¿Cómo Se Siente El Amor? (AkaKyo/AkaRen)

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Otro día ha llegado y los sentimientos románticos no dejan de crecer. El momento de confesarse se está aproximando <3

En la mañana de hoy, Akaza está en su trabajo de medio tiempo en la panadería Kamado. Con cuidado hace uso de una pinza de cocina y va acomodando los panes frescos en los estantes de cristal, asegurándose de no maltratar ninguno.

Su atención está puesta en el trabajo, pero al mismo tiempo, no puede evitar pensar en lo que pasó la otra noche en casa de Kyojuro.

Aquel momento que compartieron en el sofá y las palabras se dijeron, todo eso dibuja ahora una sonrisita en su rostro. Recibió otro flechazo de Cupido en su corazón y eso aumentó el fuerte deseo de confesarle su amor.

Quizás esté equivocado, pero tampoco puede evitar pensar con esperanza: "Tal vez, solo tal vez... Kyojuro podría sentir lo mismo que yo".

Solo pensar en la sonrisa de ese solecito le impulsa a no sentir temor. De verdad desea confesarle estos sentimientos. Lo desea con todo su ser.

Y al estar tan envuelto en sus pensamientos, no se percata de que alguien le observa desde afuera del local. Alguien que no tarda en acercarse.

Pronto se escucha el sonido de la entrada abriéndose, por lo cual Akaza habla en tono amigable - Buenos días - y acelera para dejar todos los panes en su lugar.

Pero se termina paralizando al escuchar la voz del cliente. Una voz masculina con tono juguetón - Sabía que eras tú, es imposible no reconocer ese cabello rosa. Aunque pensé que lo volverías a teñir de negro jajaja -

El cuerpo de Akaza se tensa de golpe, trayendo de vuelta recuerdos del pasado y un fuerte sentimiento de enojo. Enseguida gira la vista y confirma la fuente de su ira.

De pie junto a la entrada de la panadería, está un ex amigo de su antigua escuela: un hombre alto, de cabello blanco, ojos coloridos, rostro atractivo, bien vestido y muy mujeriego.

Al hacer contacto visual, Hakuji dice con enojo y sorpresa - ¿Qué haces aquí, Douma? -

Sonriendo alegremente, el peliblanco se acerca y va diciendo - Te extrañé mucho, Akaza. Pasaron tres largos años, pero no has cambiado nada -

Ver esa alegre sonrisa produce rechazo en el pelirosado, pero no quiere meterse en problemas. Por eso respira profundo, controla su enojo y continua acomodando los panes.

- Estoy trabajando, compra un pan o lárgate - Responde con indiferencia.

Dolido de su respuesta, este exclama con tono infantil - ¿Eeeeeh? ¿Qué te pasa, Aka? ¿Por qué estás tan enojado? -

Sin embargo, él no responde, solo sigue con lo suyo. Apretando los dientes y pensando en el fondo: "No quiero volver a verte".

Acercándose más, Douma le toca el hombro y dice con una carita triste - No te pongas así, no ahora que el destino nos volvió a reunir. A los amigos no se les trata de esta forma -

Sentir esa mano sobre su hombro solo aumenta el enojo en Akaza y hace que se le marquen las venas en el rostro. Más no se dejará dominar por sus emociones. Ya no es ese adolescente inmaduro.

Además, no quiere hacer algo que preocupe o decepcione a Kyojuro.

Por eso suspira, lo mira a los ojos y contesta con calma, pero con una mirada de desprecio: