FIN

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LUCIFER


Doy un golpe, luego otro, otro más, y el reloj suma dos horas en esta situación. El saco de box se tambalea con cada puño que le ensarto y veo a los dos que están a mi lado haciendo lo mismo que yo. Pienso que ya fue suficiente pues están débiles y empapados en sudor.

—Ya basta, por hoy es bastante —se tiran al suelo cual tablitas y se desparraman en el piso.

—fui muy duro hoy ¿no?

—¿Bromeas? Siempre quisimos verte en acción —medio sonrió de lado.

—Vallan a darse un baño para cenar —como pueden se levantan, o más bien hades se levanta y Orión se arrastra hasta la mesita, bebe el agua y mete unas gomitas a la boca.

—¿Por qué haces eso? —lo reprendo.

—son mi solido vital para vivir padre —arrugo las cejas sale delante de mi corriendo para alcanza a su hermano.

—¡hades, hades! Mira esto —junta sus dedos y hace sonidos extraños con la boca.

—¿Qué haces? —le pregunta el otro.

—los panditas se están besando —hades le manotea las manos y las diminutas gomas vuelan por el aire.

—¡oye! Lastimaste a mis panditas —los pierdo de vista cuando entran al pasillo para ir a sus habitaciones y yo camino a la cocina donde el resto de mi familia prepara la cena.

Camino hasta donde la pelirroja de blusa rosa y short de mezclilla está sirviendo los cuencos. La abrazo e inhalo su olor para terminar dejando un beso en su cuello.

—Ve a bañarte, apestas —doy otro más en la cabeza y paso revolviendo los chinos de Celeste para entrar al pasillo que me lleva a la habitación.

Antes de entrar reviso el celular que guardo en el cajón, le activo el chip, solo por 40 segundos y lo vuelvo a desactivar. Tiempo suficiente para que entren los mensajes de Lorian y se envíen los que yo escribí. Pero no el suficiente para que alguien me rastre.

Mi hermano me notifica que en unos días enviara lo que le pedí de suministros en la misma avioneta donde llegamos aquí. Y también me informa que Júpiter tiene que ir a Dublín para firmar los papeles de compra y venta del edificio Ditorres.

No es como me emocionara vender todas mis cosas, pero no tiene caso que las deje si no voy a poder volver ahí, aparte tampoco me permitirán trabajar. Necesito ese dinero para levantarme de cero en otro lugar.

El castillo seguirá siendo de Nova, pero mis avionetas se las tuve que vender a René, las catacumbas a Devil y el edificio por su elevado precio no había muchos candidatos.

Llevamos apenas 5 días aquí y no se me hace nada, mis planes son quedarnos unos meses más, no tenemos apuro en salir al mundo. Estoy estudiando que ciudad es la que mejor me conviene para lo que quiero hacer.

Le escribo lo que quiero que me traiga para la casa, los niños, Júpiter y yo. Respecto a la cita aun no le escribo nada ya que primero le preguntare a mi esposa si es que quiere ir.

De todos creo que ella es la que más disfruta estar aquí. Estamos en lo más escondido de una selva tropical en el país de Chile, y ni siquiera me ha preguntado en donde nos encontramos.

Todos se ven tranquilos y en paz, pero ella todo el tiempo ríe, canta, baila y grita cada vez que ve a un animal que le gusta. Ayer decidió adoptar un flamenco que estaba cercas y hoy su pareja ya también está en la parte trasera de la casa.

Corazones DestrozadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora