Hogar- Kivi

Oliver

Chiara

Por fin llego el fin de semana, lo que mas me gustaba de llegar a este es que podía pasar mas tiempo con Violeta, ya que entre semana con los trabajos costaba algo mas pero era llegar el fin de semana y era nuestro momento.

Pero tenia aun mas ganas de que llegara este fin de semana por lo que sucedió en la playa el otro día. No se lo que fue, tampoco lo puedo explicar pero eso hizo que nuestra dinámica cambiase por completo, ya no éramos una románticas del romanticismo sino unas provocadoras astutas.

Estábamos todo el tiempo provocándonos con tocamientos, no excedidos mas allá de por encima de la ropa, tentándonos a casi besarnos, jugando con la ironía y la pasión, vamos estábamos desenfrenadas y me estaba costando ser fuerte pero todo el mundo tiene un limite.

Era viernes por la noche, los chicos habían decidió salir pero nosotras preferimos quedarnos en casa mas que nada porque Violeta había contraído un pequeño resfriado y digamos que entre los mocos, el dolor de garganta y unas décimas de fiebre que ahora mismo no eran preocupantes, no estaba ella muy de salir de fiesta; y aunque me insistió para salir con los chicos, me negué ya que prefería cuidarla y asegurarme de que estaba bien.

- ¿Cómo estas?.- le pregunte mientras le tendía un vaso de agua con miel y limón. Era lo único que le alivia el dolor de garganta ya que no podía tomar ninguna medicación debido al embarazo.

- Gracias.- dijo mientras bebía del vaso que le había ofrecido.- Un poco mejor que esta mañana pero sigo con mucha congestión.- termino de decir mientras apoyaba mu cabeza en mi hombro.

- Mi niña...- dije con un tono de voz muy suave mientras le acariciaba el cabello.

Note como Violeta se estaba quedando dormida sobre mi cuando el timbre sonó, ambas nos miramos sorprendidas pues no teníamos ni la menor idea de quien podría ser a las nueve de la noche.

Pero cuando abrí me lleve una gran sorpresa y es que detrás de la puerta estaban mis padres y mis hermanos.

- ¿What are yo doing here?- pregunte sorprendida por su visita.

- Es que ahora no podemos venir a ver a nuestra hija.- dijo mi padre haciéndose el ofendido.

- No es eso, solo que me podíais a ver avisado.

- Pero entonces no seria una surprise.- dijo esta vez mi madre dándome una abrazo.

Hice pasar a mi familia al salón y se me olvido el pequeño detalle de "mi invitada".

- Oh, esta es Violeta, mi....- me quede en blanco mas que nada porque no sabia como referirme a ella, no éramos compañeras de piso, ni novias, no se lo que éramos.

- Una muy buena amiga.- termino Violeta de decir, me había salvado de una.

- Si.- dije mientras la miraba, vi una mirada sospechosa en mis padres pero decidir pasar.- Violeta, ellos son Emma y Raúl, mis padres. Mientras Violeta saludaba a mis padres, mi hermano jalo de mi camiseta para llamar mi atención.

- ¿Y nosotros somos invisibles?- dijo el pequeño con una mueca de enfado falso.

- No me he olvidado de vosotros.- le respondí haciéndole una mueca.- Violeta, ellos son Jasmín y Joey, mis hermanos.

- ¿Cómo la puedes aguantar? Con lo pesada que es.- dijo mi hermana mientras saludaba a Violeta.

- ¡Jasmín!.- dije cabreada con mi hermana.

- Se hace lo que se puede.- le respondió Violeta siguiéndole el juego

- ¡Violeta!.- dije ahora también cabreada con Violeta.