Capitulo 18

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"Tu voz importa,

 sin importar tu apariencia."

La multitud estalló en aplausos, pero para Gulf, el sonido era solo un eco distante

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La multitud estalló en aplausos, pero para Gulf, el sonido era solo un eco distante. La música comenzó a resonar en el salón, envolviendo a todos en un aire festivo. Los nobles, entretenidos por el bullicio de la celebración, comenzaron a levantarse y mezclarse en un torbellino de conversación y baile. La atmósfera estaba cargada de una energía vibrante, pero Gulf se sentía fuera de lugar, como un espectador en una función ajena.

El rey se acercó, sonriendo de satisfacción. —Que la bendición de la corte y de Haewn esté con ustedes— proclamó con un tono que pretendía ser cálido, pero que a Gulf le sonó burlesco.

Incapaz de contener su creciente incomodidad, Gulf miró al rey con incredulidad y frustración. —¿Dónde está Win?— gruñó, con la voz cargada de un enojo que no podía ocultar.

Mew, al ver cómo su ahora omega y esposo desafiaba al rey, abrió los ojos en sorpresa. Nunca había visto a un omega gruñir al rey; la postura desafiante de Gulf era una revelación que no sabía cómo manejar.

El rey, sorprendido por la insolencia de Gulf, frunció el ceño. Su rostro pasó de la sorpresa a una severidad controlada. Afortunadamente, la escena fue pasada por alto debido a la música fuerte y el bullicio general del salón, donde los nobles estaban ocupados bailando y bebiendo.

—Gulf, cálmate— dijo Mew, tocando ligeramente el hombro de su ahora esposo en un intento de calmarlo. La suavidad del gesto contrastaba con la tensión en el aire, pero Gulf rechazó el contacto con una brusquedad inesperada.

—No me toques— replicó Gulf, volviendo su mirada fija en el rey, llena de una furia contenida. —Si piensa que me quedaré de brazos cruzados, se equivoca. ¿Dónde está Win?

El desconcierto de Mew se tornó en incomodidad. Era la primera vez que alguien le hablaba de tal manera, y la impresión que Gulf estaba dejando era todo lo contrario a la imagen pacífica que él había esperado. La realidad de la situación se estaba presentando frente a sus ojos, y no sabía cómo manejar la intensidad de las emociones de Gulf.

El rey, incapaz de soportar más el espectáculo, dejó escapar un resoplido de frustración. Unas feromonas de enojo comenzaron a emanar de él, un gesto sutil pero poderoso que comenzó a hacer que algunos nobles cercanos se volvieran curiosos. Con una rapidez inesperada, el rey se acercó a Gulf, tomándolo del brazo con una fuerza que no dejaba lugar a discusión.

—Cálmate— ordenó el rey, forzando una sonrisa que no lograba ocultar su irritación. Sin dar oportunidad a más protestas, comenzó a arrastrar a Gulf hacia un rincón apartado del salón. La muchedumbre seguía inmersa en su celebración, ajena a la creciente tensión que se acontencia a un costado del salón.

Mew se quedó parado, desconcertado, sintiendo un torbellino de emociones encontradas. Su preocupación por Gulf y su confusión ante la situación lo hacían sentir desorientado. La ceremonia, que había comenzado con tanta promesa, parecía ahora desmoronarse bajo el peso de revelaciones y conflictos no resueltos.

El rey llevó a Gulf a una sala adyacente, un espacio más tranquilo y menos decorado que el grandioso salón de baile. Las paredes de la habitación eran de un tono más apagado, y el silencio contrastaba con el bullicio del evento principal. El rey empujó a Gulf hacia un rincón y lo miró con severidad.

—Esto no es el lugar ni el momento para que te comportes de esta manera— dijo el rey con voz firme. Su tono era una mezcla de autoridad y exasperación. —Debes comportarte con dignidad y recordar tu papel en este matrimonio. Si tienes quejas, las resolveremos más tarde. Pero por ahora, necesito que te comportes adecuadamente.

Gulf, con el rostro enrojecido por la ira y la frustración, respiró con dificultad, tratando de calmar su agitación. La preocupación por su hermano y la presión del entorno lo habían llevado al límite, y el hecho de ser tratado de esa manera por el rey solo avivó su enojo.

—Es la última vez que se lo preguntaré. ¿Dónde demonios está Win?— gritó Gulf, su voz resonando con una intensidad que hizo eco en las paredes de la habitación.

El sonido llenó el espacio en un instante, creando una tensión palpable. El rey, incapaz de contenerse ante la osadía de Gulf, reaccionó de inmediato, su mano cortando el aire en un gesto abrupto. Un impacto seco resonó en la sala cuando el rey le abofeteó con fuerza, el eco de la bofetada cortando el silencio como un cuchillo.

Gulf se quedó parado, atónito, sintiendo el ardor en su mejilla donde la mano del rey había hecho contacto. La combinación de la sorpresa y la ira en su interior provocó una tormenta de emociones, mientras el rey lo miraba con ojos llenos de indignación y frustración.

 La combinación de la sorpresa y la ira en su interior provocó una tormenta de emociones, mientras el rey lo miraba con ojos llenos de indignación y frustración

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Qué tal va su semana¿ 

Mi dedo se quedó atrapado en la puerta del autobús, lo que casi me lo disloca xd. Afortunadamente, no pasó a mayores. Solo se me salió un poco de piel y sangró así que no podía moverlo mucho por el golpe.
Es mi excusa por no actualizar. 

El anilloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora