Corazones Destrozados

CAPITULO 2 💔

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LUCIFER

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-Ustedes son los únicos hombres que me quedan, y confió en cada uno, no me fallen porque ahora es cuando más enjaulado me siento, y cualquier cosa que vea que es un riesgo para mí o mi familia lo aniquilo.

-¡Si señor! -Responden todos a las palabras del líder, somos cerca de 37 hombres los que quedamos de una inmensa mafia.

-Helián, tú serás el jefe de guardia, organiza a los hombres y encárgate de la seguridad de la isla, todo lo que entra y sale tiene que ser vigilado por ti o por mí, ¿Entiendes? -prosigue Bonanne.

-Bien. -Le digo y me dispongo a planear con los planos, acomodo hombres en puntos estratégicos para la seguridad.

Doy órdenes y planeo estrategias, tanto dentro, como fuera de la mansión, acomodo el armamento y planeo contra ataques en caso de ser necesario.

Hace unos días la marina le incauto todos sus bienes, tiene orden de aprensión en 10 países, y todos están unidos para atraparlo, ¿y gracias a quién?, a mí.

Hoy nos reunió en la mansión que tiene en Hilo, una isla en medio del pacifico norte, los únicos Bonanne con vida son el, su mujer, su hijo y Sherezada, su sobrina. No hay nadie más, o están muertos o están encerrados en prisión viviendo un infierno, bajo la condena de cadena perpetua. Ya paso demasiado tiempo y al fin estoy a nada de cumplir con mi misión.

Llegue a Irán hace más de 4 años bajo el nombre de Helián Haza. Un expreso sin hogar, sin familia y con deseos de ganar mucho dinero.

Cuando el avión de la marina me dejo en Irán, tuve que trasbordar por 7 malditos días hasta que llegue a la ciudad donde nuestro informante dijo que estaba el corazón de la mafia iraní.

Dormí en hoteles de mala muerte por dos semanas hasta que llegue a un bar mugroso. Me quede a trabajar como cantinero, durante 7 semanas. Los hombres de Bonanne se veían seguido por ahí y tuve que aparentar para poder conseguir llamar su atención.

El encargado del bar me dijo que podía quedarme en el cuartito de atrás y así lo cuidaba cuando estuviera cerrado, acepté, pues necesitaba ahorrar dinero, aún me quedaba suficiente, pero tenía que ser humilde y ahorrar lo más que pueda.

A ese bar llegaban unos cuantos hombres de Bonanne a beber y fue mi oportunidad.

Tuve que ganarme su confianza, transcurrieron muchos días más y puede sentarme a charlar con un imbécil, platicábamos poco, luego tomábamos una cerveza en la barra y nada más, días después regreso, platique con él, me conto una que otra cosa, fue un poco más detallado y a mí me interesaba,.

Le conté sobre mi vida en prisión, y cómo es que se supone que llegué ahí, eso lo cautivo, y mostro cierta admiración por mi vida y por lo que yo era, iba por muy buen camino, le pregunte sobre su trabajo y me dijo que ellos siempre estaban reclutando gente.

Un día solo me saco del bar para montarme a su camioneta.

-Les he hablado de ti, te pinté lo mejor que pude, un tipo rudo, fuerte, sin escrúpulos, no me vayas a fallar Helián, no me puedes fallar.

-¿Qué es lo que hay que hacer?

-Aún no lo sé, primero te llevaré, mi jefe dijo que esta tarde te recibirá y te estudiará.