte ajustado pero cómodo, permitiéndole cierta libertad de movimiento. Los bordes del pantalón estaban adornados con encajes que se deslizaban elegantemente, intentando equilibrar la feminidad del conjunto con su naturaleza masculina. A pesar de su diseño, Gulf sentía que el atuendo lo aprisionaba, reforzando su rol como Omega y recordándole la imagen de vulnerabilidad que despreciaba.

Las sirvientas recogieron su cabello en un elegante peinado que dejaba su cuello al descubierto. En su cabello, colocaron pequeñas joyas brillantes que reflejaban la luz que se escapaba de entre las ventanas, añadiendo un toque de sofisticación que acentuaba su belleza, sin necesidad de aretes, ya que Gulf nunca había usado ninguno y no tenía las orejas perforadas.

La parte trasera de la blusa contaba con un corte que dejaba visible su cuello y parte de su espalda, dándole un toque de sensualidad y elegancia. Este diseño revelador era un recordatorio constante de que, en este mundo, una marca podía ser dejada por un Alpha. Cada vez que Gulf se daba cuenta de esto, una oleada de desagrado lo invadía, pues esa exposición solo acentuaba su rol como Omega y lo hacía sentir más vulnerable en una situación que ya era humillante.

—¡Déjenme en paz! —gritó, su voz resonando con frustración mientras se sacudía ligeramente de las manos de las sirvientas—. No necesito esto.

Con un esfuerzo consciente, dio un paso adelante, decidido a no dejar que esa situación lo derrotara. Su corazón latía con fuerza, cada pulso resonando como un recordatorio de su lucha interna. Tomó una respiración profunda, tratando de despejar su mente mientras los ecos de murmullos y risas provenientes del pasillo aumentaban su ansiedad, como una corriente incesante que amenazaba con arrastrarlo.

Sabía que debía salir de la habitación y enfrentarse a lo que le esperaba. La imagen de su futuro, tan incierto y opresivo, pesaba sobre sus hombros, pero esta vez lo haría con la cabeza en alto, sin permitirse humillarse aún más. La determinación brillaba en su mirada, una chispa de rebeldía contra las expectativas que lo rodeaban.

Abrió la puerta con firmeza, dejando atrás la fragancia abrumadora de las sirvientas y el ambiente sofocante. Al cruzar el umbral, sintió una ráfaga de aire fresco que parecía infundirle una nueva energía. Avanzó hacia el pasillo, seguido por los guardias, mientras una mezcla de nerviosismo y resolución ardía en su pecho como fuego. A cada paso que daba, se sentía más ligero, como si estuviera soñando, como si en ese momento pudiera liberarse de las cadenas que lo ataban a su destino.

 A cada paso que daba, se sentía más ligero, como si estuviera soñando, como si en ese momento pudiera liberarse de las cadenas que lo ataban a su destino

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Me inspire en ese corte de la blusa xd

Me inspire en ese corte de la blusa xd

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