capitulo 19

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Sutilmente pero no tan visible era su sonrisa, escondida entre la clavícula y el cuello del contrario, de esa persona a la que estaba aferrado de la cintura. Disfrutando de tan grato momento, cercanía. Sin embargo, tuvo que esconder su sonrisa y manterse serio tras sentir los movimientos de la otra persona juntó a él. No quería que se llegase a sentir incómodo.

Ese joven alfa se alejó un poco del beta, mirándolo por unos segundos antes de salir corriendo de la habitación. La puerta que se cierra y el beta que abre sus ojos dejando ver su molestia.

Al beta no le agrado para nada que el alfa haya salido de esa forma, esperaba que por lo menos le diera un beso antes de marcharse. Fingir estar durmiendo no sirvió de nada.

-Es tan rápido para huir, es muy probable que este sorprendido por ver despertado en la manera que estábamos, casi rozando nuestros labios.-Frota su cara donde anteriormente estuvo acostado su guardaespaldas, sintiendo las tibias sábanas. Aunque preferiría que el alfa siguiera ahí junto a él.

‹No obstante, me siento sensacional como si hubiese podido dormir luego de tres días de insomnio, y de solo pensar que seguiré compartiendo la cama con él, eso me emociona todavía mas.› Una mirada y sonrisa traviesa se adueñó de sus labios, y rostro e imaginando las cosas que están por venir.

-Tengo que enseñarle a mi tierno cachorro el no huir de esa manera, tiene que quedarse conmigo hasta que yo despierte.-Sigue frotando su rostro pero ahora en la almohada donde descanso la cabeza de Agni, una muy suave almohada de algodón.-Volvi a besar esos deliciosos labios antes de lo pensado, hasta que se adormecieron al igual que los mios.

Adair no a desaprovechó la noche de ayer, beso y saboreó los labios del alfa una y otra vez así su respiración se volviera tan delgada, aún así siguió probando esos rojos e hinchados labios. Agni tampoco quería detenerse por temor a despertar dd lo que el creía un sueño, uno del cual no tenía pensado despertar.

-Sin embargo, es muy probable que estos momentos este pensando seriamente en eso, en lo que pasó anoche. (Sobre lo que hablaron)-Procede a levantarse de la cama.-Ya es muy tarde.-Hace unos ligeros estiramientos.-Se ofreció solito para ser comido por el zorro.-Su mirada se oscurece.-Y este zorro no piensan dejar ir a su cachorro, mucho menos fingir que nada paso el día de ayer. Ya no puedo estar bien si no beso los labios de Agni, es muy necesario para sentirme con muchas energías.

Mientras Adair se desvestí y se dirige a la ducha, el otro ya se encuentra bañándose, muy pensativo con respecto a lo hablado a noche. Es justo como lo supuso el beta, estaba en lo correcto.

El el interior de esa espaciosa ducha, cabizbajo y con sus brazos apoyados en la pared de enfrente se encuentra un animado joven alfa, siendo abrazado por la calidas gotas de aguas deslizándose desde su cabello hasta cayendo por sus bonitos pies.

‹Tuve que venir a enfriar mi mente y cuerpo tras despertar abrazado tan intimidante con mi joven maestro, fue tan sorpresivo que mi corazón estuvo a segundos de salirse de mi pecho, más cuando recordé que nos besamos. ¡Nos volvimos a besar!› Sus mejillas muestran un sonrojo y no por el agua tibia humedeciendo sus mejillas.

Agni tras despertar y admirar por unos segundos el rostro dormido (supuestamente) de Adair, tentado a darle un pequeño beso, pero no lo hizo. Fue ahí cuando Adair se percató que con cuidadosamente bajo de la cama para no despertarlo y salió corriendo de la habitación del beta, directamente a su habitación de enfrente.

Ya estando ahí, él se deslizó por medio de la puerta, escondiendo en sus manos su sonrojado rostro. Sin poder ocultar esa pequeña sonrisa. Creyendo que seguía en una especie de sueño realista, por ello corrió a la ducha, encendiendo la regadera.

¿Amor, placer, o deber?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora