CAPITULO 26

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Júpiter

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A media mañana me dirijo al edificio de escolaridad para comer algo con los niños. Desde temprana edad los entrenan para enfrentar todo tipo de peligro, es lo primero que les enseñan y es algo que les piden año tras año queriendo que sean los mejores en su profesión.

Gracias a eso es que mi Nova y mi Orión están bien, y están saliendo adelante a pesar de la situación en la que estuvieron antes, por mi culpa.

Entro al gran comedor y la escalera que da al último piso esta frente a mí. Subo los escalones y encuentro a mi trio en su mesa habitual, los beso y me siento en el lugar vacío que ya tiene un plato listo.

—¿Cómo les esta yendo hoy?

—Yo ya estoy harto, todos quieren que les cuente que paso —tomo el tenedor.

—¿y se los dijiste? —Niega dejando el vaso de agua en la mesa— el abuelo fue temprano a verme y me pidió no contar nada con nadie, dijo que podríamos meter a papá en problemas.

—¿en dónde está? —Pregunta mi niña apartando su plato— todos hablan de que esta en detención porque le saco un ojo al general —escondo mis labios con pena y suspiro.

—ya sabemos que Lucián es un poquito impaciente. Lo que hizo estuvo mal, no es bueno reaccionar por impulso y menos dañar a otra persona. Soy de las personas que piensa que las cosas se pudieron hacer diferentes, pero su padre no cree lo mismo que yo.

—Yo hubiera hecho lo mismo —hades no alza el rostro y continua en su tarea de picar la patata con el tenedor— de hecho se lo advertí una vez.

—¿Qué cosa?

—le dije a Dylan que si te volvía a tocar no solo le diría a papá sino que también yo pondría una bala en su corazón —abro los ojos y la boca con lo que me cuenta.

—¿Cuándo hiciste eso? —se encoje de hombros.

—no importa, estoy seguro que no se volverá a acercar a ti.

—lo que hiciste hades...

—estuvo viene mimi, aunque Dylan se burló de mi hermano, estuvo bien lo que hizo, y yo lo respalde.

—no, Orión, no se arreglan los problemas con más problemas. Pero igual ya no importa. Lamento mucho que toda esta situación terminara así, me puede mucho lo que está pasando con Dylan ahora. Pero más me puede Lucián, está encerrado y no me dejaran verlo hasta el día del juicio, ya me lo dijo Lorian. Solo espero que sea pronto y que él se encuentre bien.

—Lo estará, papá es muy fuerte y guapo, y todos los hombres guapos están bien —medio sonrió con las palabras de mi pecosa y comemos para continuar con nuestras actividades.

Por la tarde antes de irme intento ir a la prisión y Lorian me da un rotundo "no" como respuesta, me voy al castillo con el trio y cuando llego me hago cargo de celeste también, ella no tiene culpa de nada, y es apenas una pequeña niña que aún no alcanza su primer año, necesita cuidados y atención.

Los siguientes días son iguales, desayunamos con la familia (que me han recibido con brazos abiertos cabe destacar). Nos vamos al comando y en la tarde me encargo de mis niños junto con Celeste, vamos a la escuela de artes con miguel y Ricardo como nuestra seguridad y Lorian me pide que hable con rene sobre el hangar.

Corazones DestrozadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora