La Llegada de Jisung
El sol se filtraba a través de las cortinas, iluminando la habitación de Jaehyun con una luz suave y cálida. A sus 20 años, Jaehyun había logrado completar sus estudios en diseño gráfico, medicina, veterinaria y escritura, convirtiéndose en una figura ejemplar y admirable en la vida de quienes lo rodeaban. Ahora, además de ser un estudiante exitoso, estaba en una nueva etapa de su vida, siendo el principal cuidador de su primo Jaemin y esperando la llegada de otro miembro de la familia, Jisung.
Jaemin, que había crecido y se había convertido en un niño de 3 años, había aprendido a decir sus primeras palabras. Aunque su vocabulario era limitado, la palabra "papá" había comenzado a formar parte de su repertorio. Jaehyun, con una mezcla de orgullo y ternura, se dedicaba a cuidar de él con el mismo amor y dedicación que había puesto en sus estudios.
-Mira, Jaemin, eso es un libro -dijo Jaehyun mientras mostraba un libro ilustrado al pequeño-. ¿Puedes decir "libro"?
Jaemin, con sus ojos grandes y curiosos, miró el libro y luego a Jaehyun. Balbuceó algunas palabras ininteligibles antes de sonreír y decir con dificultad:
-Papá.
Jaehyun se inclinó y lo abrazó con ternura. La simple palabra de Jaemin le llenaba el corazón de alegría, y se sentía afortunado de poder experimentar esos primeros logros del niño.
-¡Eso es, Jaemin! Muy bien -dijo Jaehyun, dándole un beso en la mejilla-. Estás aprendiendo rápido.
A medida que pasaban los días, Jaehyun se concentraba en mantener una rutina estable para Jaemin, asegurándose de que el niño estuviera feliz y bien cuidado. Sin embargo, su vida estaba a punto de cambiar con la llegada de Jisung.
Un día, el timbre de la puerta sonó, rompiendo la tranquilidad de la casa. Jaehyun, que estaba en la cocina preparando un refrigerio para Jaemin, se apresuró a abrir la puerta. Allí estaba el padre de Jisung, con una expresión de mezcla de tristeza y esperanza en su rostro.
-Hola, Jaehyun -dijo el padre de Jisung-. Ha llegado el momento de que Jisung se quede contigo. Me voy a un viaje de trabajo prolongado, y necesito que te haga cargo de él.
Jaehyun asintió, sabiendo que aceptar la responsabilidad de Jisung era una oportunidad para ayudar a su familia. Miró hacia el coche, donde estaba Jisung, un niño de 2 años que ya podía caminar con cierta seguridad y que estaba aprendiendo a hablar. El pequeño estaba en la silla del automóvil, con su mirada curiosa y ojos llenos de expectativa.
-¡Hola, Jisung! -dijo Jaehyun con una sonrisa cálida mientras abría la puerta del coche-. Soy Jaehyun. ¿Estás listo para venir a casa conmigo?
Jisung, al ver la figura amigable de Jaehyun, extendió sus brazos en señal de bienvenida. Jaehyun lo levantó con cuidado, y el pequeño comenzó a mirar alrededor con interés mientras Jaehyun lo llevaba a la casa.
La llegada de Jisung trajo una nueva energía a la casa. Jaehyun se dedicó a acomodar el lugar para asegurarse de que Jisung tuviera un espacio cómodo para jugar y descansar. Mientras tanto, Jaemin observaba con una mezcla de curiosidad y preocupación la llegada de su nuevo primo. Había sido el único niño en la casa hasta ahora, y la introducción de un nuevo miembro le causaba cierta incomodidad.
-Este es tu nuevo cuarto, Jisung -dijo Jaehyun mientras acomodaba algunos juguetes en el suelo-. Puedes jugar aquí siempre que quieras.
Jisung, con una sonrisa, se acercó a los juguetes y comenzó a explorar. Jaehyun notó cómo Jisung miraba a Jaemin con una mezcla de admiración y timidez. Jaemin, sin embargo, no estaba tan dispuesto a aceptar al nuevo miembro de la familia.
Cuando Jisung, con sus primeros intentos de hablar, miró a Jaehyun y dijo:
-Papá.
Jaehyun se sorprendió y se sintió emocionado al escuchar la primera palabra de Jisung. Se inclinó y lo abrazó con cariño, dándole una sonrisa llena de orgullo.
-¡Eso es, Jisung! Muy bien -dijo Jaehyun-. Eres un gran chico.
La atención que Jaehyun brindaba a Jisung empezó a marcar una diferencia notable en la dinámica familiar. Jaemin, que siempre había recibido toda la atención de su primo mayor, comenzó a sentir una ola de celos y resentimiento. La preferencia de Jaehyun por el recién llegado, y la repetida palabra "papá" de Jisung, hicieron que Jaemin se sintiera desplazado.
-¿Por qué Jisung dice "papá" y no yo? -preguntó Jaemin en un tono desafiante mientras se cruzaba de brazos.
Jaehyun, sorprendido por la actitud hostil de Jaemin, se arrodilló para estar a la altura de su primo mayor.
-Jaemin, cariño, Jisung también necesita mi atención. Pero eso no significa que te quiera menos. Eres muy especial para mí.
Jaemin, sin embargo, no estaba dispuesto a escuchar. Su frustración se manifestó en una serie de comportamientos groseros y agresivos. Se negó a compartir sus juguetes, empujó a Jisung y a veces incluso gritó cuando no recibía la atención que deseaba.
-¡No quiero que Jisung juegue con mis cosas! -exclamó Jaemin, mientras arrebataba un juguete de las manos de Jisung.
Jaehyun trató de manejar la situación con paciencia, sabiendo que la transición para Jaemin era difícil. Se esforzó por hacer sentir a Jaemin que seguía siendo importante, dedicándole tiempo y atención cuando podía. Pero las emociones de Jaemin eran intensas y a menudo se manifestaban en su comportamiento.
Una tarde, después de que Jisung había hecho una pequeña travesura, Jaemin no pudo contener su frustración. Se levantó y se acercó a Jaehyun, con lágrimas en los ojos.
-¿Por qué no me quieres más? -preguntó con la voz quebrada.
Jaehyun se agachó y abrazó a Jaemin con ternura. Sabía que el cambio era difícil para él y que las emociones que estaba experimentando eran naturales.
-Jaemin, te quiero mucho, más de lo que puedes imaginar -dijo Jaehyun suavemente-. Jisung solo es un bebé que necesita un poco más de ayuda en este momento. Pero eso no significa que tú no seas importante. Eres mi primo querido y siempre lo serás.
Jaemin, al escuchar las palabras de Jaehyun y sentir su abrazo, comenzó a calmarse un poco. Aunque aún tenía dificultad para entender completamente la situación, el amor y la paciencia de Jaehyun empezaron a hacer efecto.
-Vamos a hacer un trato, ¿vale? -sugirió Jaehyun-. Cada día, pasaremos un tiempo especial solo tú y yo. Así podrás sentir cuánto te quiero y cómo eres importante para mí.
Jaemin asintió con la cabeza, aceptando el trato de buena gana. Aunque todavía estaba lidiando con sus sentimientos de celos y frustración, las palabras y el amor de Jaehyun le dieron un rayo de esperanza.
A medida que pasaban las semanas, la situación comenzó a mejorar. Jaehyun se esforzó por mantener un equilibrio justo entre Jaemin y Jisung, dándole a cada uno el tiempo y la atención que necesitaban. Jaemin, aunque aún lidiaba con sus sentimientos, comenzó a adaptarse lentamente a la nueva dinámica familiar.
La relación entre Jaemin y Jisung también comenzó a evolucionar. A pesar de sus diferencias y los momentos difíciles, los dos primos empezaron a encontrar formas de jugar juntos y disfrutar de la compañía del otro. Aunque Jaemin seguía mostrando signos de celos de vez en cuando, también comenzó a desarrollar un vínculo especial con Jisung, aprendiendo a compartir y a cuidar de su primo menor.
Jaehyun, mientras tanto, continuaba manejando sus responsabilidades con diligencia, encontrando momentos de alegría y orgullo en la vida cotidiana. La llegada de Jisung, aunque desafiante, le ofreció una nueva perspectiva sobre la familia y el amor incondicional. A través de los desafíos y las alegrías, Jaehyun y sus primos encontraron una manera de adaptarse y crecer juntos, construyendo un vínculo más fuerte y duradero.