CAPITULO 3 💔

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Júpiter

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—Corran niños se nos ara tarde. —Le grito a mi trio desde la cocina, estos niños si no se apuran nos dejaran fuera hoy.

—¡Llegue! Llegue —Abril entra jadeando a la cocina ondeando sus chinos castaños cuando corre para llegar a mí— lo siento, es que al salir del súper me encontré un mugroso maratón. La gente comenzó a empujarme y cuando menos pensé ya estaba corriendo con ellos.

—¿En el maratón? —me encuentro sorprendida. Me inclina la cabeza en señal de afirmación.

—Todos sus 3km Júpiter —abro grande los ojos y alzo las cejas en lo que sonrió con sus cosas.

—¿Y porque no te saliste? —niega.

—Me dio pena, van a decir que soy una vieja raquítica —me arranca una pequeña carcajada.

-Yo ya estoy lista mimi. -Se sube Nova al taburete de la isla y comienza a devorar su desayuno, sirvo el plato de los chicos y Hades entra con su rostro molesto, como ya es típico de él.

-¿Puedo saber ahora porque está molesto?

-No encontré mis lentes. -Me voy a la encimera que tengo detrás y se los entrego.

-Los encontré anoche en el comedor y te los limpie.

Los toma y los deja a un lado de la mesa, no sale sin sus pequeños lentes negros, le molesta que vean sus ojos, en cambio Orión, luce el violeta de estos con mucho honor.

-¡Orión, se ara tarde! -mi pequeño Orión es todo lo contrario, es muy inteligente pero le gana las travesuras y la curiosidad. Y siempre, siempre se está metiendo en problemas.

Bebo mi jugo y mi pequeño entra feliz y sonriente a la cocina.

-Hola mimi. -Se acerca y me besa la mejilla.

-Hola mi guapo. -Le doy un abrazo-. Apresúrate que tenemos poco tiempo.

-Arréglate el cuello. -Le dice Hades a su hermano sin mirarlo siquiera, siempre me he preguntado ¿Cómo le hace para fijarse en nosotros sin siquiera dirigirnos una mirada?

Orión me mira y sonrió, me acerco a su lugar y le arreglo el cuello de la camisa.

Hoy ingresan a el pentágono como cadetes civiles, hace un mes cumplieron los 3 años y ya los admiten en el colegio del comando, antes de meterlos primero les pregunte, me asegure que de verdad era lo que querían, nunca quise presionarlos ni que estuvieran en un lugar donde ellos no quisieran estar, les di la opción de un colegio normal como en los que estudie yo pero los 3 se negaron, creo que eso lo llevan en la sangre.

-Cuando iré al castillo a ver a Gastón, quiero contarle que ya estaré en la marina.

-No lo sé, te prometo que pronto iras a verlo. También puedes decirle que venga a verte, sus papas lo pueden traer.

-No lo sé, su más nunca sale de casa y su papá no vive con el -me inquieta mucho ese niño, tengo que encontrar la manera de conocerlo, o por lo menos, saber algo sobre su familia.

-Es hora, vámonos. -Tomamos nuestras cosas y salimos juntos de la casa, salen los niños con sus maletines y yo con el mío más grande.

Por ser la esposa legitima de uno de los altos mandos me permitieron el estudio en el comando, y para mi es mejor ya que estoy muy al pendiente de mi trio.

Corazones DestrozadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora