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Han pasado cuatro días desde lo ocurrido el domingo y desafortunadamente, los dos siguen afectados por ello. Siendo Akaza quien lo pasa peor...
En la tarde de hoy el reloj marca las 4:29 pm y Kyojuro yace en su escritorio, esperando a que llegue su alumno. La brisa entra por las ventanas del salón, su mirada se mantiene fija en la puerta cerrada y la inquietud está presente en su interior, porque aún no llega su amigo.
Una vez que el reloj marca las 4:32, la inquietud empeora. Por eso apoya los codos sobre la mesa, se cubre la cara con las manos y murmura - Es la primera vez que llegas tarde... -
Aquel día, después de regresar del mercado, Kyojuro quiso hablar de lo sucedido y si lo necesitaba, le escucharía desahogarlo todo. Pero para su preocupación, Akaza solo le pidió con una sonrisita: "No me siento bien ahora, ¿Podríamos hablarlo en otro momento?".
Desde esa petición, Rengoku no ha sacado el tema porque no quiere presionarlo; sin embargo, la preocupación sigue ahí. No solo por las heridas que Hakuji se guarda, también por el impacto negativo que trajo ese suceso.
Últimamente, solo han pasado tiempo juntos en el salón de clase y la comunicación ha disminuido. Akaza quiere algo de espacio para recomponerse de esa mala experiencia y Kyojuro respeta su deseo, aunque no le guste estar distanciados.
Pronto pasan un par de minutos más, hasta que llega el joven de cabello rosa y abre la puerta corrediza. Sus miradas se encuentran de inmediato y las emociones se ven reflejadas en sus ojos.
Sonriéndole gentilmente, Kyojuro dice - Llegaste 7 minutos tarde, es inusual en ti -
Con una mirada cansada y una pequeña sonrisa, Akaza responde - Lo siento, este día ha sido más agotador que de costumbre -
- ¿No dormiste lo suficiente? - Pregunta preocupado.
- Nada fuera de lo común en la vida de un adulto autosuficiente con un trabajo tortuoso jajaja - Responde despreocupado.
- ¿Y estás bien? Recuerdo que dijiste que estabas considerando cambiar de trabajo -
- Estaré bien, ya estoy buscando un nuevo trabajo y pronto presentaré mi carta de renuncia -
Manteniendo la sonrisita en su rostro, el menor avanza hasta su asiento ante la mirada del mayor, quien guarda tristeza en el interior.
Akaza podrá sonreír y tratar de actuar igual de alegre como solía ser. Pero Kyojuro puede notar que está deprimido, ya que se ha ido el brillo de alegría que yacía en sus ojos.
Es como si hubiera retrocedido lo que avanzó y volviera a ser el Hakuji del primer día :(
Tras abrir su laptop para acceder al material virtual, él dice con un alegre tono - Empecemos ya, el profesor Shinazugawa envió otra tarea aterradora de matemáticas -
Levantándose de su escritorio, el profesor va hasta su lado y responde - Típico de él, siempre es tan estricto jaja -
Cuando la clase da inicio, Kyojuro le va explicando cómo realizar las operaciones y Akaza las va resolviendo correctamente. Aunque el ambiente que los envuelve se volvió algo incómodo, pues hay tensión de por medio por las palabras que no se han sincerado.
Con una cara seria, Hakuji permanece centrado en hacer su tarea. Pero en el fondo se siente cansado, deprimido y lleno de culpa.
Porque los malos recuerdos lo atormentan y, en lugar de compartir su dolor con su amigo, nuevamente está ocultando sus emociones. No le gusta distanciarse de él, pero tampoco se siente listo para enfrentar el pasado; tiene miedo de confesarlo todo y abrir aún más las heridas que esconde en su interior.
"No he cambiado nada, sigo siendo un cobarde", piensa con culpa y tristeza.
Sentado a su lado, Rengoku mira de reojo su seria expresión y recuerda cuando le abrazó en medio de su ataque de pánico. Sabe que Hakuji es físicamente fuerte, pero al tenerlo en sus brazos ese día, su corazón se entristeció por lo emocionalmente frágil que estaba.
"Sé que deseas algo de espacio, pero quiero estar a tu lado y ayudarte a desahogar todo lo que guardas. No soporto verte así", piensa con pesar.
La clase transcurre con relativa calma, hasta que el reloj marca las 6 pm y llega el momento de irse.
Tras empacar sus pertenencias, Akaza se adelanta hacia la puerta y habla con calma - Hoy me iré directamente a descansar, así que nos vemos mañana Kyojuro. Bye, bye -
Más en este momento, Kyojuro no quiere dejarlo ir, por eso le detiene diciendo - Sabes que estoy aquí para ti, si necesitas hablar, te escucharé hasta el final -
Palabras que Akaza valora, pero responde con cobardía - Te lo agradezco, pero no me siento preparado para hablar de eso. Por ahora no... -
Entonces abre la puerta para poder irse; sin embargo, su amigo le vuelve a frenar al decir - Si ese es el caso, por favor no te vayas. Puedes pasar la noche en mi hogar -
Sorprendido de su petición, el susodicho voltea y exclama - ¿Ah? -
Caminando hasta él, pronto quedan cara a cara y, con la preocupación expuesta en su mirada, Kyojuro sigue hablando:
- Tengo un futón extra donde puedes dormir, puedo prestarte ropa para que te cambies y, a su vez, tengo comida disponible. Aunque me ausentaré unas horas por un evento al que asistiré, por lo menos me sentiré más tranquilo sabiendo que te veré allí cuando regrese -
Al escucharle, Akaza baja la mirada al suelo y responde inseguro - Ya te dije que por ahora no estoy preparado para hablar de eso... -
Lo cual este refuta con honestidad - Está bien si no hablamos sobre "eso", lo único que deseo es que no estemos distanciados en este momento complicado -
Esas palabras le impactan con fuerza, haciéndole reflexionar y arrepentirse de haber puesto distancia entre los dos. También estaría mintiendo si dijera que no ha extrañado la cercanía con Kyojuro.
Arrepentido, Akaza confiesa - Perdón, yo solo quería recomponerme después de quebrarme y mostrarte mi lado más patético... No fui consciente de que esta distancia te lastimaba tanto como a mí -
Conmovido de su declaración, Kyojuro niega con la cabeza y contesta gentilmente - No tienes que disculparte, lo importante es que te diste cuenta de ello. Además, tampoco tienes que avergonzarte por mostrarme tu lado más vulnerable. ¡Eres mi amigo y estaré aquí para consolarte! -
Esto despierta de nuevo esa cálida y reconfortante sensación en el interior del chico de cabello rosa. Es como si el fuego que yace en su corazón se hiciera más fuerte.
Pronto regresa el recuerdo del abrazo de Kyojuro, el cual le ayudó a salir de su ataque de pánico. Dicho recuerdo provoca que, sin querer, un tierno colorado rosa aparezca en sus mejillas.
- Entonces... ¿Aceptas pasar esta noche en mi hogar? - Pregunta curioso.
- Yo... - Hakuji piensa negarse, debido a que no quiere ser un estorbo.
Pero con ver esos bonitos ojos flamantes mirándole preocupado, su lastimado corazón se derrite y simplemente no puede rechazarlo. A fin de cuentas, ya comparte un fuerte vínculo con este ruidoso solecito.
Por eso termina soltando un suspiro, para después lanzarle un suave puñetazo a Rengoku en el hombro y decirle con un falso enojo - Felicidades, tú ganas otra vez -
Y aunque parece estar molesto, Kyojuro puede notar que no es así gracias al colorado rosa en sus mejillas. Por ende, una radiante sonrisa se dibuja en su rostro.
- Está decidido, vamos a mi casa, ¡Let's go! 🔥 - Exclama con entusiasmo.
- Señor, sí señor... - Responde con una carita enojada, pero sus mejillas siguen coloradas.
De esta forma emprenden una callada caminata de unos pocos minutos hasta el apartamento. Aunque todavía queda algo de tensión por ese pasado del que no han hablado, por fortuna regresó la comodidad que suelen sentir el uno con el otro.
Prepárense, porque se aproxima un romántico y emotivo momento 🤧💕
FIN DEL CAPITULO 18.
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¿Cómo Se Siente El Amor? (AkaKyo/AkaRen)
FanfictionAkaza es un joven que trata de enderezar su vida, pero está completamente roto debido a las heridas del pasado, los errores que cometió y a la mala reputación que lo persigue. Sin embargo, Kyojuro puede notar que no es una mala persona y por eso lo...