La llegada de Jaemin al hogar de Jaehyun se convirtió en un evento significativo y emotivo en sus vidas, una mezcla de nuevos comienzos y sentimientos encontrados. La historia de cómo Jaemin llegó a la casa de su primo Jaehyun es un relato que refleja la complejidad de las relaciones familiares y los desafíos de la vida cotidiana.
La Llegada de Jaemin
Era un tranquilo domingo por la mañana en el suburbio donde vivía Jaehyun. La casa de su padre, ubicada en una calle arbolada y silenciosa, se encontraba en una calma aparente, interrumpida solo por el canto de los pájaros y el sonido ocasional de un coche que pasaba. Jaehyun, con 17 años, estaba en una etapa crucial de su vida. Estudiaba diseño gráfico, medicina, veterinaria y escritura, tratando de equilibrar sus intensos estudios universitarios con las responsabilidades diarias. La independencia era su estilo de vida, y disfrutaba de la libertad que le daba vivir solo en la casa de su padre.
Sin embargo, esa mañana estaba destinada a ser diferente. El sol comenzaba a elevarse en el horizonte cuando se escuchó el sonido de una camioneta estacionándose frente a la casa. Jaehyun, aún en pijama, salió de su habitación para ver qué sucedía. Encontró a su padre, un hombre de edad avanzada con una expresión de cansancio pero también de determinación, descargando varias cajas del vehículo.
-¿Qué está pasando? -preguntó Jaehyun, con curiosidad.
-Ah, Jaehyun -respondió su padre con una sonrisa fatigada-. Tu tía está en camino. Parece que ha decidido dejarnos a tu primo por un tiempo.
Jaehyun frunció el ceño. Había oído hablar de su tía y su primo Jaemin, pero nunca se había imaginado que tendrían un impacto tan inmediato en su vida. A medida que el sonido de la camioneta se desvanecía, Jaehyun se dio cuenta de que el día iba a traer consigo más de lo que había esperado.
Mientras Jaehyun ayudaba a su padre a llevar las cajas dentro de la casa, la camioneta regresó, esta vez con la madre de Jaemin a bordo. Ella bajó del vehículo con una expresión de desesperación y determinación en su rostro. Era evidente que había estado enfrentando situaciones difíciles, su mirada era de alguien que estaba atravesando una tormenta emocional.
-¡Hola, Jaehyun! -exclamó la madre de Jaemin, alzando una mano en señal de saludo-. Espero que no te importe que te traiga a Jaemin por un tiempo.
Jaehyun asintió, tratando de ocultar su sorpresa. A medida que el maletero se abría, Jaemin apareció en la puerta de la camioneta, sosteniéndose de un pequeño asiento. Era un bebé de apenas un año, con ojos grandes y curiosos que exploraban el mundo a su alrededor. Su madre lo levantó y, con un último abrazo y una breve despedida, lo entregó a Jaehyun y su padre.
-Voy a estar en Japón durante un tiempo -explicó la madre de Jaemin-, firmando un contrato con la familia Suzuki. Es una situación complicada, y no puedo llevar a Jaemin conmigo. Confío en que te hará bien tener un poco de compañía mientras estoy fuera.
Jaehyun, aún aturdido, tomó a Jaemin en sus brazos con cuidado. El pequeño, aunque un poco temeroso, parecía emocionado por el nuevo entorno. Su madre le dio un último abrazo a Jaemin y se despidió de él, prometiendo regresar en cuanto fuera posible.
-Cuídalo bien, Jaehyun -dijo ella con una sonrisa triste-. Prometo regresar tan pronto como pueda.
Jaehyun asintió y observó cómo la camioneta se alejaba. La entrada de Jaemin a su vida había sido abrupta, pero también ofrecía una oportunidad para conectar con su familia de una manera nueva. Con un respiro profundo, Jaehyun miró al pequeño que estaba en sus brazos, ahora en un hogar que le era desconocido pero lleno de amor.
El Primer Encuentro
Jaehyun decidió pasar el día en casa para adaptarse a la nueva situación. Mientras su padre se ocupaba de las tareas del hogar, Jaehyun llevó a Jaemin al salón, donde preparó un área segura para el pequeño. El salón estaba decorado con tonos cálidos y muebles cómodos, un espacio ideal para que Jaemin explorara.