Viajo como estaba programado a ayudarle a Skylar con los preparativos de la boda, al llegar me encuentro con Avery mucho más delgada, se ve bien, pero es evidente que la pasó mal y yo también la pasé bastante mal. Me replanteo cada cosa que hice para orillarla a que se divorciara de mí, cada acto vacío de amor, cada vez que la presenté como una amiga. Que necia, ciega y confiada fui al creer que ella no me dejaría, pero sobre todo fui una egoísta, que le dió la boda más tétrica y cliché en las vegas con una promesa a futuro darle la boda que se merecía, una promesa como tantas que le hice incapaz de cumplir.
Nuestro encuentro en la cafetería para elegir el pastel no fue el mejor, intenté acercarme, pero ella me pidió distancia. Ahora estamos de picnic y la veo de nuevo, tan hermosa como siempre, aunque no soy la única que la ve.
—Se un poco más, disimulada Skylar. Solo le quedan dos prendas de ropa y se la vas a quitar con la mirada —le digo a mi amiga con algo de enojo.
—Lo sé, lo siento —aparta la mirada con culpa—. Iré a caminar —me dice y se levanta para irse, yo me dirijo al agua con ella y Uma.
—Aún lo conservas —miro el anillo en su dedo pero en el dedo medio.
—Sí, bueno —suspira— ¿Qué se supone que debería hacer? No podía venderlo o tirarlo en algún río.
Sonrío porque ella sigue siendo todo lo que estuvo bien en mi vida, ella lo era todo y aquí estamos fingiendo que nos toleramos cuando muchas veces hicimos el amor antes, y nos quedábamos enredadas entre abrazos y sábanas, hablando o diciéndonos lo mucho que nos amábamos.
—Trata de disimular Nat, o se van a enterar que nos llevabamos mejor y tal vez descubran tu secreto —me sonríe con tristeza y aparto la mirada.
—Te ves más delgada —le digo ahora metida con ella en el agua del parque al que vinimos mientras Sky se queda en la orilla—. Sé que es por nuestra separación —ella me sonríe y no me dice nada.
—Nat —escuchar mi nombre en su boca cuando antes me decía amor, duele—, deseo que seas feliz —me mira—, lo digo honestamente Nat, pero no será conmigo, no de nuevo.
—Lamento no haber cumplido con mi palabra —le digo—, la boda que te dije que íbamos a tener y te la merecías y por supuesto lamento mucho no haber tenido el valor para blanquearte como mi pareja.
—No cometas el mismo error, Nat, si encuentras a alguien no hagas lo mismo.
Me dice y se sale del agua, yo la veo llegar a la orilla y me quedo pensando, entonces Laura viene a mi mente, salgo del agua mientras Avery se pone a competir por la atención de Skylar en una competencia de saltos. No soy estúpida y la química que siempre ha existido entre ellas sigue estando, me pregunto al menos si Avery hubiera siquiera accedido a estar conmigo con ella cerca y sé que la respuesta a eso es no, para las dos cuando la otra está cerca lo demás deja de existir, incluso quienes orbitamos a su alrededor desaparecemos, lo sé por la manera en la que la mira, ella jamás me ha visto así de esa manera, me amaba y yo a ella, pero supongo que ninguna estaba locamente enamorada de la otra, no como lo está ella de Skylar.
—Elije a uno —le digo presionandola.
—No puedo.
—Están cada vez más cerca, elije Sylar, o seguirán compitiendo.
—¡No puedo!
Ellos llegan y se sorprenden al escucharla subirme el tono de voz. Se acomoda sus anteojos y los mira, suspiro y niego con la cabeza.
—Empataron, así que ya saben que tienen que hacer —les digo y ambos se quejan.—¿No pueden elegir a uno y ya? —pregunta Yavery y los tres la miramos y siente la presión.
—Niños vayan y salten, yo elijo el desempate —hablo y ambos van quejándose para subir la colina cansados—. Tendrás que hacerlo, tendrás que elegir en algún momento Skylar y espero que al menos elijas lo correcto.
Volteo a ver la roca del salto con ambos parados en la punta. Sé que no debería pero siento celos, apenas han pasado unos meses desde que ya no estoy con ella y siento los mismos celos que sentí en mi adolescencia, me siento una puerta con mi celos y lo peor es que sé que ni siquiera merezco sentirlos o hacer una escena de esto.
—Avery —mi amiga me mira como si le hubiera dado la respuesta a alguna pregunta que quedó en su cabeza—, ella ganó, el desempate Skylar ¿Qué te pasa? —sin decir nada más se levanta.
—Nada, necesito ir al baño.
Camina unos metros, y veo a Avery festejar, me encanta su sonrisa que muestra ese diente chueco, al cual alguna vez me ofrecí en pagar para que lo arreglaran, que idiota, si ese detalle la hace perfecta. Veo como se acerca a Skylae y toca su espalda para colocarse a su lado, caminan hasta el baño y yo voy por mis cosas para darme una ducha.
Al ir llegando la veo salir apurada, pálida y mojada. Le hablo y no me escucha, así que la tomo del brazo para frenarla.
—¿Por qué estás mojada? ¿Qué hiciste Skylar?.—No hice nada —se suelta de mi agarre.
—Y esto —la señalo— ¿Te metiste a bañar con ella? Está tu prometido y su familia a unos metros. ¿Qué te pasa Skylar?
—¡Lo sé! ¿Está bien? Deja de juzgarme porque lo sé y créeme que se está haciendo insufriblemente eterno todo esto. Así que para por favor —me pasé acerco mi mano a su rostro y entonces nota que está llorando. Hago algo que no es habitual en mí la abrazo— ¿Qué haré? Estoy dividida entre los dos.
—En realidad, no estás dividida Sky, si lo amarás realmente no sentirías tus bases temblar con Avery cerca. Aún estás a tiempo, has lo correcto.
Le digo eso y me voy. Emily me dijo que ella tenía que casarse con Yavery que es lo correcto, en realidad lo correcto es que ellas sean felices, aunque eso me arda en el alma y aunque me destroce ver como se ven.
Me siento en la reposera con mi teléfono a terminar de redactar el acuerdo de divorcio, entonces me entra un mensaje.
—Hola ¿Te parece ir por ese café? —sonrío y respiro, en este momento me hace falta una botella de vodka, pero empezaremos tranqui.
—Me encantaría.
—Mis mamás me dijeron también que quieren invitarte a cenar a su casa ¿Te parece una buena idea?
—Claro —suspiro.
—¿Algo que no te guste o a lo que seas alérgica?
—No me gusta el apio, el brócoli, ni la acelga, soy alérgica a la gente estúpida y preguntas estúpidas.
Me responde riendo con un audio y luego me entra su llamada, sonrío al hablar con ella sin notarlo, pero quién si lo nota es mi ex.
—¿Entonces ya tienes a alguien?
—No, es una clienta nada más.
—Ah, bueno espero que tu clienta te siga llamando si te hace sonreír así.
—Sinclaire, mantente alejada sino quieres que tu próximo libro sea de la rama policíal, trate sobre tu autobiografía sobre como moriste.
Ella se ríe y Skylar nos mira mal. Esta va a ser una semana muy, muy larga.
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Legalmente Amor
Romance¿Qué tienen en común una abogada recién divorciada, y una mujer que busca divorciarse de su marido y recibe la noticia de que está embarazada? Un amor que va creciendo entre ellas a medida que el tiempo pasa y las líneas de cliente y abogada se desd...