Capitulo 12

51 7 0
                                    

"Creció creyendo que su destino ya estaba escrito; 

aunque nunca lo eligió, 

lo aceptó como su realidad, 

pues no conocía otra manera de vivir."

Horas pasaron como si fueran días, cada segundo un recordatorio de la ansiedad que consumía a Gulf

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Horas pasaron como si fueran días, cada segundo un recordatorio de la ansiedad que consumía a Gulf. La presión en su pecho aumentaba mientras se preguntaba qué decidirían los guardias y el médico sobre su destino. Su mente divagaba entre recuerdos de su hermano y la realidad aterradora que lo esperaba.

Finalmente, la puerta se abrió de golpe, y el médico entró, su rostro pálido y preocupado. La urgencia en su andar no dejaba lugar a dudas.

—Gulf, los resultados ya están aquí —dijo con voz grave.

Gulf sintió un escalofrío recorrer su espalda. Lo que menos quería escuchar en ese momento era la confirmación de su peor temor.

—¿Y bien? —preguntó, incapaz de ocultar la tensión en su voz.

El médico se detuvo un momento, respirando hondo. —Eres un Omega recesivo.

Las palabras cayeron como un hacha, cortándolo de golpe, mientras la realidad se instalaba en el pecho de Gulf con un peso abrumador. Lo habían descubierto.

El médico giró sobre sus talones y salió de la habitación a toda prisa, sin esperar la respuesta de Gulf. Este, sintiendo que el mundo se desmoronaba a su alrededor, se quedó en silencio, la desesperación llenaba cada rincón de su mente.

Mientras tanto, el médico corría hacia el gran salón del castillo, donde el rey y el príncipe Mew discutían con sus consejeros sobre la reciente tradición de la búsqueda del Omega adecuado. El ambiente era tenso, impregnado de la importancia de la decisión que debían tomar.

—¡Su Majestad! —exclamó el médico al entrar con un aliento entrecortado por la carrera—. Debo informarles urgentemente sobre los resultados del examen de Gulf.

El rey, un hombre de presencia imponente con una mirada que inspiraba respeto, levantó la vista, con una curiosidad brillando en sus ojos. Mew, a su lado, sintió un escalofrío recorrer su columna vertebral, anticipando noticias que podrían cambiarlo todo.

—¿Qué has descubierto? —preguntó el rey, su voz resonaba en la sala.

—Gulf es un Omega recesivo —respondió el médico, dejando que el peso de sus palabras llenara el espacio. —Esto significa que, aunque es Omega, sus feromonas y ciclos de calor funcionan de manera diferente. Su capacidad para concebir un heredero es considerablemente menor, lo que lo aleja de la norma que la familia real ha conocido.

Los consejeros comenzaron a murmurar entre ellos, intentando entender las implicaciones de esta revelación. Mew sintió que su corazón latía con fuerza.

El médico continuó, viendo que la atención se centraba en él. —Los omegas recesivos suelen tener menos intensidad en sus feromonas. Esto no solo afecta su atracción hacia los alfas, sino que también altera su ciclo de calor, que ocurre con menos frecuencia que el de un Omega normal. Por lo tanto, es menos probable que un Omega recesivo quede embarazado. Esto podría complicar la búsqueda de un heredero para el reino, especialmente porque la familia real ha sido tradicionalmente dominada por omegas y alfas con capacidades plenas de reproducción.

El rey asintió, comprendiendo la gravedad de la situación.

—Esto cambia todo —dijo el rey con voz firme—. Sin embargo, no podemos pasar por alto que ha sido deshonesto. Gulf ha ocultado su verdadera identidad y eso no puede quedar sin respuesta.

—Debemos castigar al Omega por su insolencia —exclamó un consejero con un tono lleno de indignación. Las palabras del consejero eran claras: la falta de sinceridad de Gulf no podía quedar impune. Un castigo ejemplar debía imponerse para disuadir a otros de intentar engañar a la familia real.

Mew, por su parte, se quedó callado, su mente trabajaba a toda velocidad. Sabía que la situación era complicada. La condición de Gulf como Omega recesivo no solo complicaba la posibilidad de un heredero, sino que también ponía en peligro la estabilidad del reino.

El rey observó a su hijo, percibiendo su preocupación, pero su decisión ya estaba tomada.

—Pensaré en un castigo para el Omega —dijo con autoridad, levantándose de su silla—. Pero antes, debemos asegurar que no escape nuevamente. La boda se llevará a cabo sin más demora.

Mew levantó la vista, sorprendido por las palabras de su padre. Sabía que la decisión del rey estaba impulsada tanto por la necesidad de mantener el control como por el miedo de perder a Gulf, quien ya había demostrado ser escurridizo.

—¿Tan pronto, padre? —se atrevió a preguntar, la incertidumbre marcando sus palabras.

—No podemos correr riesgos —respondió el rey con voz firme—. Gulf ha demostrado que es capaz de mentir y ocultarse. Si se escapa otra vez, podría perderse para siempre, y con él, la posibilidad de cumplir con nuestra tradición. La boda se llevará a cabo, y luego discutiremos cómo resolver el asunto del heredero. No permitiremos que un Omega ponga en peligro el futuro del reino.

Mew asintió lentamente, comprendiendo la lógica de su padre, aunque en su corazón sentía que apresurar la boda podría complicar aún más las cosas. Sin embargo, sabía que no tenía otra opción que aceptar la decisión del rey.

Estoy fijando un día para actualizar ,debido a que ya estoy con las tareas de la u xd

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Estoy fijando un día para actualizar ,debido a que ya estoy con las tareas de la u xd

¿Cuál les gustaría?

El anilloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora