Corazones Destrozados

CAPITULO 10

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Júpiter

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-Ten panzona, bébelo.

-Gracias. -Tomo el café que me entrega Miguel y se sienta junto a mí.

Mis amigos siguen conmigo y los amo por eso. Desde el embarazo Miguel, no me ha dicho de otra forma que no sea panzona.

Abel y Miguel son un par de solteros guapísimos y rompe corazones, junto con René, a este último lo conocí el día de mi baile en el club, me di cuenta que era quien acompañaba a Lucián el día de la disputa con Dylan en el restaurante. Es muy amable y conversamos mucho desde la boda de Lorian y Claudia.

Me pidió el número y desde entonces nos escribimos con mucha frecuencia. Incluso a veces me hace video-llamadas para conocer su rancho. Cuando viene a Dublín a ver a su familia o a supervisar su negocio de aeronaves aprovecha para verme y ponernos al día. A veces no vamos a comer y otras solo a tomar un café. Obviamente se dio cuenta de mis niños, y al igual que mis amigos, solo con ver sus ojos supo quién era el padre.

Mi no marido tampoco lo quiere, no me prohíbe nada porque cuando intento hacerlo yo no se lo permití. Pero si me advierte mucho sobre él. Según Dylan, René siente algo por mí, aunque no lo creo.

Eider es el coronel de la central en el sector 5 y mi superior. Roisin es jefa de enfermeras en el hospital infantil privado de la ciudad, ayuda mucho a Olga, su madre, y siguen viviendo en la casa del señor Nicho.

Me recuesto en el hombro de mi amigo y espero noticias por las siguientes 3 horas, Miguel ve las noticias en su teléfono y veo el encabezado que anuncia un nuevo y sofisticado casino en la ciudad. Aun no se da a conocer el dueño pero hay varios candidatos según la prensa.

Con respecto a mamá descubrimos que podemos darle una pequeña posibilidad con una cirugía, tal vez un año o unos meses más de vida, pero no me importa, claro que acepte sin más.

Pero como toda operación hay riesgos, es muy delicada ya que es en el cerebro directamente, puede que funcione, pero puede que quede en estado vegetal, entiendo la situación pero tenía que intentarlo, no podía dejarla morir así como si nada, ya tenemos varios días aquí, mis días se dividen entre mi trabajo en el comando, llevar y recoger a los niños, ir a la casa con Dylan para comer, bañarme y atender a los niños y termino por volver al hospital.

Se están quedando en la mansión con Abril y Olga pero solo por un rato en las tardes y noches, ya que se la pasan todo el día en el comando. No me han dejado volver a la cabaña de mamá ya que apenas y entro rompo a llorar.

-¿Cuándo lo buscaras? -me pregunta mi amigo sacándome de mis pensamientos.

-No lo sé, lo intente en el comando pero me dijeron que un no hacen su nombramiento oficial y aun no usa su oficina. Lo único que me importa ahora es mamá.

-¿Por qué no vas al castillo Ditorres a buscarlo?

-No voy a ir ahí a buscarlo delante de todo el mundo, aparte aun no hablo con mis hijos de esto y no voy a buscarlo hasta aclarar esta situación con ellos.

-Bueno, a veces se queda en el castillo y otras veces en su pent-house, también puedes buscarlo ahí.

-Ya veré más adelante Miguel -asiente. Me sonríe y me da un apretón en los hombros.