CAPITULO 8 💔

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Júpiter

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La noche de los domingos siempre son un poco caóticas, preparar los maletines, el material de los niños, uniformes, calzado, en fin.

El trio solo acude al colegio militar de lunes a viernes, yo si voy todos los días, y no solo a la clínica forense, también a entrenamiento físico como cualquier otro soldado.

Y Dylan no se diga, es el general, quiere decir que tiene a su cargo a todo el pentágono junto con el vicealmirante, Lorian Ditorres.

Nunca imagine que esto pasaría en mi vida, siempre me gusto y me llamo mucho la atención la marina, de mi casa se podían ver los aviones despegar, y cuando llegaba a ver a un chico o chica con sus uniformes me quedaba como tonta viéndolos.

Y ahora, mis hijos, mi no marido y yo, somos todos unos militares destacados.

Vueltas que da la vida.

Gracias a mi matrimonio, Lorian me ingreso en el pentágono y se lo agradezco demasiado, porque gracias a que soy forense es que mis hijos pudieron ingresar.

-¿Quieres? -le niego con la cabeza a mi pecosa cuando me ofrece postre.

-Ya no nos falta nada para mañana ¿verdad?

-No mimi, está todo listo. -Suena mi móvil con el número de un desconocido en pantalla y respondo.

-Diga.

-¿Júpiter Saiz? -arrugo las cejas y los niños se quedan quietos mirándome.

-Sí, ¿Quién habla?

—Buenas noches, soy la doctora Martínez, soy quien está atendiendo a Clarisse Tanaka, tu madre.

—Oh doctora ¿Cómo esta? ¿Qué pasa con ella? —pregunto ya más alarmada y lo niños más alto paran la oreja.

—Tu madre se puso mal, llego hace un par de horas a la clínica, me tiene prohibido llamarte, pero este caso es diferente, ¿crees que puedas venir?, es urgente.

—Sí, voy para haya —cuelgo y rápido me levanto apresurada, los niños también corren y toman los suéteres que siempre les tengo en el perchero junto a la puerta para salir.

Acomodo a los niños en los asientos de la camioneta y me subo yo, respiro profundo tratando de tranquilizarme y conduzco lo más tranquila que pueda ya que llevo a mis niños conmigo.

Abril entra hasta en la mañana y Dylan hoy se fue a una misión fuera y tardara un par de días en volver, dijo que era una isla y no habría manera de que se comunicara con nosotros.

La única que me los cuida es mamá, así que esta noche me acompañaran.

Después de un tiempo que para mí es una eternidad llegamos a la clínica, nos parqueamos y bajamos los 4, Hades toma a Nova y Orión a mí, entramos a la clínica y en la recepción pido información, subimos el ascensor hasta el piso 8 y siento a los niños en la sala de espera, es pequeña, así que a donde me mueva los tengo a la vista.

Me acerco a la isla y me informan que en un momento vendrá la doctora, espero con los niños y las manos comienzan a sudarme en exceso.

Yo sabía que algo andaba mal, no sé porque no me lo dijo con exactitud.

Corazones DestrozadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora