Como jeno se enamoro de haechan
El Concierto Inolvidable: Jeno y Haechan
El estadio estaba lleno. Los gritos ensordecedores de los fans se mezclaban con el estruendo de las luces y el eco de las voces de los miembros de NCT Dream que resonaban en cada rincón. Era uno de esos conciertos que cualquier fanático del grupo recordaría por el resto de sus vidas, pero lo que estaba por suceder esa noche también quedaría grabado en la mente de uno de los integrantes, Jeno, de una forma inesperada y mucho más personal.
El setlist avanzaba con un ritmo vertiginoso. Canción tras canción, los chicos de NCT Dream daban lo mejor de sí, moviéndose con precisión y energía, disfrutando de cada segundo en el escenario. Jeno, conocido por su carisma y destreza en el baile, estaba completamente inmerso en el momento. Había algo mágico en la energía de los conciertos: la conexión directa con los fans, la adrenalina de las coreografías, el sonido de sus nombres coreados en unísono. Pero en esta ocasión, algo más estaba por suceder, algo que cambiaría para siempre la forma en la que veía a uno de sus compañeros de grupo.
Llegó el momento de una de las canciones más esperadas por los fans. Era una pieza energética, una de esas canciones que hacía que todos saltaran de sus asientos. Jeno, sudoroso pero concentrado, ejecutaba cada movimiento con la precisión de un reloj suizo, sintiendo la energía de sus compañeros a su alrededor. Y fue entonces cuando lo vio.
Haechan, su amigo de años y compañero de grupo, estaba justo al frente, interactuando con los fans con esa chispa que lo caracterizaba. Haechan siempre había sido el bromista, el chico que iluminaba cualquier habitación con su presencia, el que sacaba una sonrisa incluso en los días más duros de las agotadoras giras. Esa noche, sin embargo, había algo diferente en él. Algo que Jeno no pudo definir al principio, pero que estaba a punto de descubrir.
La coreografía avanzaba, y en un giro que había sido ensayado hasta la perfección, Haechan se deslizó hacia el frente del escenario, levantando los brazos al ritmo de la música. Los fans gritaban con emoción, pero nada los preparó para lo que ocurrió después. En un movimiento rápido, casi como si fuera parte de la coreografía, Haechan se quitó la camiseta de un tirón, revelando su torso desnudo.
El estadio estalló en gritos. Los fans enloquecieron, pero Jeno... Jeno se quedó congelado.
De pie en el centro del escenario, Haechan sonreía con esa confianza juguetona que siempre lo acompañaba. Levantó la camiseta y, con un gesto dramático, la lanzó hacia la multitud, que peleaba por atraparla. En ese momento, el mundo de Jeno pareció detenerse. Sus ojos no podían apartarse del abdomen de Haechan, del sudor que brillaba bajo las luces del escenario, delineando su figura.
El corazón de Jeno dio un vuelco inesperado. Un calor subió por su cuello, y antes de que pudiera controlarlo, sintió cómo sus mejillas se sonrojaban.
-"¿Qué demonios...?" -murmuró para sí mismo, intentando recomponerse.
Pero no podía apartar la vista. Los gritos de los fans, la música, todo se desvaneció a su alrededor. Lo único que existía en ese momento era Haechan, de pie frente a él, riendo mientras levantaba las manos, disfrutando de la euforia que había causado entre los fans.
Jeno se mordió el labio, sintiendo un torbellino de emociones que no podía comprender del todo. Siempre había visto a Haechan como un amigo, como un hermano casi. Pero en ese preciso instante, algo cambió. Era como si una puerta que había estado cerrada durante años se hubiera abierto de repente, dejando escapar una oleada de sentimientos que nunca antes había reconocido.
La coreografía continuaba, pero Jeno apenas podía concentrarse. Cada vez que miraba a Haechan, una corriente eléctrica recorría su cuerpo, como si hubiera algo invisible que los conectara en ese momento. No era solo atracción física; era una mezcla de admiración, respeto y, quizás, algo mucho más profundo.